¿Qué consecuencias tendría una detención de Guaidó?
13 de abril de 2019
¿Qué ocurriría si Juan Guaidó, el hombre al que más de cincuenta naciones reconocen como legítimo presidente interino de Venezuela, fuera arrestado? DW consultó a conocedores de la crisis venezolana.
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Muchos temen que Juan Guaidó sea encarcelado por el régimen chavista. Sobre todo desde que la Asamblea Nacional Constituyente, integrada completamente por fichas de la Revolución Bolivariana, despojó al diputado Guaidó de su inmunidad parlamentaria el pasado 2 de abril, respondiendo a una petición del Tribunal Supremo de Justicia, también alineado con Nicolás Maduro. Esa corte pretende enjuiciarlo por ignorar –en febrero– una orden que le prohibía abandonar el país mientras era investigado por usurpar las funciones del Ejecutivo. No es remota, en consecuencia, la posibilidad de que llegue a correr la suerte de su mentor, Leopoldo López.
Líder de Voluntad Popular, percibido como el más radical de los partidos antichavistas, López está preso desde el 18 de febrero de 2014, tras ser acusado de haber propiciado las muertes ocurridas en el marco de las primeras grandes protestas antigubernamentales de aquel año. "López se entregó a las autoridades porque decía no tener nada que temer, pero alrededor de él había un millón de personas y ninguna hizo nada para evitar que lo apresaran", recuerda Juan Carlos Hidalgo, analista político del Instituto CATO, en Washington.
"Maduro sabe que entre sus opositores cunde una mezcla de miedo y pasividad", agrega el experto, dejando en el aire la noción de que el antichavismo no ha sabido defender a sus dirigentes. A los ojos de Ivo Hernández, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Münster, quien debe esmerarse en proteger a Guaidó no es el venezolano de a pie, sino el Parlamento. "Los legisladores que alegan ofrecerle resistencia a Maduro no actuaron con la celeridad y la coordinación necesarias para hacer viable su Gobierno de transición”.
Oportunidad dorada
Hernández pronostica que, si Guaidó es detenido, otras fuerzas dentro del Parlamento podrían aceptar sentarse a dialogar nuevamente con Maduro y medirse con él en las urnas, a sabiendas de que los nuevos comicios estarían tan viciados como los de 2017 y 2018, porque Guaidó no ha tenido "la oportunidad de reformar el sistema electoral venezolano de tal forma que cumpla con los estándares de las democracias verdaderas". No faltarán los opositores "dispuestos a cohabitar con la dictadura de Maduro", lamenta el catedrático.
Ana Soliz, investigadora de la Universidad Helmut Schmidt de las Fuerzas Armadas Alemanas, prevé dos escenarios a corto plazo: "Una detención de Guaidó podría atemorizar aún más a los antichavistas, convenciéndolos de que el poder de Maduro está intacto y de que nadie está a salvo de la represión. Pero semejante suceso también podría darles un nuevo impulso a las protestas de calle y conseguir que estas se prolonguen tanto como las de 2014 o 2017, esta vez con apoyo de la diplomacia internacional".
Para Günther Maihold, subdirector de la Fundación Ciencia y Política (SWP), de Berlín, puede que una detención de Guaidó no desencadene reacción alguna. "Y una consecuencia probable de que no ocurra nada es que los ciudadanos adversos al régimen de Maduro se frustren nuevamente, pierdan la esperanza en la posibilidad de un cambio de régimen y se desmovilicen. Por otro lado, no se puede descartar que la gente salga a protestar con más firmeza porque tengan la impresión de que se les está robando una oportunidad dorada", arguye.
