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Protegiendo a la hiena parda de Namibia

Stefan Arno Möhl
23 de noviembre de 2021

Conocido localmente como “lobo de playa”, este animal se ha adaptado a la vida en el desierto de la Costa de los Esqueletos de Namibia. Pero, mientras son protegidos por los lugareños, son cazados por los ganaderos.

Una hiena parda descansando en un paisaje arenoso del desierto en Namibia.
La población de “lobos de playa” en la Costa de los Esqueletos de Namibia sigue creciendo.Imagen: Emsie Vervey/Brown Hyaena Project

Nueva área protegida para animales salvajes

07:35

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Namibia es considerada una historia de éxito entre los conservacionistas. Muchas de las especies que están desapareciendo en el resto del continente debido a la caza furtiva y la pérdida de hábitat han encontrado un hogar en el país, donde sus poblaciones se están recuperando.

El lobo de playa, un tipo de hiena parda, se encuentra entre las muchas especies que se han recuperado. Las investigaciones de la bióloga Emsie Verwey sobre estos animales han demostrado que una de las mayores poblaciones contiguas de hienas pardas del mundo ha podido desarrollarse en el entorno hostil de la Costa de los Esqueletos. Y el lobo de playa no es un caso aislado.

Los ganaderos están preocupados por su ganado debido al aumento de la población de hienas.Imagen: Stefan Arno Möhl/DW

Sin embargo, los agricultores ven amenazado su sustento cuando los animales salvajes matan su ganado o destrozan sus cultivos. Muchos conservacionistas están convencidos de que la recuperación de las poblaciones de hienas y otras especies solo puede tener éxito a largo plazo si la población local participa activamente en la protección de los animales.

En la década de 1990, Namibia fue uno de los primeros países africanos en permitir a las comunidades establecer y gestionar reservas naturales. Desde entonces se han creado 86 áreas protegidas comunales, que cubren el 20 por ciento de la superficie del país. A través de nuevos puestos de trabajo, tasas de caza y otros impuestos, la población local se beneficia del turismo de naturaleza.

Un ejemplo es la Reserva Comunitaria de Anabeb. Se estableció en 2003 como zona de amortiguación entre el parque nacional y las tierras de cultivo y tiene una superficie de 1.500 kilómetros cuadrados. Unos 200 hogares de la comunidad local participan en la construcción y el mantenimiento de la reserva. Muchos de sus habitantes vivían antes de la caza furtiva o de la agricultura. Hoy trabajan en el sector turístico o como guardabosques.

Las hienas pardas se han adaptado a las condiciones extremas de la Costa de los Esqueletos de Namibia.Imagen: Emsie Vervey/Brown Hyaena Project

Objetivo del proyecto: formar a la población rural mediante la conservación y el desarrollo de la naturaleza. El movimiento para la conservación comunitaria en Namibia está convencido de que la conservación solo puede tener éxito si la gente afectada gestiona su tierra y sus recursos.

Socios del proyecto: la conservación basada en la comunidad cuenta con el apoyo de numerosas organizaciones de la sociedad civil de Namibia, entre las que destaca Integrated Rural Development and Nature Conservation (IRDNC).

Un videorreportaje de Stefan Arno Möhl