A la pregunta de qué se recordará de la reunión entre el presidente ruso Vladimir Putin y el líder francés Emmanuel Macron en Moscú este lunes (11.02.2022), muchos apuntarán sin duda hacía una misma dirección: la mesa. La interminable mesa blanca y ornamentada, a la que Putin colocó a Macron a una distancia prudencial de seis metros, distrajo notablemente del serio contenido de la conversación sobre la crisis de Ucrania. 

En Internet circularon innumerables memes y bromas sobre la mesa, y el acuerdo suscitó dudas en los círculos políticos. Al parecer, el Kremlin y el Palacio del Elíseo se sienten ahora obligados a hacer una declaración.

Protocolo de coronavirus del Kremlin

El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, justificó hoy (11.02.2022) la gran distancia entre los dos jefes de Estado con el protocolo de coronavirus del Kremlin. Macron se había negado a someterse a una prueba de PCR en Rusia, dijo Peskov. 

"Algunos siguen sus propias reglas. Pero en este caso se aplica un protocolo sanitario para proteger la salud de nuestro presidente y la de su invitado", dijo el portavoz del Kremlin. 

El procedimiento no tenía ninguna razón política, subrayó Peskov. La distancia física "no afecta en absoluto a las negociaciones". Anteriormente, se había especulado sobre si la distancia quería simbolizar una actitud fría por parte de Putin hacia Macron.

Putin, que mantiene medidas extremas para protegerse del coronavirus, también había permitido que algunos jefes de Estado y de Gobierno extranjeros se acercaran a él en las últimas semanas. Sin embargo, al parecer estos habían aceptado una prueba de PCR rusa.

"Ni aceptable ni compatible": ¿Macron evita que Rusia tuviera su ADN?

Macron lo rechazó. Las condiciones rusas, que habrían permitido una conversación entre los dos jefes de Estado a menor distancia, habrían impuesto un protocolo sanitario "que no nos parecía ni aceptable ni compatible con los imperativos de nuestra agenda", explicó el Elíseo. "Optamos por la otra opción propuesta por el protocolo ruso".

Las fuentes francesas se negaron a confirmar si, como indican algunos medios, la negativa de Macron responde a su deseo de que Rusia no tuviera su ADN. 

Esos medios apuntan a que el presidente francés se sometió a una PCR antes de partir en Rusia y a una prueba de antígenos una vez en ese país, aunque en ambos casos efectuadas por sanitarios franceses. 

La extraña escena de la Mesa sin fin ha sido un regalo para muchos internautas. Los memes inundaron el mundo online ruso en particular. En una de las fotos, la mesa gigante se convirtió en una mesa de ping-pong, con los dos jefes de Estado sosteniendo raquetas a juego. En otro meme, los creadores pusieron a los participantes del famoso cuadro "La última cena" en la mesa con Putin y Macron. 

Por cierto, Macron no ha sido el único en tomar asiento en la mesa de los seis metros hasta ahora. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, y el presidente iraní, Ebrahim Raisi, también mantuvieron allí sus conversaciones con Putin. El martes se espera la visita del canciller alemán Olaf Scholz a Moscú.

 La pregunta ahora es qué tan lejana será esta reunión.

FEW (AFP, EFE)