"En ese caso, cabe preguntarse si, por sí solas, las manifestaciones multitudinarias serían suficientes para conseguir la liberación de Guaidó o para propiciar la anhelada transición hacia la democracia. Yo no veo tambalear a la élite chavista ni veo grietas en su alianza con las fuerzas de seguridad del Estado. Lo que sí veo es que, desde hace semanas, las formas de resistencia promovidas por Guaidó no exhiben una nueva calidad, a pesar de que los venezolanos están hartos de las estrecheces que los agobian", esgrime el subdirector del SWP.
A la espera de ayuda
"En lugar de limitarse a congregarse en las calles, ¿por qué no se forman cercos de ciudadanos en torno a los cuarteles para presionar a los militares, que son actores centrales de la política local? Ese tipo de actos iría más allá de la movilización y entraría en el ámbito de la desobediencia civil. Eso podría catalizar sucesos que den paso a una nueva dinámica", dice Maihold. A su juicio, es muy problemático que muchos de quienes depositaron su confianza en Guaidó apuesten a que la comunidad internacional derroque a Maduro.
"La ilusión de que Estados Unidos o una alianza de países les va a quitar a Maduro de encima se convirtió, más bien, en el flanco débil de Guaidó", enfatiza Maihold. Hidalgo, el experto en asuntos latinoamericanos del Instituto CATO de Washington, comparte esa opinión. Pero el profesor Hernández, de la Universidad de Münster, disiente: "La solución de la crisis venezolana no está ni en manos del régimen ni en las de sus opositores, porque el problema ha adquirido una dimensión geopolítica que trasciende a ambos bandos".
Hernández critica, eso sí, que Maduro haya recibido un apoyo formal e informal más efectivo de sus aliados que Guaidó de los países que lo reconocen, exceptuando a Estados Unidos. "Eso se debe a que las democracias están supeditadas a los dictámenes de la Organización de las Naciones Unidas, que son extraordinariamente lentos. Está por verse si esas democracias se posicionarían de una manera más concreta y decisiva para defender al presidente encargado de Venezuela", acota, pues "hasta ahora no lo han hecho".
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Venezuela: tras los pasos de Juan Guaidó
Juan Guaidó, reconocido por las democracias occidentales como presidente interino de Venezuela, corre el peligro de ser arrestado por el régimen chavista, que ve en él una amenaza para su supervivencia.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Vergara
A falta de un presidente legítimo…
Juan Guaidó es el diputado que, tras asumir las riendas del Parlamento venezolano (5.1.2019), declaró inconstitucional el segundo mandato de Nicolás Maduro (2019-2025) debido al amaño con que éste ganó los comicios presidenciales de 2018. Luego, citando los artículos 233, 333 y 350 de la Carta Magna, se proclamó jefe de Gobierno interino (23.1.2019).
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Llano
De la noche a la mañana
Reconocido progresivamente como presidente encargado de Venezuela por más de cincuenta países, el ingeniero de 35 años desafía a la élite chavista –en el poder desde 1999– como ningún otro político lo había hecho antes. Hasta el 4 de enero de 2019, un día antes de que asumiera la presidencia rotatoria del Parlamento por un año, nada dejaba entrever que Guaidó pudiera llegar tan lejos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Llano
Presidente por accidente
En representación de Voluntad Popular –percibido como el más radical de los partidos antichavistas–, Guaidó (centro) fue elegido diputado con más de 97.000 votos para el período legislativo 2016-2021. Pero analistas coinciden en decir que él llegó a la presidencia del Parlamento por azar, después de que correligionarios de mayor rango se vieran inhabilitados, uno por uno, por el régimen de Maduro.
Imagen: picture alliance/AP Photo/F. Llano
En la mira del chavismo
La Asamblea Nacional Constituyente (foto), integrada completamente por fichas del chavismo, despojó a Guaidó de su inmunidad parlamentaria (2.4.2019), respondiendo a una petición del Tribunal Supremo de Justicia, también alineado con Maduro. Esa corte busca enjuiciarlo por ignorar una orden que le prohibía abandonar el país mientras era investigado por usurpar las funciones del Ejecutivo.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Cubillos
Estado de derecho, en mal estado
Al despojar a Guaidó de su fuero legislativo se violó la normativa según la cual el Parlamento debe aprobar esa moción antes de que el Tribunal Supremo de Justicia la consume. Esta no es la primera vez que el presidente Nicolás Maduro (en la foto con la Constitución nacional en la mano) viola lo establecido en la Carta Magna.
