La UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad la región Prespa, que se encuentra en tres países: Albania, Macedonia y Grecia. Pero aún es incierto si las futuras generaciones podrán disfrutar de la belleza de la zona. La mano del hombre ha destruido grandes superficies con la tala de árboles para crear campos para pastoreo y la pesca excesiva. Las iniciativas ecologistas que se crearon conjuntamente en los tres países harán todo lo posible para preservar la flora y fauna únicas. Uno de los objetivos más importantes es apoyar a la población, ya que su precaria situación social es también en parte responsable de la destrucción.