¿Puede ayudar la arquitectura a las personas sin hogar?
Rayna Breuer
4 de noviembre de 2021
Nadie debería vivir en la calle, pero la falta de vivienda es un problema mundial. ¿Qué se puede hacer? Una exposición en Múnich busca respuestas.
El campamento de personas sin hogar de Fulton Street, en San Francisco, surgió espontáneamente al comienzo de la pandemia de coronavirus.Imagen: Christopher Michel
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Según estimaciones de las Naciones Unidas, 1.600 millones de personas en todo el mundo viven actualmente en viviendas inadecuadas o no tienen domicilio fijo. Solo en Alemania, las proyecciones indican que hay casi 50.000 personas sin hogar (de acuerdo con datos de en 2018).
Y la pandemia ha demostrado lo rápido que la gente puede caer en el desempleo. Sin tener una responsabilidad personal en ello, algunos acaban en la calle.
Personas sin hogar: un fracaso del Estado.Imagen: Reuters/H. McKay
En la exposición "¿Quién es el siguiente?, los sin techo, la arquitectura y la ciudad", el Museo de Arquitectura de la Universidad Técnica de Múnich se centra en esta temática, que se ha convertido en un problema mundial y está obligando a los Gobiernos a actuar.
"La falta de vivienda es un problema mundial, pero con nuestra exposición queríamos entender con más precisión cómo se enfrenta cada ciudad a este reto", dice el curador Daniel Talesnik.
La exposición presenta los diferentes conceptos de megaciudades como Nueva York, Bombay, Santiago de Chile, Moscú o Tokio: mientras que en Chile el Estado combate la falta de vivienda con préstamos para alquileres en Moscú el problema se ignora por completo. Con películas documentales, series fotográficas y modelos de vivienda innovadores, los expositores quieren hacer reflexionar a la gente.
Personas sin hogar en Las Vegas, Estados UnidosImagen: Reuters/S. Marcus
La falta de vivienda hace visible la brecha social
La falta de vivienda es un destino privado, a menudo resultado de la pérdida del empleo, de un trauma, del consumo de drogas o de una enfermedad mental. Hay diferentes razones, pero una cosa está clara: hace visibles los fallos de una sociedad. Es un testimonio de la desigualdad y la extrema división social.
La disminución del número de edificios de viviendas sociales, la liberalización del mercado de la vivienda —con la subida vertiginosa de los alquileres y del precio del suelo—, todo ello puede llevar a que la gente termine viviendo en plazas o bajo un puente, sin tener culpa alguna.
La crisis del coronavirus ha supuesto para las personas sin hogar un dramático empeoramiento de su ya precaria situación de vida, concluye la Asociación Federal de Asistencia a las Personas sin Hogar (BAG W), en Alemania.
A unos tres kilómetros del centro de Fráncfort del Meno, en Alemania, este alojamiento azul brillante ofrece espacio para 150 personas sin residencia permanente.Imagen: Studio MC
¿Una consecuencia del capitalismo?
La escasez de vivienda no es un fenómeno del siglo XXI: Friedrich Engels escribió un ensayo "Sobre la cuestión de la vivienda" ya en 1872/73. En él, el teórico social analizaba la escasez estructural de viviendas en el capitalismo.
Para Engels, la cuestión de la vivienda no podía responderse con conceptos urbanísticos, sino con el cambio radical de las condiciones sociales. Pero el curador de la exposición de Múnich cree que la arquitectura podría aportar parte de la solución.
Aunque, obviamente, "no vemos la arquitectura como la salvadora o la única disciplina que puede resolver el problema. Sólo puede ayudar a aliviar la situación de la gente. Porque se trata de un problema social, más bien sistémico", reconoce Talesnik.
En Londres, desde finales de 2019, Holmes Road Studios ofrece pequeños apartamentos para personas sin hogar que han sido adictas a las drogas o al alcohol.Imagen: Morley von Sternberg
Según estimaciones de la ONU, unos 15 millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares cada año. Cada vez más, los jóvenes corren el riesgo de quedarse sin hogar.
Por estas razones, las Naciones Unidas adoptaron en febrero de 2020 la primera resolución sobre las personas sin hogar, en la que se pedía a los Gobiernos que adoptaran medidas rápidas y decisivas. Sobre el papel, la UE pretende acabar con las personas sin hogar para 2030.