Aunque tenía prohibido salir del territorio venezolano, Guaidó viajó a la ciudad colombiana de Cúcuta (22.02.2019) para apoyar con su presencia un espectáculo que buscaba llamar la atención del mundo hacia la crisis humanitaria de su país. Allí coincidió con los mandatarios de Colombia, Chile y Paraguay para hacer llegar alimentos y medicinas a Venezuela a través de la frontera colombiana.
Imagen: Reuters/Courtesy of Chilean Presidency/M. Segura
Retorno por la puerta principal
Después de un breve periplo por Latinoamérica, Guaidó retornó a Venezuela (04.03.2019). En el principal aeropuerto del país lo esperaban representantes diplomáticos de diferentes países, incluido el de Alemania (Daniel Kriener, centro), quienes lo escoltaron, prácticamente, hasta Caracas. Llamó la atención que Guaidó superara los controles de seguridad sin que las autoridades lo apresaran.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Extraño precedente
Guaidó (izq.) fue detenido el 13 de enero de 2019, cuando sólo era presidente del Parlamento venezolano, pero fue liberado una hora después. Maduro negó haber dado la orden de arrestarlo y describió la medida como una actuación arbitraria de agentes de inteligencia que, según el líder chavista, fueron sancionados por ello. Expertos señalan que apresar a Guaidó sería riesgoso para Maduro (der.).
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Cortez/F. Parra
Los guardaespaldas de Guaidó
John Bolton, Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca (a la derecha, en primer plano), ha dicho que cualquier acción contra Guaidó recibiría “una respuesta fuerte y significativa” de Estados Unidos. Y el senador republicano Marco Rubio, figura prominente en la política del presidente Donald Trump para Venezuela, instó a considerar un eventual arresto de Guaidó como un golpe de Estado.
Imagen: Reuters/C. Barria
Temiendo lo peor
Quienes dan por altamente probable la detención de Guaidó traen a la memoria el reciente encarcelamiento (21.03.2019) del jefe de su despacho (foto), Roberto Marrero –acusado de “conspiración, legitimación de capitales, asociación para delinquir y ocultamiento de armas y explosivos”–, y el arresto de su mentor, Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular (18.02.2014).
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Donaire
Primera dama
Como Liliana Tintori, cónyuge del dirigente opositor encarcelado Leopoldo López, también la esposa de Juan Guaidó, Fabiana Rosales (en la foto junto al presidente de Estados Unidos, Donald Trump), podría terminar asumiendo labores de portavoz si al autoproclamado presidente interino de Venezuela llegaran a ponerlo tras las rejas.
Imagen: Reuters/C. Barria
"La dictadura nos bloqueó"
El 28 de abril, Guaidó se dirigía a Barquisimeto cuando desconocidos le cerraron el paso a su comitiva. El líder opositor no pudo llegar al mitín, donde miles de personas lo esperaban. Por medio de un mensaje de audio explicó la situación: "La dictadura nos bloqueó caminos, no nos permite llegar a Barquisimeto". Convocó a otro encuentro con su gente y añadió "no nos van a detener".
Imagen: Reuters/I. Alvarado
Liberación de Leopoldo López y militares sublevados
A primera hora de la madrugada del 30 de abril, Juan Guaidó colgó un video en Twitter donde hace un llamado a tomarse las calles. Aparecen junto a él un grupo de soldados de la FANB y el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, quien relató que fue liberado "por militares leales a la Constitución" y por Guaidó. Éste dijo que había comenzado la fase final de la "Operación Libertad".