Un portavoz separatista señaló a la agencia Interfax que el referéndum tendrá lugar el 11 de mayo. "El referéndum será el 11 de mayo", dijo a la agencia Interfax Miroslav Rudenko, uno de los líderes separatistas. Así lo ha decidido el Consejo Popular de la autonombrada "República Popular de Donetsk", añadió Rudenko. La declaración se produjo en momentos en que comenzaba a aflorar la esperanza de encontrar una solución política a la crisis de Ucrania, en vista de que las partes en conflicto se habían mostrado dispuestas al diálogo.

El gobierno pro-occidental de Kiev anunció que quiere hablar con representantes políticos y sociales de las regiones de población rusoparlante en el sudeste del país. El presidente de transición, Alexander Turchinov, excluyó sin embargo a los combatientes que tengan "las manos manchadas de sangre".

El Ministerio del Exterior ucraniano subrayó en un comunicado que "un diálogo con terroristas es imposible e inimaginable". "La agresión rusa contra nuestro país" es la culpable del conflicto en el que en las últimas semanas murieron decenas de personas y cientos resultaron heridas, añadió.

Simultáneamente, uno de los líderes de la autonombrada "República de Donetsk", Denis Pushilin, dijo a la televisión estatal rusa estar dispuesto a sentarse en una misma mesa con el gobierno. Hay que evitar que se siga derramando sangre, indicó, aunque añadió que es escéptico acerca de la voluntad de Kiev.

Aplausos para Putin

El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, alabó el ”tono constructivo“ adoptado en la víspera por el presidente ruso, Vladimir Putin, quien pidió a los separatistas prorrusos que pospongan el referéndum previsto para este domingo (11 de mayo) sobre la separación del resto de Ucrania. Los activistas rechazaron hoy ese pedido.

También el candidato conservador a las elecciones al Parlamento Europeo Jean-Claude Juncker, calificó hoy en Berlín las recientes declaraciones de Putin sobre la crisis de Ucrania como "un paso en la dirección correcta". Sin embargo, recordó que aún quedan muchos pasos por dar.

Asimismo, Juncker se mostró convencido de que la amenaza de un endurecimiento de las sanciones ha demostrado tener efecto y abogó de nuevo por una posible mesa redonda para que incluya a todas las partes. "Prefiero que todos hablen con todos a que unos disparen a los otros", indicó.

Respecto a la discusión sobre el estacionamiento permanente de tropas de la OTAN en los países vecinos de Rusia, Juncker se mostró moderado. "Habrá que esperar al desarrollo de los acontecimientos en Ucrania las próximas semanas para ver si un estacionamiento de este tipo tiene sentido", dijo. "No queremos ninguna guerra. Hay suficientes cementerios de soldados en Europa", agregó durante su visita a Berlín.

ers (dpa, afp)