¿Puede Baviera cerrar la frontera?
9 de octubre de 2015 DW: Señor Michl, el ministro del interior bávaro, Joachim Herrmann, amenazó con devolver a los refugiados a Austria, si es que entran por esa vía, porque el gobierno de Viena ha hecho la vista gorda a la legislación europea. ¿Es algo así legalmente posible?
Walther Michl: El gobierno de Baviera no puede hacerlo pues se trata de una competencia exclusiva del gobierno federal. En teoría, otro estado de la UE es responsable de que los refugiados crucen las fronteras externas, pero Alemania primero debería probar cuál estado de la UE debe responsabilizarse por ello. Y mientras eso sucede, los refugiados obtendrían en cualquier caso su derecho de residencia en Alemania.
Por ahora hay controles fronterizos con Austria, pero la oleada de refugiados no se detiene. ¿Podría Alemania cerrar la frontera en caso de emergencia?
Si vemos el derecho alemán, sería posible. Si vemos el derecho de la UE, algo así sería una medida absolutamente excepcional que se puede tomar unilateralmente por un período de hasta dos años. Eso podría ocurrir en caso de que hubiera serias deficiencias en el control de las fronteras exteriores. Una medida de ese tipo se puede tomar de un momento a otro.
Las fronteras exteriores de la UE están casi abiertas de par en par, excepto en Hungría, donde se ha construido una valla. ¿Se podría argumentar, en términos legales, que Alemania también debería protegerse construyendo una valla, porque los controles en las fronteras exteriores de la UE no funcionan?
No lo veo tan así. No hay nada sobre la forma de proteger las fronteras en la ley federal ni en la ley de la Unión Europea. Y, en todo caso, hay que prestar atención a los derechos individuales. Y por sobre todo debe respetarse el principio de proporcionalidad, que podría verse afectado en casos como este. Además, parecería extraño construir una valla en la frontera entre Austria y Alemania, en medio de montañas y valles. En resumen, no se trata de una propuesta realista.
La canciller Angela Merkel ha dicho, una vez más, que no puede haber una medida excepcional para frenar la llegada de refugiados. ¿Es la inmigración teóricamente ilimitada?
En principio sí. Ninguno de los instrumentos jurídicos que dan a los refugiados un status legal en Alemania y en la Unión Europea considera un límite máximo. Esto no fue pensado, naturalmente, teniendo en mente una situación como la actual, donde los números de refugiados alcanzan cifras enormes. Y tampoco se pensó teniendo en mente que las fronteras exteriores no funcionaran.
Merkel también ha dicho que la normativa de Dublín, es decir que el estado por donde entró el refugiado es responsable de dar el asilo, era “insostenible en la práctica”. ¿Puede un jefe de Gobierno dar así nada más por muerto un pacto como el de Dublín?
Visto de forma legal, no, pero en la práctica sí. Una prioridad de la UE es un marco legal válido para toda Europa. Y una jefa de gobierno de un solo estado no puede ponerse de pie y decir: “no me interesa lo que toda Europa ha aprobado como ley”. Pero visto de forma práctica, la canciller tiene razón. Si los países responsables de las fronteras exteriores no cumplen su parte de la regulación, entonces queda en duda si los estados que no tienen fronteras exteriores deben cumplir con una normativa o una construcción jurídica que ya no funciona más.
¿Qué cree usted que pasará ahora?
Creo que la situación entre las capitales europeas está tan complicada que Dublín será reformado. El objetivo debe ser restablecer controles efectivos en las fronteras externas, al tiempo que no se deja solos a los estados que controlan esas fronteras y que deben hacer frente a la afluencia de los refugiados. Y, por sobre todo, introducir estándares de asilo iguales en toda la UE. Qué tan realista es todo esto lo dirá la realidad. Por ahora, yo soy más bien pesimista.
Dr. Walther Michl es experto en derecho Europeo en la Universidad Ludwig Maximilians de Múnich.