En los próximos días, una notificación informará oficialmente a las personas incluidas en dos programas de acogida de afganos de que "ya no existe interés político en su admisión". Con estas palabras escuetas, la portavoz del Ministerio del Interior alemán, Sonja Kock, anunció que 640 afganas y afganos no podrán viajar a Alemania.

Hasta ahora, esperaban en Pakistán hasta que llegara el momento de su acogida en Alemania. Se trata de personas que temen persecución y represalias del régimen talibán en Afganistán y que, en principio, contaban con una promesa de acogida del Gobierno alemán.

Esa promesa ahora es revocada, porque la coalición de gobierno en Berlín, integrada por los conservadores del partido CDU y su partido hermano bávaro CSU, junto con el Partido Socialdemócrata (SPD), quiere poner fin a los programas de acogida "en la medida de lo posible", tal como se acordó en el acuerdo de coalición.

Los compromisos de admitir a defensores de derechos humanos, abogados, periodistas y otras personas opositoras al régimen talibán, a través de la llamada "lista de derechos humanos” y la "lista puente", fueron asumidos por el anterior gobierno alemán, formado por socialdemócratas, verdes y liberales, tras la toma del poder de los talibanes en Afganistán en 2021. El actual ministro del Interior, Alexander Dobrindt, considera hoy esos compromisos como "herencias del pasado" de las que se debe desprender.

También afecta a personal local

Por primera vez, también se ve afectado el tercer programa de acogida, destinado a personal local, es decir, colaboradores afganos y sus familias que han trabajado directamente para ministerios o para las Fuerzas Armadas alemanas. Estas personas han recibido un correo electrónico demoledor, según informó la organización humanitaria Kabul-Luftbrücke. Su portavoz, Eva Beyer, comenta a DW que unas 130 personas con promesas de admisión dentro del programa para personal local fueron informadas de que ya no serán acogidas.

El correo fue enviado por la agencia estatal alemana de cooperación GIZ. Su frase clave señala: "Tras una nueva y detallada revisión, se ha tomado la decisión de que no existen los fundamentos para una promesa de admisión en Alemania, según el artículo 22 de la Ley de Residencia". No se menciona un motivo concreto para esa revocación. Sonja Kock confirmó en Berlín que, de los 220 casos restantes, solo 90 personas aún pueden invocar una promesa válida de acogida.

Incertidumbre en el programa federal de acogida

La situación es especialmente crítica, porque las autoridades pakistaníes amenazan con entregar al régimen talibán, a partir del cambio de año, a las afganas y afganos que todavía se encuentran en casas de huéspedes gestionadas por Alemania. Aunque el nuevo Gobierno alemán ha trasladado en los últimos meses a varios cientos de personas desde Pakistán a Alemania, alrededor de mil afganos y afganas más siguen esperando su salida hacia un lugar seguro.

Estas personas recibieron promesas de traslado dentro del programa federal de acogida, la cuarta vía existente. Pero el ministro Dobrindt ya no se siente vinculado a esas promesas desde hace meses. Solo quienes han interpuesto con éxito una demanda ante tribunales alemanes para exigir el cumplimiento de las promesas de admisión siguen siendo evacuados.

Según Kabul-Luftbrücke, que facilita abogados a personas afganas, 84 demandas han tenido éxito hasta ahora y otras 195 siguen en curso. Decenas más están en preparación. Es poco probable que estos procedimientos se resuelvan antes de fin de año. "Es una incertidumbre insoportable, en la que las personas llevan meses, incluso años. Esta falta de certeza es, por sí sola, una forma de tortura psicológica”, afirma Eva Beyer sobre la situación de quienes esperan en Pakistán.

Carta de protesta de organizaciones humanitarias

Un total de 250 organizaciones, entre ellas Human Rights Watch, Pro Asyl y Brot für die Welt, instaron al ministro Dobrindt, mediante una carta abierta, a trasladar sin trabas burocráticas a las familias afganas en riesgo antes de fin de año. Helen Rezene, codirectora de Pro Asyl, calificó el rescate de todas las personas con promesa de acogida como una "prueba decisiva de fiabilidad, credibilidad y humanidad del Gobierno alemán”.

La portavoz del Ministerio del Interior, Sonja Kock, aseguró que las personas afectadas no quedarán inmediatamente sin techo y podrán permanecer en las casas de huéspedes en Pakistán mientras la frontera terrestre con Afganistán siga cerrada. El Gobierno alemán también ofrece reservar vuelos hacia Kabul. Pero,   ¿qué les espera allí a personas que huyeron precisamente del régimen talibán?

(md/ms)