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Protección de animales con rango constitucional

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Alemania es el primer país de la Unión Europea en incluir la protección de los animales, como un objetivo de Estado, en su Constitución.

La Sociedad Alemana Protectora de Animales alza un gigantesco libro, en el que se lee "Constitución".Imagen: AP

Tras una batalla de más de 10 años, los ecologistas alemanes por fin lo consiguieron: el Parlamento federal aprobó por amplia mayoría la moción de incluir la protección de los animales en la Carta Fundamental. La iniciativa, años atrás bloqueada por los cristiano-demócratas, obtuvo esta vez la mayoría de dos tercios necesaria para hacer modificaciones a la Constitución. Es así como el artículo 20a indicará en lo sucesivo que el Estado, asumiendo su responsabilidad ante las generaciones venideras, protege "las bases naturales de existencia y a los animales". Estas últimas palabras son las que marcan la diferencia.

Pese al alto grado de protección que brindaba hasta el momento la ley alemana, todavía se transportan animales en viajes demasiado largos, se realizan experimentos innecesarios y existen verdaderas industrias en que los animales son mantenidos en condiciones que equivalen a una tortura.

El hombre tiene preferencia

A partir de ahora, con la modificación constitucional, la protección de los animales adquirirá un nuevo peso, según hizo notar la ministra de Agricultura y miembro del partido de Los Verdes, Renate Künast. Puntualizó en este contexto que, en el futuro, los tribunales tendrán que sopesar entre la defensa de los animales y otros valores constitucionales, como la libertad de investigación o la religiosa.

La única voz disonante en medio del amplio respaldo a la iniciativa fue la de la Sociedad para la Salud y la Investigación, que calificó la jornada de "un día negro". La organización teme que se vea debilitada la posición de Alemania como centro de investigación y que muchos científicos opten por emigrar. Con el fin de disipar estos temores, la ministra subrayó que "el hombre sigue teniendo el lugar principal", y alabó el papel de pionero que asume así Alemania dentro de la Unión Europea.

Cambio a largo plazo

Pero este es también un punto débil de la enmienda constitucional. Hoy en día, las medidas nacionales corren el peligro de no surtir el efecto deseado, si no se aplican a escala europea. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la modificación aprobada no supondrá un cambio inmediato en la suerte de los animales. Su protección no queda garantizada efectivamente, ni se puede recurrir a los tribunales para hacerla valer. Sólo figura entre las metas que se propone el estado, como dar trabajo y vivienda a todos los ciudadanos. Algo que tampoco se puede reclamar ante la justicia.

No obstante, no se trata de letra muerta. La legislación tendrá que considerar a partir de ahora el nuevo status constitucional de la protección de los animales y éste será tomado en cuenta en futuros veredictos judiciales. Aunque no cabe esperar grandes cambios de la noche a la mañana, se ha marcado un hito. Y, como dijo la ministra de Justicia, Herta Däubler-Gmelin, ha quedado en claro que los animales no son objetos.