Una gigantesca flota está justo entre las zonas económicas exclusivas de la costa de Ecuador continental y el archipiélago de Galápagos. La mayoría son barcos de bandera china que quieren capturar calamares. O eso dicen.
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Si uno mira un mapa, las islas Galápagos están justo frente a la costa de Ecuador, a 600 millas de distancia. La zona económica exclusiva, de 200 millas, protege las riberas tanto del país sudamericano como del archipiélago. Pero al medio, justo al medio, queda un espacio de 200 millas de aguas internacionales donde la Armada del Ecuador detectó la presencia de más de 250 pesqueros, la mayoría de ellos de bandera china. El problema es que una sobreexplotación de la fauna marina de esa zona puede poner en riesgo el delicado equilibrio de Galápagos y llevar a la extinción a especies migratorias.
"Es el cuarto año consecutivo que ocurre esto mismo. Están pescando en esa zona, que es extraordinariamente rica por la confluencia de corrientes marinas”, explica a DW Luis Suárez, director ejecutivo de Conservación Internacional Ecuador, una ONG que promueve la conservación de la biodiversidad. "Se supone que buscan calamares”, agrega. Pero en 2017, un carguero chino fue capturado dentro de la zona de protección marítima de Galápagos, y en sus bodegas "se encontraron 7.200 tiburones, incluyendo algunas especies en peligro, como el tiburón martillo y el tiburón sedoso”, detalla Suárez.
"No se conocen las dinámicas de estas flotas, no sabemos qué cantidad de pesca están realizando, solo tenemos claro que es un número grande. Y capturan peces y calamares, que son transportados a otras embarcaciones que las llevan a puerto. El exceso de pesca genera un riesgo muy alto de colapsar las poblaciones y recursos que habitan en esa zona. Es una situación muy preocupante”, detalla César Peñaherrera, doctor en Ciencias Marinas Cuantitativas y director científico de MigraMar, una red internacional de científicos que investigan las especies marinas migratorias del Pacífico Este. MigraMar tiene oficinas en México, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Chile.
La unión hace la fuerza
Las autoridades ecuatorianas están muy preocupadas por la situación. Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos, explica a DW que "la fuerza naval está patrullando y monitoreando los límites de la Zona Económica Exclusiva para evitar que se produzca cualquier ingreso de esos pesqueros. Además, el gobierno ha manifestado que, sin distingo de bandera, Ecuador hará respetar sus derechos marítimos”. "El problema es que en aguas internacionales es difícil normar la pesca”, reconoce Peñaherrera, para quien queda la alternativa del trabajo regional.
"Ecuador tiene el desafío de buscar acuerdos con Colombia, Perú y Costa Rica, que son los países que tienen directa conexión con las aguas internacionales donde están operando estas flotas, y empezar a trabajar para que se aprueben regulaciones fuertes que permitan controlar el uso de recursos en aguas internacionales. Ecuador solo no lo puede lograr”, agrega el experto de MigraMar. "La diplomacia es el camino para poder establecer estos diálogos necesarios”, complementa Wray.
"La propia Convención de Derechos del Mar establece la necesidad de buscar acuerdos para sopesar los problemas de conservación de las especies, y eso ya se está activando”, explica el gobernador de Galápagos. Para él, el objetivo es asegurar que la rica biodiversidad del archipiélago se pueda conservar "para las futuras generaciones”. "En Ecuador estamos interesados en la posibilidad de unirnos a la iniciativa 30 x 30, donde países como Alemania, Reino Unido, Portugal y Canadá están incluidos. El plan es trabajar por llegar a una mejor protección de un 30 por ciento del océano para el año 2030”, agrega.
Por su basura los conoceréis
"China tiene una flota gigantesca. Para ese país ya no es suficiente la zona donde pescaban antes, por eso ahora están en todo el mundo”, explica Suárez, quien recuerda que el carguero capturado en 2017 tenía 600 toneladas de pesca en sus bodegas, incluidas aletas de tiburones. "Y eso solo en un carguero. La flota actual está calculada en alrededor de 260 embarcaciones. Eso es una cantidad de volumen de pesca impresionante”, añade.
