El presidente ruso, Vladimir Putin, llega esta tarde a Atenas en su primer viaje a Grecia en diez años. La visita tendrá un marcado acento económico.
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Acompañado de varios ministros y una serie de empresarios, el mandatario ruso llegará este viernes (27.05.2016) a las 12:30 GMT al aeropuerto de Atenas, y a continuación se trasladará al palacio presidencial, donde será recibido por su homólogo, Prokopis Pavlópulos.
Después, el presidente mantendrá una entrevista con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, a la que seguirá una reunión de ambas delegaciones, la firma de una serie de acuerdos bilaterales y una comida de trabajo.
Fortalecer relaciones económicas
Según informó el Gobierno griego, la agenda de las conversaciones estará centrada en el fortalecimiento de las relaciones económicas y comerciales bilaterales.
En concreto, ambos líderes hablarán de cooperación energética y turística, de vías para incentivar las inversiones rusas, así como de la promoción de las exportaciones griegas, principalmente en la industria de procesamiento de alimentos.
En un artículo publicado el jueves en el periódico griego Kathimeriní, Putin lamentó que las sanciones de la Unión Europea contra Rusia hayan conducido a un fuerte retroceso del comercio bilateral entre Grecia y Rusia, lo que, como destacó, ha dañado especialmente a los agricultores helenos.
Relaciones Rusia-UE/OTAN
Se espera que en su visita Putin reafirme el interés de su país en participar en la licitación de una serie de empresas estatales, cuya privatización forma parte del acuerdo firmado entre Grecia y sus acreedores. Entre ellas figuran los ferrocarriles TRAINOSE y el puerto de Salónica.
Ambos políticos analizarán asimismo el estado de las complicadas relaciones entre Rusia y la UE y OTAN. Durante la reunión posterior, ambas delegaciones firmarán una serie de acuerdos de cooperación en tecnología, turismo, meteorología, así como energía. Putin visitará hoy además el Museo Bizantino y mañana viajará a Salónica, desde donde se desplazará al Monte Athos, la república sagrada de los monjes de la ortodoxia cristiana.
Un fuerte despliegue de seguridad acompañará la visita. Varias calles en el centro de Atenas fueron cerradas.
VT (efe, dlf)
La encantadora San Petersburgo
La "capital al norte de Rusia" es como un tesoro, ya que tiene mucho que contar sobre la cultura, la historia y el presente de Rusia. La periodista de DW Svetlana Savchenko quedó impresionada con la ciudad.
Imagen: DW/S. Savchenko
Bailar en el casco antiguo
La noche en San Petersburgo es movida y, aunque haya frío, la gente sale a la calle. Hay muchos lugares donde se puede bailar a cielo abierto. La mayoría de las veces, un profesor de baile muestra cómo se hace y luego ya puede comenzar la fiesta.
Imagen: DW/S. Savchenko
En el río Neva
La periferia de la capital en el norte de Rusia, como se conoce a San Petersburgo, tiene su encanto. Huele a agua y el viento cortante no cesa de soplar, pero la gente ya no lo siente más. Al otro lado del río Neva se divisa la Iglesia de la Resurrección de Cristo, una de las más hermosas del país.
Imagen: DW/S. Savchenko
Iglesia de la Resurrección de Cristo
En este lugar, el Zar Alejandro II sufrió un atentado en 1881. Su hijo, Alexander III mandó erigir una iglesia para rezar por su padre. La iglesia se ha utilizado además como teatro y sala de conciertos. Tras 27 años de continuas reformas se ha convertido en un museo desde 1997.
Imagen: DW/S. Savchenko
Tras las huellas de los escritores
Las calles de San Petersburgo están llenas de recuerdos literarios para los rusos. En esta ciudad vivieron los héroes de los famosos escritores como Dostojewski, Tolstoi y Pushkin A veces detallaban las rutas de sus héroes de manera tan minuciosa que hoy podemos seguir sus huellas y sus destinos.
Imagen: DW/S. Savchenko
Viajar como en la época de los zares
Como en otras grandes ciudades europeas, en San Petersburgo también se puede viajar de forma tranquila. En el centro sobre todo puede encontrar con facilidad carruajes para ver los rincones de la ciudad.
Imagen: DW/S. Savchenko
Una ventana a Europa
En Rusia se dice que Pedro I de Rusia abrió una ventana a Europa con la fundación de San Petersburgo. Su residencia en Peterhof también estaba orientada hacia Europa. En el Golfo de Finlandia, los barcos podían navegar por el canal hasta el palacio para honrar al zar.
Imagen: DW/S. Savchenko
Palacio de Peterhof
La gran caía de agua ante el palacio consta de 64 cascadas y 255 esculturas. Cada escultura es una alegoría. La escultura del centro, por ejemplo, muestra a Sansón luchando contra un léon, y simboliza el triunfo contra Suecia en 1709, ya que el león se halla en el escudo sueco.
Imagen: DW/S. Savchenko
El teatro Mariinski
Los visitantes de la ciudad no pueden perderse el centro de ballet y ópera. Este edificio construido en 1860 (izquierda) se amplió en 2013 (derecha). En el teatro Mariinski se han estrenado muchos ballets y óperas rusos, como "Cascanueces" de Tschaikowski.
El parque forma parte de los cinco paisajes ajardinados y se halla a 30 km al sur del centro de la ciudad. Su diseño al estilo inglés fue expreso deseo de Catarina II, llamada la Grande.
Imagen: DW/S. Savchenko
El Palacio de Catalina
En el centro del parque se halla la indiscreta dacha del zar. Desde 1717 se reformó varias veces, ampliada por Catalina II y se convirtió en la sede del kaiser ruso.
Imagen: DW/S. Savchenko
Interiores dorados
Probablemente no se pueda ver tanto oro en el mundo como en los palacios rusos. Bartolomeo Francesco Rastrelli fue el responsable del diseño de la magnífica arquitectura del Palacio Peterhof y del Palacio de Invierno en San Petersburgo.
Imagen: DW/S. Savchenko
Catedral de Nuestra Señora de Kazan
Una de las iglesias más llamativas en San Petersburgo se construyó a principios del siglo XIX tomando como modelo la Basílica de San Pedro en Roma. Aquí se enterró al general Mijaíl Kutusow, un héroe de guerra quien luchó contra Napoleón.
Imagen: DW/S. Savchenko
Museo de Hermitage
Es uno de los museos de arte más grandes e importantes del mundo. Junto con el Palacio de Invierno, este museo forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO del centro de San Petersburgo. Si desea ver toda las exposiciones, tendría que caminar unos 25 km.