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Protestas en Francia: Macron vs. el poder de la calle

30 de noviembre de 2020

Más poder para la Policía, más prohibiciones a los manifestantes, más control de las asociaciones musulmanas: ¿Qué tan a la derecha está el gobierno francés? La resistencia a las nuevas leyes va en aumento.

Frankreich Proteste in Paris
Imagen: Lisa Louis/DW

Desde el comienzo de la pandemia del coronavirus, las manifestaciones han sido una rareza en Francia, que normalmente está ansiosa por protestar. Pero el sábado pasado entre 133.000 y 500.000 personas salieron a la calle en más de 70 ciudades diferentes.

Al menos eso es lo que la Policía y los propios manifestantes dijeron. As protestas apuntan contra una nueva ley de seguridad. En particular, el controvertido artículo 24, que prohibiría la publicación de imágenes en las que se pueda identificar claramente a las fuerzas del orden, si con ello se pretende causar daños físicos o psicológicos a los agentes de policía.

La llamada ley de seguridad es uno de los varios proyectos de ley que parecen mover al gobierno del presidente Emmanuel Macron más hacia la derecha. Oficialmente, Macron justifica la medida con la protección a la Policía, ya que el número de ataques violentos a los uniformados ha ido aumentando durante años.

Pero la resistencia contra esta iniciativa está creciendo. Manifestantes como Santiago Kadeyan, de 19 años, en París, sostienen que los vídeos son el único medio de protección contra los ataques injustos de la Policía.

"Esta ley otorga a la Policía aún más poderes y recursos financieros, así como el derecho a utilizar aviones teledirigidos en las manifestaciones. Al mismo tiempo, limita nuestra capacidad de defendernos cuando nos atacan, lo que sólo conducirá a más violencia policial", dice el estudiante de medicina a DW.

La prensa teme restricciones

La importancia de los vídeos se ha vuelto a poner de manifiesto recientemente cuando la Policía evacuó violentamente un campo de refugiados en París y golpeó duramente a un productor musical antes de arrestarlo. Debido a que hay fotos de esto, los policías involucrados son ahora objeto de un procedimiento de investigación.

Los al menos 45.000 manifestantes de París procedían de todos los ámbitos y profesiones: profesores, psicólogos o incluso periodistas. Estos últimos temen que la nueva ley pueda restringir la libertad de prensa.

Mientras tanto, se ha añadido un pasaje al controvertido artículo sobre las imágenes policiales, en el que se afirma explícitamente que la norma no debe interferir con el "legítimo derecho a informar al público". Y en vista de las protestas generalizadas, incluso se está discutiendo una "reescritura completa" del controvertido artículo de la ley. Pero la periodista francesa Adeline Quéraux, que trabaja para un importante diario parisino, no se siente tranquila por ello. "Me preocupa que la regulación restrinja nuestro trabajo a largo plazo", dijo a DW.

"Quien no tiene nada que reprocharse a sí mismo no tiene nada que ocultar". Esta sentencia también debe aplicarse a la policía, dice el manifestante Santiago Kadeyan. Imagen: Lisa Louis/DW

Quéraux ha ido a manifestaciones desde que era pequeña. Pero ahora, por primera vez, tiene miedo de hacerlo. "Tengo miedo de la violencia - hay una atmósfera tan agresiva en este momento, sin ningún tipo de restricción. El gobierno se está moviendo a la derecha."

La política conservadora

Los requisitos para informar sobre manifestaciones ya se hicieron más estrictos a principios de septiembre. Desde entonces, los periodistas deben obtener una acreditación para las manifestaciones, también en lugares públicos.

El gobierno también está trabajando en una ley contra el islamismo radical, que tiene como objetivo controlar las asociaciones musulmanas de forma más estricta y limitar severamente la educación en el hogar. Una nueva ley universitaria también prohíbe las manifestaciones en los campus, a pesar de que los estudiantes siempre desempeñan un papel importante en los movimientos de protesta franceses.

Para Sebastian Roché, sociólogo y director de investigación del instituto CNRS, las últimas leyes refuerzan una tendencia que ha observado desde la elección del presidente Emmanuel Macron en 2017.

"Macron fue elegido como candidato de izquierda y derecha, y tenía un programa electoral muy equilibrado. Pero hasta ahora ha seguido principalmente políticas conservadoras, y ahora hemos llegado a un punto de inflexión: ha perdido prácticamente todos sus electores de izquierda", comenta Roché a DW, y agrega que "ahora está aplicando una política muy estricta de orden público, sentencias más duras y más policías y prisiones".

Según Bruno Cautrès, del Centro de Investigación Política de París de la Universidad de Science Po, Macron está abordando solo un aspecto de la necesidad de seguridad de los votantes. "Los franceses quieren seguridad, pero también en un sentido social. La gente está preocupada por el servicio público y el desempleo", explica a DW. Si Macron, según Cautrès, quiere tener una oportunidad en las próximas elecciones de 2022 también debería abordar estos temas.

(ct/er)

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