Además de la vigilancia que realizan las Fuerzas Armadas ecuatorianas, la presencia de estas enormes flotas se revela por los descubrimientos que se hacen en la costa. Suárez explica que en las investigaciones que realiza Conservación Internacional está la recolección de basura para determinar su origen. Cuando vienen del sur –Perú o Chile– o del norte –California–, el plástico llega deteriorado por el viaje y la sal. Pero cuando son desperdicios de las flotas, es distinto. "Sabemos que hay embarcaciones de bandera china porque empezamos a detectar botellas con las etiquetas casi intactas, lo que da a entender que vienen de muy cerca, de una flota”, sostiene.
Ahí surge un segundo problema: el de la contaminación que generan estas enormes masas de embarcaciones. "Hay otras amenazas a la biodiversidad marina, asociadas a la introducción de especies, que también podría darse con esas flotas, porque son gigantescas y arrastran aguas que pueden traer especies de otros lugares. También se han detectado recipientes de aceite provenientes de China que se botan al mar impunemente”, añade Suárez. Wray respalda esa postura. "Debemos proteger la fauna marina de la región, que es muy delicada, y para ello es necesario también controlar el manejo de desechos de estas flotas marinas, especialmente de los plásticos, porque al ser lanzados al mar terminan, por las corrientes marinas, en las Galápagos”.
(jov)
Biodiversidad amenazada en América Latina
El cambio climático, la disminución del hábitat y la contaminación están llevando a la extinción a las especies nativas. América Latina y el Caribe tienen la mayor cantidad de especies amenazadas.
Imagen: picture-alliance/dpa
Paraíso de biodiversidad
La región de América Latina y el Caribe concentra cerca del 60% de la vida terrestre del planeta, según datos del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA). No sólo está aquí el hábitat con mayor biodiversidad del mundo -la selva tropical del Amazonas-, sino también seis de los países con mayor biodiversidad: Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela. En la foto, un papagayo Ara.
Imagen: Imago/imagebroker
El último de su especie
Con la muerte del “Solitario George”, una tortuga gigante de la isla Pinta de las Galápagos, desapareció el 2012 el último ejemplar de su especie. Ecuador es el país sudamericano con mayor cantidad de vertebrados en peligro crítico de extinción (340), seguido por Brasil (154) y Colombia (132), según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Imagen: picture-alliance/dpa
Manatí del Caribe
Las especies en situación más preocupante son catalogadas en la lista roja de la IUCN en tres categorías: vulnerable, en peligro o en estado crítico. El manatí del Caribe es una de las vulnerables. La caza indiscriminada hizo descender su población a 2.500 individuos y se predice que podría seguir disminuyendo. A pesar de los esfuerzos por protegerlo, la captura ilegal continúa.
Imagen: Imago/Danita Delimont
Vaquita marina
En México, todavía más crítica es la situación de la vaquita marina, el mamífero marino más seriamente amenazado. En los últimos 20 años su población disminuyó de 600 a 30 individuos. Es endémica del Golfo de California, donde las redes pesqueras han sido una trampa mortal. Un proyecto del gobierno mexicano y organizaciones internacionales intenta salvarla: www.vaquitacpr.org.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Greenpeace
Jaguar o yaguareté
Originalmente se extendía desde México al norte de Argentina, pero su hábitat se ha ido reduciendo y también el número de individuos número. En Argentina no quedarían más de 250 ejemplares y hay zonas donde ha desaparecido. Con planes de reintroducción y conservación estatales y privados están recuperando a este gran felino, conocido en guaraní como yaguareté.
Imagen: K. Spørring
Colibrí de Juan Fernández
Endémico de la isla Robinson Crusoe del archipiélago Juan Fernández, en el Pacífico, este pequeño colibrí es una de las especies chilenas en peligro de extinción, junto con el huemul, el zorro de Darwin y el abejorro chileno. Entre las plantas, el toromiro, originario de Isla de Pascua, está extinto en estado natural. Organizaciones gubernamentales y privadas intentan reintroducirlo.
