Puigdemont en Alemania: "La Policía tenía que detenerlo"
Jörg Münchenberg
26 de marzo de 2018
Tras la nueva orden europea de detención, Carles Puigdemont fue arrestado durante su paso por el norte de Alemania. ¿Debería Alemania extraditar a Carles Puigdemont?
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DW: Primero la pregunta fundamental: ¿Tenía la Policía alemana que detener a Carles Puigdemont?
Nikolaos Gazeas: Tuvo que detenerlo, porque en Alemania estaba reactivada la orden de detención europea. En Alemania se debatió y se decidió que si este cruzaba la frontera, entonces se le arrestaría. El gobierno alemán parte de la idea de que se le puede extraditar, si no, no se detendría a personas con orden de búsqueda.
Pero, ¿no actuaron los alemanes precipitadamente? Los belgas y los daneses fueron mucho más tolerantes. Permitieron a Puidgemont que se moviera a sus anchas.
Sí, exacto. De hecho, aquí tenemos que ver con la llamada orden de detención europea, que deja muy poco espacio de reacción a Alemania. Esto se debe a que en una Unión Europea unida debemos confiar mutuamente y reconocer fallos judiciales recíprocos.
Otra cuestión es naturalmente si una orden de detención europea tiene sentido en un conflicto tan político y si es oportuno a la hora de intentar tranquilizar la situación. Al fin y al cabo no tenemos que ver con terroristas, sino con políticos que han sido elegidos democráticamente.
Veamos el procedimiento actual. El expresidente catalán es llevado ante un juez de primera instancia. Este comprueba la identidad del detenido. Y después, ¿qué pasa?
Lo que sucede ante el juez es un tema breve y formal. El juez de primera instancia no decide si será extraditado, sino determina la identidad de Puigdemont y si sigue arrestado por peligro de fuga.
La Audiencia Territorial de Schleswig Holstein es responsable de la sentencia y la fiscalía de ese Land, creo yo, solicitará la extradición. La Audiencia Territorial estudiará en detalle dicha solicitud y si se permite la extradición. Ahora, la cuestión que se ha debatido ayer y hoy es: ¿cuáles son los delitos por lo que se extraditaría a Puigdemont?
Y la pregunta, naturalmente, aunque sea un poco como leer los posos de café: ¿Debe Alemania extraditarlo?
Yo creo que Alemania debe extraditarlo, pero no por todos los delitos que se incluyen en la orden de detención europea: rebelión, sedición y malversación de fondos públicos. El último punto también existe en Alemania y por eso Alemania podría extraditarlo. Solo se puede extraditar a alguien en Alemania por delitos reconocidos por la Justicia alemana.
El juez en la Audiencia Territorial, con las gafas de la justicia alemana, analizará los hechos, cómo sucedieron en España, en Cataluña y se preguntará si esos hechos son también sancionables en Alemania. Si es así, entonces permitiría la extradición. También se podría dar el caso de que Alemania lo extraditara solo bajo la condición de que se le juzgue por malversación y no por rebelión. Por esto último, en España supondría una pena de hasta 30 años de prisión.
Usted lo ha dicho, se trata de un proceso totalmente político. ¿Es la Justicia totalmente independiente?
Yo creo que la Justicia actuará de manera totalmente independiente. Confío en los jueces. Con la justicia española no hemos tenido malas experiencias hasta ahora. El caso de Puigdemont es especial. Vemos desde hace meses que la Justicia aplica allí medidas muy duras. Hay un aspecto que de hecho me hace reflexionar y dudar, el hecho de que Puigdemont haya sido acusado de rebelión. Quien sea acusado de rebelión tiene que haber usado la violencia y en su caso no hay evidencia de ningún tipo de violencia. Entonces, me pregunto y deberíamos observar muy, muy bien si se está actuando de manera justa con Puigdemont.
Nikolaos Gazeas experto en Derecho Penal y colaborador sobre temas penales en varios medios de comunicación alemanes.
Jörg Münchenberg (RMR/JOV)
Origen histórico del independentismo en Cataluña
Ante la escalada de tensión en torno al movimiento independentista de Cataluña, repasamos los momentos históricos de esta comunidad autónoma española en los que ha contado con distintos grados de autonomía.
Imagen: Reuters/A.Gea
Cataluña: concentración de población
Cataluña es la segunda comunidad autónoma más poblada de las 17 comunidades autonónomas de España. Situada en el nordeste de la península Ibérica, tiene una población de más de 7 millones y medio de habitantes que viven en las cuatro provincias que la componen: Barcelona, Girona, Lérida y Tarragona. La ciudad de Barcelona, y su área metropolitana, aglutina a dos tercios de la población catalana.
Pasado colonial diverso
Cataluña vivió la colonización de los pueblos fenicio, etrusco y griego. Los griegos se establecieron en Rosas y también en Ampurias (foto), que tuvo una gran influencia en el territorio hasta la llegada de los romanos. Estos levantaron infraestructuras y ciudades, tal como hoy las entendemos. Fue una posesión del Imperio hasta que pasó a manos de los visigodos.
Imagen: Caos30
Condados catalanes, dominio independiente
Cataluña fue conquistada por los musulmanes que fueron expulsados con el apoyo de Carlomagno. Los llamados condados catalanes se convirtieron, con el tiempo, en un dominio independiente y se confederaron en 1137 con la Corona de Aragón, a raíz de una unión dinástica entre Aragón y Cataluña. En el siglo XIII y principios del XIV la Corona se expande con las conquistas de Mallorca (foto) y Valencia.
