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Pugna por el futuro de Irak

12 de abril de 2003

Washington se apresura a constituir un gobierno de transición en Irak, a pesar de que importantes ciudades al norte no se encuentran aún bajo control aliado, ni hay consenso en torno al rumbo a seguir.

Irak estará dividido en tres zonas.Imagen: AP

Líderes de la oposición iraquí se reunirán para deliberar sobre la constitución de una administración provisional en Irak, según los planes de Washington. Se baraja como posible sede de la primera conferencia, la ciudad de Nasiriya, al sur de Bagdad, y las negociaciones podrían iniciar a partir del sábado, si hasta entonces las condiciones de seguridad lo permiten.

Las invitaciones a participar en el encuentro han sido enviadas por el General Tommy Franks a destinatarios dentro y fuera de Irak. Se prevé que tomarán parte funcionarios estadounidenses y más de 40 iraquíes, 14 en el exilio y 29 en el país, también asistirán en calidad de observadores representantes de la ONU y de países de la ‘coalición de los dispuestos’. Al primer encuentro, de un día de duración, le seguirán otros hasta culminar con una conferencia en Bagdad para la conformación de una administración interina.

Tommy Franks.Imagen: AP

Un papel clave jugará el General Jay Garner, el hombre designado por el presidente Bush para dirigir la reconstrucción y la ayuda humanitaria en Irak. El general pensionado de 54 años de edad, ya se encuentra rodeado de un equipo integrado por expertos militares estadounidenses y de los países de la coalición bélica que irán asumiendo el control en las distintas regiones del país, con el cometido de preparar las futuras estructuras políticas civiles. Jay Garner será el jefe de la primera administración de transición en Irak, según los planes de Washington.

Irak estará dividido en tres zonas

Jay Garner.Imagen: AP

Aunque Garner mismo no ha presentado planes concretos, se habla de que el país estará dividido en tres zonas, con Bagdad, Mosul y Basora como centros desde donde se coordinará la ayuda humanitaria y la reconstrucción. El equipo de Garner deberá poner en marcha la producción petrolera iraquí y ‘limpiar’ las instituciones de posibles seguidores de Sadam. La administración bajo Garner jugará un papel clave en la conformación del primer gobierno iraquí de transición.

La Casa Blanca ha evitado especificar sobre los planes en Nasiriya, argumentando que se trata de ‘detalles operativos’ del Pentágono. No obstante, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, aclaró que esa reunión no será la ‘coronación’ de ningún líder interino, a pesar de la percepción de que el banquero Ahmed Chalabi, presidente del Consejo Nacional Iraquí INC, paraguas de la oposición en el exilio, se perfila como el líder favorito de Washington. Según la revista ‘Time’, el grupo de Rumsfeld propuso al acaudalado exiliado quien llegó a Irak el domingo pasado con gastos pagados por el Pentágono.

Ahmed Chalabi.Imagen: AP

Administraciones paralelas

Sin embargo, el Departamento de Estado y la CIA rechazaron la intervención de Chalabi, a quien consideran un charlatán que no ha vivido en Irak desde 1958, un desconocido en el país sin apoyo popular.

Además, la administración Bush está dividida en torno al mecanismo de entrega del poder por parte de militares estadounidenses a civiles iraquíes. El Pentágono afirma que no debería ser en un plazo mayor de seis meses, mientras que el Departamento de Estado considera imposible crear una democracia en seis meses en un país donde ésta nunca ha existido.

También advierte sobre los riesgos de unas elecciones precipitadas que podrían dar la victoria a un líder extremista que Estados Unidos tendría que vetar. Pero los neoconservadores del Pentágono afirman que esa posición subestima a los iraquíes y citan el ejemplo de algunos países del desaparecido bloque soviético que llevaron a cabo la transición en pocos meses.

El capitolio.Imagen: Illuscope

El conflicto llegó el jueves al Senado cuando el secretario adjunto de Defensa, Paul Wolfowitz dejó entrever un plan de dos administraciones paralelas: una encabezada por estadounidenses y otra por iraquíes. La administración estadounidense en Irak transferiría gradualmente las competencias a los iraquíes, empezando por los servicios públicos.

Independientemente de cual de los dos ministerios logre imponer su plan, hay confusión sobre el papel de la ONU en el futuro de Irak. A pesar de que Bush y Blair afirmaron que la organización mundial asumirá un papel vital en el proceso de reconstrucción, todo apunta a que éste se limitará únicamente a la ayuda humanitaria.

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