El problema de la deuda soberana en la zona euro y otras latitudes será una de las prioridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la etapa que encabezará Christine Lagarde. Así lo dio a conocer la propia directora gerente del organismo al comparecer por primera vez ante los medios de comunicación en su nueva función.

Pero el tema de la crisis del euro no será el único en los próximos años para el FMI. Una consecuencia de la situación de la deuda en países europeos es el flujo de capitales hacia países emergentes que, en opinión de Lagarde, “no están preparados para ello.”

La francesa también anunció la celebración de una reunión especial, el próximo viernes (08.07.2011), centrada en la crisis de la deuda griega. Lagarde envió varios mensajes a la clase política helena. Ésta, dijo, debe olvidar “intereses particulares” y seguir el ejemplo de Portugal e Irlanda.

Con ello se refería a los acuerdos alcanzados en estos dos países. "Espero que todos los partidos políticos griegos, ya sea en el Gobierno o en la oposición, se inspiren en las valerosas decisiones tomadas por los partidos políticos en Irlanda, en Portugal", dijo Lagarde.

La “nueva arquitectura mundial”

La nueva directora gerente del FMI aseguró que continuará con las reformas internas iniciadas por su antecesor y compatriota, Dominique Strauss-Kahn. Se pronunció por dar mayor influencia dentro del organismo a las potencias emergentes de mayor crecimiento.

"Se trata de romper barreras, de remover los obstáculos para que todos puedan sentarse a la mesa: no sólo género, también de origen geográfico, académico. Hay que aprovechar las diferencias que todos traemos al Fondo", aseveró.

Lagarde no descartó la posibilidad de que su número dos, un puesto tradicionalmente en manos de un estadounidense, pase a ser ocupado por un representante de una nación emergente.

Pero la sombra de Strauss-Kahn, acusado ahora en Francia de intento de violación, luego de ser puesto en libertad por falta de pruebas en el juicio por supuesto abuso sexual a una camarera en Nueva York, también se presentó en su lado oscuro.

A fin de mejorar la imagen del FMI, Christine Lagarde se someterá a un curso de entrenamiento ético, según lo estipula su contrato como directora gerente del organismo. El documento fue hecho público, y especifica la necesidad de dicho programa “para evitar cualquier conflicto de interés o la apariencia de dicho conflicto.”

Para Portugal, “paciencia”

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional también concedió una entrevista a la emisora France 24, en la que se refirió a la rebaja en la evaluación de la deuda portuguesa por parte de la agencia calificadora Moody's.

Destacó que el país luso “se ha comprometido a llevar a cabo un programa de ahorro extremadamente valiente.” Dicho plan, agregó, cuenta con el consenso y el apoyo de la clase política.

“Mientras Portugal honre sus compromisos, no debe existir duda alguna en cuanto a que las medidas adoptadas llevarán a una mayor competitividad del país, y a una consolidación de sus finanzas.”

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Editor: Pablo Kummetz