Protestas contra la "Agenda 2010"
24 de mayo de 2003Los actos tenían como objetivo lanzar un último mensaje de protesta antes de que el canciller pida a las bases socialdemócratas su apoyo a las reformas en el congreso extraordinario de ese partido que se celebrará el próximo día 1 de junio y que Schröder entiende como un voto de confianza a su gestión como canciller.
Aunque los sindicatos son en principio los aliados naturales del Partido Socialdemócrata (SPD), en esta cuestión se han convertido en los principales rivales de la política gubernamental, más que la oposición conservadora que apoya buena parte de las ideas recogidas en la llamada Agenda 2010.
Sindicatos muestran fuerza
Durante una manifestación celebrada en Hannover a la que asistieron unas 12.000 personas, el presidente de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), Michael Sommer, pidió al canciller replantearse si el camino elegido es el correcto. Sommer prometió a Schröder que los sindicatos se 'interpondrán en el camino hacia una república de mini-empleos', como se denominan los pequeños contratos con poca remuneración con los que el ejecutivo pretende reducir el número de los parados crónicos. El presidente de la DGB reconoció la necesidad de emprender reformas pero subrayó que en los últimos veinte años el paro había ido en aumento pese a que continuamente se habían efectuado recortes sociales.
A juicio de Sommer el Estado debe mejorar sus posibilidades de recaudación eliminando, por ejemplo, una serie de privilegios y ampliando el número de contribuyentes. Similares fueron las críticas expresadas por otros líderes sindicales como el presidente del IG-Metall, Klaus Zwickel, quien en Bochum, en el corazón de la Cuenca del Ruhr, describió la Agenda 2010 como falta de coraje. El jefe del sindicato de la construcción, Klaus Wiesehügel, manifestó en Detmold que el canciller se había descarriado pero que no por ello se había convertido en enemigo de los sindicatos.
Agenda 2010 sólo el principio
Mientras tanto, el jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Franz Müntefering, y el secretario general del partido, Olaf Scholz, sostienen que las reformas deben ir aun más lejos de lo recogido en la Agenda 2010. Münterfering sostiene que se ha titubeado demasiado mientras las otras naciones europeas hace tiempo que han introducido reformas. Tanto Müntefering como Scholz cuentan con que Schröder recibirá un amplio respaldo en el congreso extraordinario, aunque también esperan numerosos votos en contra.
Schröder ha obtenido apoyo de un centenar de economistas que han firmado un llamamiento en el que piden una 'reorientación fundamental de las políticas económica, laboral y social' de Alemania. Entre los firmantes, se encuentra el premio Nobel de Economía Reinhard Selten, así como expertos de los principales institutos de estudios económicos del país.