Algunos políticos han reconocido el problema desde hace mucho tiempo y lo han incluido en su agenda. Así, por ejemplo, el alcalde de Londres, Sadiq Kahn, criticó hace tres años:
"Es una vergüenza que la gente esté muriendo en nuestro país como consecuencia de la falta de vivienda. El Gobierno debe dejar de ignorar las causas de la falta de vivienda e invertir urgentemente en los servicios que necesitamos para poner fin a esta fuente nacional de vergüenza."
Especialmente países ricos como Alemania, Gran Bretaña o Estados Unidos deberían estar en capacidad de crear mejores estructuras para las personas y garantizar el derecho a la vivienda, que está consagrado en el artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
América Latina: ubicando los barrios ilegales, para poder ayudar a sus habitantes
Reflejo de la desigualdad social de América Latina, los asentamientos populares se multiplican en la periferia, en zonas no ocupadas u ocultos tras altos muros. Ahora la tecnología ayuda a visibilizarlos.
Imagen: TECHO
Tecnología que identifica asentamientos
La ONG latinoamericana TECHO busca visibilizar la pobreza y la desigualdad de los asentamientos informales de América Latina. Una tarea urgente de reconocimiento de una población postergada y segregada de los beneficios de las grandes ciudades. Al trabajo en terreno, la organización ahora suma el análisis de imágenes con ayuda de una aplicación computacional.
Imagen: TECHO
Mapeo satelital
Sobre todo en grandes urbes, el análisis de imágenes satelitales facilita la labor de detección de asentamientos. Una mirada a través del tiempo es clave para reconocer cómo crecen las ciudades, reconocer dónde se ubican nuevos campamentos ilegales y conocer las características del terreno y sus accesos. Esta imagen aérea de Asunción, Paraguay, de 2010, es muy distinta a...
Imagen: 2018 DigitalGlobe, Inc.
La realidad actual
… esta foto de 2017, donde aparecen nuevas poblaciones en torno a los caminos. Desde el aire, sin embargo, no es tan fácil distinguir si se trata de urbanizaciones formales o asentamientos que crecieron a base de viviendas precarias, donde los pobladores mayoritariamente no cuentan con títulos de dominio ni servicios básicos de agua, luz ni alcantarillado.
Imagen: 2018 DigitalGlobe, Inc.
Mapeo social
La aplicación AP-Latam, desarrollada por jóvenes emprendedores argentinos, es capaz de identificar con gran rapidez determinadas características, como el tipo de techumbre, la densidad o la falta de calles pavimentadas, que indican la presencia de asentamientos. Aquí, marcados en rojo en una imagen satelital de Buenos Aires.
Imagen: 2018 DigitalGlobe, Inc.
La vida en los asentamientos
El mapeo permite direccionar el trabajo de los voluntarios, que por medio de encuestas recogen información sobre la situación del campamento: si los vecinos tienen acceso a servicios básicos y título de propiedad de su terreno, cómo es la calidad de la vivienda y qué organizaciones vecinales existen, entre otros datos que permiten conocer la realidad de estas poblaciones.
Imagen: TECHO
Junto al muro de la vergüenza
El Distrito Central de San Juan de Miraflores, en Lima, es una de las cinco zonas de mayor concentración de pobreza urbana en Perú. Un estudio de TECHO en este sector identificó 138 asentamientos populares, donde residen más de 12.300 familias. Aquí se encuentra el llamado “muro de la vergüenza”, que los separa de un acomodado barrio de la capital.
Imagen: TECHO
Servicios restringidos
En San Juan de Miraflores, nueve de cada diez asentamientos estudiados no cuenta con acceso seguro a la red pública de agua ni está conectado a la de alcantarillado. El 76% se abastece a través de camiones cisterna y el 74% utiliza un silo o letrina para evacuar sus necesidades. Cuatro de diez asentamientos populares no cuenta tampoco con acceso seguro a electricidad, con medidor domiciliario.
Imagen: TECHO
Organizados en comunidad
Casi la totalidad de los asentamientos cuenta con juntas vecinales, según estudios de TECHO. “A través de la autogestión de sus territorios, las comunidades buscan acceder a sus derechos, construir soluciones a las problemáticas que enfrentan y contribuir a la consecución de una sociedad más justa y sin pobreza”, indica la organización. Aquí, una reunión comunitaria en Oaxaca, México.
Imagen: TECHO
El futuro en sus manos
Junto con voluntarios de TECHO, las familias construyen viviendas más dignas. La ONG brinda apoyo a las organizaciones comunitarias en sus esfuerzos por obtener acceso regular a agua, luz y saneamiento. Los vecinos también desarrollan diversos proyectos, como equipamiento urbano, escalinatas, encaminamientos, plazas y parques.