Imagen: CONAF-Chile
Ranita del Pehuenche
Este anfibio, endémico de Argentina, se localiza en los Andes Centrales de Argentina cerca del límite con Chile, en la zona de Mendoza. La construcción de carretreras y diques son una amenaza para esta rana, cuya población continúa decreciendo. Junto al venado de las pampas, el cardenal amarillo y el yaguareté (jaguar) es una de las especies amenzadas en estado crítico.
Imagen: W. Prado
Armadillo o quirquincho
También el armadillo, quien fuera la mascota del Mundial de fútbol de Brasil, se encuentra en una situación delicada en Sudamérica. Catalogado como vulnerable, es víctima de la caza y la venta ilegal. La destrucción del hábitat por la urbanización, la ganadería y la agricultura es otra de als causas de desaparición de especies animales.
Imagen: Imago/United Archives International
Oso de anteojos
En Colombia, Perú y Ecuador, la deforestación ha impactado al oso andino o de anteojos, la única especie de oso de Sudamérica y el mamífero más importante de los bosques andinos. Su presencia es cada vez más escasa. En el pasado fue víctima de los cazadores, lo que mermó sus poblaciones.
Imagen: Francisco Nieto/BIA Instituto Alexander von Humboldt
Rana gigante del Titicaca
En Perú y Bolivia, en las aguas del lago más alto del mundo, habita la rana gigante del Titicaca. Catalogada en riesgo crítico, la IUCN calcula que su población ha caído a menos del 80% en las últimas tres generaciones, debido a la degradación de su hábitat, contaminación y acción de especies invasoras. El año pasado, se encontraron miles de ranas muertas en un río que desemboca en el Titicaca.
Imagen: Arturo Muñoz
Cocodrilo del Orinoco
De acuerdo al listado de la IUCN, el 12% por ciento de las 13.835 especies de la región se encuentra en peligro de extinción, ya sea en estado vulnerable, en peligro o crítico. Entre los reptiles, uno de los más amenazados es el cocodrilo o caimán del Orinoco, que habita la cuenca de este río en Colombia y Venezuela. Se trata de una especie de gran tamaño, que sufrió estragos debido a la caza.
Imagen: Frei/Mehr
Tapir centroamericano
En Guatemala, el tapir está catalogado en peligro de extinción, al igual que en los países vecinos. En Nicaragua, la Global Wildlife Conservation (GWC) tiene su centro de operaciones con un proyecto destinado a la investigación y conservación de este mamífero. Otra especie en peligro crítico en Centroamérica es la salamandra.
Imagen: Imago/blickwinkel
Tortuga de Carey
En Nicaragua se observa una importante reducción de la población de la tortuga de carey, la que históricamente ha sido cazada debido a su bella caparazón. Actualmente, el país impulsa iniciativas de protección y recuperación de esta tortuga marina, como el Proyecto Carey en la Reserva Natural Padre Ramos, en el Pacífico nicaragüense.
Imagen: picture-alliance/Y.Tylle
Magnolias
No sólo especies animales estén en peligro de extinción en América Latina y el Caribe. En Colombia, varias especies de magnolias figuran en la lista de riesgo crítico. Aunque la amenaza de las especies animales suele ser más visibilizada, el daño a las especies vegetales no es menos importante y además trae consigo consecuencias para la fauna.
Imagen: Francisco Nieto/BIA Instituto Alexander von Humboldt
Coral de cuernos de alce
En el Caribe venezolano, hay algunas especies de coral en estado crítico de conservación. Una de ellas es el coral cuernos de alce, cuya población se ha reducido en más del 80% en los últimos 30 años, especialmente por efectos de enfermedades, el cambio climático y factores relaciones con el ser humano.
Imagen: Imago/Zumapress
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