Pueblos indígenas, los que mejor cuidan los bosques en Latam
25 de marzo de 2021
La agencia de la ONU indica en un informe que los pueblos indígenas y tribales de la región reducen las tasas de deforestación, la pérdida de biodiversidad y las emisiones de CO² en sus territorios.
Publicidad
Los pueblos indígenas y tribales son los mejores guardianes de los bosques de América Latina y el Caribe, al ser capaces de reducir las tasas de deforestación, la pérdida de biodiversidad y evitar las emisiones de CO², estimó un informe de la FAO divulgado este jueves (25.03.2021).
Las tasas de deforestación en América Latina y el Caribe "son significativamente más bajas en los territorios indígenas y tribales donde los gobiernos han reconocido formalmente los derechos colectivos territoriales", concluye el reporte Los pueblos indígenas y tribales y la gobernanza de los bosques.
El documento fue elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) con base en más de 300 estudios publicados.
Pueblos indígenas evitaron millones de toneladas métricas de emisiones de CO²
Gracias a la contribución de estos grupos se evitaron entre 42,8 y 59,7 millones de toneladas métricas de emisiones de CO² cada año en Brasil, Colombia y Bolivia. Estas emisiones combinadas equivalen a sacar de circulación entre 9 y 12,6 millones de vehículos durante un año.
"Ese es el servicio que están aportando los pueblos indígenas y tribales a toda la sociedad", dijo el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, al presentar el informe.
Los pueblos indígenas ocupan físicamente 404 millones de hectáreas en América Latina, una quinta parte de la superficie total de la región.
De ese total, 237 millones de hectáreas (casi 60%) están en la cuenca del Amazonas, en una superficie mayor que la de Alemania, España, Francia, Italia, Noruega y Reino Unido juntos.
afp/efe /rr
Pueblos indígenas latinoamericanos protegen el medio ambiente
Guardianes de los bosques y poseedores de conocimientos ancestrales, los pueblos indígenas de América Latina contribuyen a cuidar del medio ambiente. DW recopila algunas de estas contribuciones.
Imagen: ACOFOP
RIA, lucha ambientalista con enfoque indígena
El mecanismo de compensación de emisiones de gases de efecto invernadero (REDD, por sus siglas en inglés), cuenta con una propuesta alternativa creada por los pueblos indígenas. En RIA (REDD Indígena Amazónica) aportan sus conocimientos y estrategias en la lucha contra el cambio climático. Así, se desarrollaron proyectos piloto en Colombia, Perú y Ecuador con el apoyo del gobierno alemán.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Mejia
Aunando conocimiento tradicional y ciencia
En Perú existen más de 4.500 clases diferentes de papas. Su conservación es primordial porque las especies más resistentes pueden ayudar a sobrellevar el cambio climático. Algunas parcelas del Parque de la Papa, en Cuzco, cuentan con más de 100 variedades. Un equipo de científicos trabaja con comunidades indígenas que aprovechan sus conocimientos y les procuran semillas mejoradas.
Imagen: DW
Selva viviente: desarrollo sin explotación
Con el 40 por ciento de territorio afectado por una explotación petrolera, el pueblo kichwa Sarayaku (Ecuador) desarrolló la propuesta de ‘Selva Viviente’ con el objetivo de conservar y terminar con la idea de que el desarrollo es solo la explotación del petróleo. Esta iniciativa pretende que la zona se reconozca como área protegida a la vez que pone valor a la cosmovisión del pueblo indígena.
Imagen: imago/epd
Banco mapuche
La Cooperativa de Ahorro y Crédito Endógena Mapuche “Küme Mogen” comenzó sus actividades a finales de 2015 en Temuco (Chile) con una ceremonia tradicional (foto). El banco cooperativo pretende dar créditos, incentivar el ahorro de sus asociados y promover la creación de cooperativas así como bancos de semillas y lugares donde las machis puedan practicar medicina alternativa, entre otras acciones.
Imagen: Lautaro Huichalaf
Madera sostenible para proteger al jaguar
El pueblo indígena Yine vive en un área de 53.394 hectáreas de bosques tropicales certificados por FSC en el departamento peruano de Madre de Dios. Además de la madera, que se tala de manera sostenible, la comunidad ancestral aprovecha otros recursos como la extracción de aceites y colección de semillas. Asimismo, el área es hábitat del jaguar y se hacen estudios sobre su presencia y salud.
Imagen: FSCâ Perú
Guías indígenas muestran el patrimonio natural de México
La Reserva de la Bioesfera de Sian Ka’an, cercana a Tulum (foto) es el área protegida marina más grande de México. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, recibe miles de visitantes al año. Una iniciativa de turismo sostenible capacitó a comunidades indígenas de Punta Allen y Muyil para guiar a pequeños grupos a conocer su biodiversidad y la riqueza de la cultura maya.
Imagen: Fotolia/TheMomentIWakeUp
Dejando en pie la Amazonía para vivir del acaí
Las comunidades amazónicas del pueblo indígena Tacana en el municipio de Ixiamas (La Paz) y en el Área Modelo de Manejo Integral Santa Rosa de Albuná (Pando), en Bolivia, así como otras en Tambopata (Madre de Dios), en Perú, manejan el acaí como su principal fuente de ingresos económicos, garantizando la conservación del bosque tropical amazónico, a través de un proyecto de EUROCLIMA+.
Imagen: BE/EUROCLIMA
Gestión efectiva contra la deforestación en Guatemala
La reserva de la Biosfera Maya (Guatemala) es el hogar de 180.000 personas, entre ellas, los descendientes de los mayas. Según un informe publicado en 2015 por la Alianza para Bosques, en los bosques gestionados por la comunidad, la tasa de deforestación alcanzó solo el 0,4 por ciento entre los años 2000 y 2013 mientras que en las áreas que no forman parte de la reserva, fue del 5,5 por ciento.
Imagen: ACOFOP
Reciclando botellas, iluminando oportunidades
Los Kalunga han vivido durante siglos en medio del Parque Nacional de Chapada dos Veadeiros (Brasil) donde no ha llegado una infraestructura básica a su comunidad. Muchos de ellos viven sin electricidad ni agua corriente, pero con la ONG “Litro de Luz”, la comunidad puede aprender a construir lámparas solares caseras a partir de botellas de plástico recicladas que iluminan casas y calles.