Para la célebre feminista alemana Alice Schwarzer, el pañuelo musulmán no es simplemente una prenda más de vestir, sino "una bandera y símbolo de los islamistas".

Así lo manifiesta en el nuevo libro "El gran encubrimiento: Por la integración, contra el islamismo" (Die grosse Verschleierung: Für Integration, gegen Islamismus, su título original).

Schwarzer es coautora del libro, pues incluye artículos de varios periodistas y activistas. Los fuertes comentarios de ese texto han significado una inyección de combustible en el ya caldeado debate sobre la integración en Alemania.

"Un acto forzado"

"Sólo este acto forzado (prohibición del uso de pañuelos islámicos en las escuelas) lograría finalmente una oportunidad de libertad e igualdad para las mujeres provenientes de familias fundamentalistas ortodoxas, por lo menos dentro de los confines de las escuelas", escribió Schwarzer.

Es muy probable que muchos lectores reaccionen negativamente ante esta propuesta, pues la idea de prohibir algo atenta contra libertades y derechos que se supone son evidentes en Alemania, en este caso la autodeterminación individual y la libertad de culto.

Otro efecto que podría tener es la reacción de jóvenes musulmanas para quienes sus tocados son un símbolo de su identidad islámica.

El libro apunta que "el uso del pañuelo en la cabeza, que convierte a las niñas en extrañas segregadas socialmente y limitadas físicamente, viene acompañado de una amplia gama de trato especial que sus padres exigen de las escuelas. Siempre está la cuestión de la separación de los sexos o, en vista de que esto no se permite, de dispensar a las niñas musulmanas de lecciones de natación o de deportes, de viajes escolares o de clases de educación sexual".

La argumentación sostiene que si se impone el derecho a la individualidad, entonces se lesiona el derecho básico a la igualdad y se anula el derecho a la igualdad de oportunidades.

La experta en el Islam Rita Breuer estudió los patios de recreo de las escuelas y contribuyó en el libro con un artículo sobre la presión que las niñas que usan tocado ejercen sobre sus compañeras musulmanas que no lo hacen, con comentarios como "¿quieres parecer alemana?" o "el pañuelo es nuestro honor".

Según Breuer, en sermones o en Internet, "el vestir de la mujer islámica es propagado como una forma de protección y dignidad, mientras que las alternativas occidentales son vistas como atroces y vergonzosas. No veo que las niñas tengan ninguna libertad de decidir si usan el pañuelo en la cabeza".

Estado laico

De acuerdo con el libro, los fundamentalistas marchan sobre Alemania y el verdadero problema, según Schwarzer, es "el sistemático menoscabo de nuestros sistemas educativo y legal".

Pero el libro también aporta datos de un estudio, según el cual sólo una minoría de las mujeres musulmanas en Alemania utiliza el tocado. Inclusive, sólo la mitad de las que se consideraron "muy religiosas" dijeron utilizar la prenda.

En algunas escritoras musulmanas, como Djemila Benhabib, Schwarzer ha encontrado aliadas con credibilidad en la lucha contra los pañuelos, la Sharía y la opresión de las mujeres.

Benhabib es periodista, creció en Argelia y luego pasó al exilio en París y Canadá, donde trabaja para el gobierno. En el libro describe cómo una vez se atrevió a salir a la calle en Algeria sin un velo, a pesar de amenazas del Grupo Islámico Armado (GIA). Su conclusión es clara: "Cuando la religión gobierna por encima del estado y la sociedad, se acaban las posibilidades y no podemos hacer preguntas. Sólo a través de la separación entre estado y religión es posible encontrar un terreno común. Busquemos, lejos de las creencias, el marco referencial civil necesario para construir una sociedad civil".

Autor: Aya Bach / Vinicio Chacón /jen
Editora: Emilia Rojas