Se preveía que habría una protesta, pero no de estas dimensiones, según Lilli Kobler, directora del Instituto Goethe en Jartum. “La dimensión de la violencia nos tomó por sorpresa”, afirma. Ella no salió a la calle, tal como la embajada alemana recomendó a los ciudadanos alemanes en Sudán. “El viernes es un día tranquilo. Los negocios están cerrados y la gente se queda en casa”. El Instituto Goethe no resultó afectado. Debido a que es un día de descanso según el Islam, estuvo cerrado.

Nadie sabe con certeza si la embajada alemana fue atacada a propósito. Algunos sospechan que fue simplemente un objetivo casual. Se trata de una de las pocas representaciones diplomáticas en el centro de la ciudad y se encuentra cerca de una de las mezquitas de donde salieron tras la oración de los viernes irascibles manifestantes.

Lo que es un hecho es que desde hace días las tensiones aumentan en Sudán. Eso afirman distintintos observadores en Jartum. La semana pasada, imanes radicales exhortaron por primera vez, tras las oraciones de los viernes, a romper la cooperación con Alemania. Argumentaron que Alemania pertenece al grupo de naciones occidentales que se oponen al Islam.

Plan de los salafistas

Pero las cosas empeoraron el jueves (13.09). El representante oficial de los eruditos del Ilsam criticó, según un reporte del diario “Sudan Tribune”, que en Berlín fueran mostradas caricaturas del profeta Mahoma ante las mezquitas. El diario afirma que predicadores extremistas vinculados con salafistas planearon el mismo jueves protestar ante las embajadas de Alemania y del Reino Unido. Los partidarios de protestas pacíficas recibieron una rechifla de los manifestantes que coreaban consignas antialemanas. Sin embargo no hay una confirmación de estos sucesos por parte de fuentes independientes.

Este tipo de protestas encuentran una buena tierra de cultivo en Sudán. “Hay mucha gente joven frustrada debido a la difícil situación económica y social. No ven una perspectiva futura”, afirma Florian Dähne, representante de la Fundación Friedrich Ebert en Jartum. Precisamente los adolescentes y los adultos jóvenes han sido los principales afectados por la crisis económica.

Crisis económica

Desde la independencia de Sudán del Sur en 2011, Sudán (en el norte) perdió tres cuartas partes de sus reservas de petróleo. Desde entonces la moneda se ha devaluado rápidamente, acompañada de una creciente inflación. Casi la mitad de los sudaneses vive en el límite de la pobreza extrema, y una cuarta parte de los adolescentes está desempleado.

Hasta ahora los alemanes que viven en Jartum no habían percibido que Alemania fuera vista como hostil al Islam. “Los cursos de alemán son muy concurridos y Alemania es valorada por su nivel tecnológico y científico”, afirma Lilli Kobler, directora del Instituto Goethe, presente en Sudán desde hace 50 años.

Debido al ataque Alemania cerró su representación diplomática temporalmente hasta el lunes, pero no hay planes de cerrarla definitivamente. “Nos quedaremos en casa y mantendremos cautela. Esperamos que la situación se calme”, afirma Dähne, de la Fundación Friedrich Ebert.

Autor: Daniel Pelz/ EU

Edición: Emilia Rojas