¿Pueden los antidepresivos aliviar el dolor crónico?
26 de agosto de 2025
Este artículo se publica en DW un poco más tarde que lo planeado. El día en que tenía que escribir sobre la relación entre el dolor crónico y los antidepresivos, mis manos y mis muñecas dolían demasiado como para poder teclear más que cinco minutos seguidos. Ironía de la vida. Pero, por suerte, el dolor desapareció el fin de semana pasado. Debido a que me resultaba imposible teclear, ni realizar ningún tipo de actividad usando mis manos, he tenido que parar de trabajar. Por qué sentía esos dolores es un misterio que muchos médicos que he visitado en los años anteriores no han sido capaces de resolver.
El origen del dolor crónico a menudo es imposible de determinar con exactitud. Si bien no se conoce la cifra exacta de las personas que sufren dolores crónicos en el mundo, aproximadamente un 20 por ciento de los adultos lo sufren, de acuerdo con la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés).
La IASP define el dolor crónico como "un estado en el que un individuo experimenta dolor en la mayoría de los días, o cada día, durante más de tres meses".
Si el dolor afecta de manera significativa la vida cotidiana (como cuando no se puede cocinar, hacer deportes o siquiera escribir en la computadora), la IASP clasifica ese estado de "dolor crónico de alto impacto".
Cuando el dolor es tan fuerte, probamos todo para aliviarlo
Si usted o alguno de sus seres queridos sufre de dolor crónico, seguramente se sintieron en algún momento como yo hace un año: dispuesta a hacer casi cualquier cosa con tal de que desaparezca.
Luego de que me hicieran varias radiografías y resonancias magnéticas de mis muñecas, brazos y columna vertebral cervical y torácica, así como un test de reumatismo, y que los exámenes mostraran que "todo estaba bien", experimenté con varios tipos de fisioterapia, osteopatía y acupuntura.
Así es como terminé en el consultorio de un médico especialista en dolor, asintiendo enfáticamente con la cabeza cuando este me preguntó si estaba dispuesta a probar antidepresivos. Pero esa pregunta no es bien recibida por todos los pacientes.
"Muchos pacientes se sienten ofendidos", dijo a DW Tamar Pincus, decano de la Facultad de Medio Ambiente y Ciencias Biológicas de la Universidad de Southampton, Reino Unido. "Piensan que su doctor está insinuando que el dolor solo está en su mente".
Antidepresivos contra el dolor crónico: efecto no confirmado
Pincus indicó que, luego de un tiempo, la medicación usual para el dolor deja de hacer efecto. Por eso, ella y otros investigadores en el área están buscando soluciones alternativas. Y hay una razón lógica por la cual se enfocaron en los antidepresivos: el dolor crónico puede afectar la salud mental y el estado de ánimo de una persona.
"Una gran proporción de las personas que viven con dolor crónico, alrededor del 40 por ciento, están deprimidas", explicó Pincus. "No presentan depresión clínica. Pero se sienten culpables por no hacer su parte en el trabajo o en casa, y a menudo no pueden hacer lo que quieren o les encanta hacer".
Los antidepresivos, señaló Pincus, podrían ayudar con eso. Pero también podrían ayudar con el dolor en sí. Las sustancias químicas que regulan en el cerebro los antidepresivos, como la serotonina y la noradrenalina, también afectan tanto el estado de ánimo como el dolor.
"Las áreas que procesan el dolor en nuestro cerebro son similares a las que procesan las emociones negativas", dijo Pincus.
Por lo tanto, tiene sentido pensar que los mismos medicamentos que se usan para tratar la depresión también podrían aliviar el dolor crónico. Sin embargo, la investigación de Pincus y sus colegas no lo confirma.
Ensayos de antidepresivos contra dolor crónico no son confiables
En cooperación con Cochrane, una red internacional de revisión de datos científicos de salud, investigadores de la Universidad de Southampton analizaron resultados de 176 ensayos científicos sobre antidepresivos usados contra el dolor crónico. El ensayo incluyó a 30.000 pacientes y a 27 antidepresivos distintos.
Los resultados del estudio fueron reveladores. Los ensayos acerca del efecto de los medicamentos en el dolor crónico fueron tan pequeños y produjeron datos tan pobres que los científicos solo confiaban en la eficacia de uno solo de los 27 antidepresivos evaluados: la duloxetina.
Un ejemplo de los que no pasaron el test es la amitriptilina, el antidepresivo más comúnmente recetado contra el dolor crónico en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania (y uno de los cuales he estado tomando desde hace casi un año). Ninguno de los ensayos con amitriptilina analizados alcanzó la cantidad de 200 participantes en cada rama del estudio, lo que es considerado el umbral de confiabilidad por Cochrane y la Universidad de Southampton.
Eso no significa que la amitriptilina nunca funcione en la lucha contra el dolor crónico. Le dije a Pincus que mis síntomas comenzaron a mejorar de manera bastante drástica luego de unas cuatro semanas de tomar amitriptilina, y que estaba durmiendo mejor, por ejemplo. Ella no se sorprendió en absoluto.
"Trabajamos con evidencia basada en grupos", detalló Pincus. "No podemos predecir cómo una persona experimenta el medicamento. La amitriptilina, un tipo de antidepresivo llamado tricíclicos, puede tener efectos secundarios bastante desagradables, como somnolencia. Alguien puede decir: 'Genial, justo lo que busco', pero a nivel grupal, una baja eficacia general y una alta probabilidad de efectos secundarios no son algo positivo".
"Vive la vida al máximo"
Incluso los ensayos que demostraron que la duloxetina había sido eficaz para reducir el dolor y mejorar la función de los participantes (es decir, permitiéndoles retomar sus actividades cotidianas) no fueron a largo plazo. Tampoco analizaron eficazmente los efectos secundarios ni los daños que el fármaco podría causar a largo plazo.
"Los resultados fueron prometedores, pero [la falta de información sobre posibles daños posteriores] me preocupa", dijo Pincus.
Como alguien que está sumamente agradecida por el alivio que le han brindado los antidepresivos, me interesaba lo que Pincus sugiere para tratar el dolor crónico.
"Vive la vida al máximo", sugirió el decano de la Facultad de Medio Ambiente y Ciencias Biológicas de la Universidad de Southampton. "¡Sé aventurera con tu creatividad! Cuando lo haces, las sinapsis de tu cerebro cambian. Cualquier tipo de actividad que te brinde alegría te ayuda a vivir con el dolor crónico", enfatizó.
Si usted o alguien de su familia sufre de dolor crónico o depresión, le sugerimos visitar a un profesional médico.
(cp/rml)