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Conservando autonomía hasta la Sucesión
En el siglo XIII surgen instituciones como la Diputación del General (Generalitat de Cataluña), las Cortes Generales y administraciones locales, como el Consejo de Ciento de Barcelona. La Corona de Aragón se unió a la Corona de Castilla en 1476, pero conservó sus instituciones autónomas de gobierno hasta el final de la Guerra de Sucesión Española (1714), posterior a la de los Segadores (foto).
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Cada 'Diada' se celebra una derrota
Con la caída de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714, el rey Felipe rey promulgó el Decreto de Nueva Planta y se abolieron los privilegios nobiliarios, los fueros locales y las instituciones de autogobierno que eran respetadas por la Casa Austria en todos los reinos declarados austracistas. Cada 11 de septiembre (foto) se recuerda la abolición de las instituciones y libertades civiles catalanas.
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Falta de apoyo a la figura monárquica
El Sexenio Revolucionario trajo el fin del reinado de Isabel II de España y la restauración de la dinastía borbónica en 1875. Con la redacción de la Constitución de 1869 surgió el problema de en qué figura debía recaer la monarquía española. Amadeo de Saboya fue elegido como Monarca constitucional en 1871. Lo fue hasta el 1873, al abdicar por falta de apoyo y la tercera guerra carlista (foto).
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Un federalista al frente de la Primera República Española
Tras la abdicación de Amadeo I, el 10 de febrero de 1873, se proclamó la Primera República Española que apenas duró un año. El republicanismo estaba dividido entre aquellos que querían una República unitaria (con un único gobierno para todo el país) y una federal (en la que los estados autónomos se ponen de acuerdo para crear un Estado de rango superior) como Francisco Pi y Margall (foto).
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Intento de creación de un Estado Catalán
La República tuvo que hacer frente a dificultades como las confrontaciones entre los republicanos unitarios y los federalistas, así como el intento de Cataluña de crear un Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 restableció la Monarquía Española y la dinastía borbónica con el hijo de Isabel II, el rey Alfonso XII de España (foto).
Imagen: picture-alliance/Quagga Illustrations
El catalanismo republicano en lucha
Entre 1923 y 1930, la dictadura del General Primo de Rivera se instauró en España, con el apoyo del rey Alfonso XIII, el Ejército, de la burguesía, los terratenientes y la Iglesia. No obstante, Cataluña se convirtió en uno de los focos más activos de oposición a la dictadura con el crecimiento del catalanismo republicano cuyo líder, Francesc Macià, (foto), fue el luchador más comprometido.
Guerra Civil, consecuencia de poner fin a la Segunda República
En la Segunda República, diputados catalanes elaboraron el Estatuto de Núria que fue aprobado en las Cortes Españolas en 1932. Ese año, Macià fue ratificado como presidente en las elecciones al Parlamento de Cataluña. Luego fue sucedido por Lluís Companys en el cargo hasta el final de la Guerra Civil (1936-1939) que se produjo tras el golpe de Estado de 1936 contra el Gobierno de la II República.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Pérdida de libertades
El franquismo (1939-1975) supuso en Cataluña la anulación de las libertades democráticas, la prohibición y persecución de los partidos políticos no afines al régimen, la supresión del Estatuto de Autonomía (que ya había sido suspendido por el Gobierno de España entre octubre de 1934 y febrero de 1936) y sus instituciones derivadas y la persecución de la lengua y la cultura catalanas.
Imagen: picture alliance/AP Photo
Recuperando autonomía con un nuevo estatuto
Después de las primeras elecciones generales tras el término de la dictadura, en 1977, se restauró provisionalmente la Generalitat con José Tarradellas al frente. Este formó un gobierno de concentración (1977-1980) con doce consejeros para redactar el estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979 y convocó elecciones al Parlamento de Cataluña (foto) donde fueron elegidos los primeros 135 diputados.
El nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, que define a Cataluña como nacionalidad y reconoce el catalán como lengua propia, era superior al de 1932 en aspectos como enseñanza y cultura, pero inferior en otros, como justicia, finanzas y orden público. Tras su promulgación, se celebraron las primeras elecciones catalanas en 1980. Jordi Pujol estuvo al frente de la Generalitat hasta el 2003.
Imagen: Jose Gayarre
El auge de una reivindicación
El independentismo creció en los últimos años debido a los recortes del Tribunal Constitucional al nuevo Estatuto aprobado en 2006 y que establece una nueva
relación prácticamente federal con España, y al rechazo del gobierno de Mariano Rajoy al pacto fiscal, la promesa electoral de Artur Mas, que pretendía acabar con el déficit fiscal que sufre Cataluña con un sistema similar al concierto vasco.
Imagen: Reuters/A.Gea
Primer intento: 9N
Las manifestaciones multitudinarias a favor de la independencia siguieron creciendo en 2013 y 2014 y forzaron a Artur Mas, que firmó un acuerdo de gobernabilidad con ERC, formación política que quedó segunda en escaños por primera vez en la historia posfranquista, a convocar una consulta sobre la independencia en el 2014. La votación se llevó a cabo finalmente el 9 de noviembre de 2014.
Imagen: Reuters/G. Nacarino
Duelo de titanes
En enero de 2016, a raíz del acuerdo entre Juntos por el Sí (formado por Convergencia Democratica de Cataluña y Esquerra Republicana de Cataluña, entre otros) y la CUP, Mas fue sustituido por Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. Puigdemont ha continuado el proceso independentista convocando un nuevo referéndum para el domingo 1 de octubre, rechazado por el gobierno de Rajoy.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Lago
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