El partido socialdemócrata alemán (SPD) comparte con sus homólogos de varios países europeos la baja de popularidad en las encuestas. Pero no todo está perdido.
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Portugal: la luz de esperanza
Si los socialdemócratas europeos buscan consuelo en estos días, deberían dirigir su mirada a Portugal. Allí, el socialdemócrata António Costa amplió incluso su mayoría en octubre pasado en cuatro puntos porcentuales a un 36 por ciento. Los nombres de los partidos provocan cierta confusión. Aunque el de Costa se llame Partido Socialista, es de corte socialdemócrata. El partido de oposición más fuerte es el Partido Socialdemócrata, que sin embargo es conservador-liberal y se desplomó en dichas elecciones. El Primer Ministro Costa, en cambio, fue reelegido, gracias a su combinación de política social solidaria y buena gestión fiscal: se consolidaron las finanzas públicas del antiguo país problema de la UE. Además, la economía creció. Ahora Costa quiere aumentar el salario mínimo de 600 a 750 euros e iniciar medidas de promoción del empleo para los jóvenes.
Francia: un deplorable panorama
Casi ningún otro país representa el declive de la socialdemocracia europea como Francia. El partido todavía se llama "socialista" y no socialdemócrata. Su mejor tiempo lo vivió durante la presidencia de François Mitterrand de 1981 a 1995. El "Parti Socialiste” siguió siendo mucho después después uno de los grandes. En 2012, tenía aún una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, y con François Hollande, volvió a conquistar la presidencia. Luego vino el salto al vacío: en las elecciones presidenciales de 2017, su candidata apenas obtuvo el 6% de los votos y quedó en quinto lugar. En las elecciones europeas, incluso cayó al sexto lugar. Hasta ahora, nada indica que se vaya a recuperar.
Polonia: despertar de la primavera
La izquierda se divide actualmente en este país de Europa del este en tres grupos: "La izquierda democrática”, "La primavera” y la "Izquierda Unida”. Como alianza electoral, este trio obtuvo el 12,6 por ciento de los votos en las elecciones parlamentarias de octubre. Los socialdemócratas apelan a los votantes jóvenes y de las grandes ciudades. Los tres partidos tienen una orientación proeuropea, social y secular.
Dinamarca: éxito, gracias a dura política de asilo
Ningún otro partido socialdemócrata en Europa persigue una línea tan dura en la política de asilo. Eso, junto con una clásica política social de izquierda, se ha convertido en su éxito. Antes de las recientes elecciones en junio, los socialdemócratas de Dinamarca, bajo Mette Frederiksen, propusieron que las solicitudes de asilo se tramitaran fuera de la Unión Europea. Plantearon que la ayuda al desarrollo debe estar condicionada a la voluntad de los países de recibir a los solicitantes de asilo rechazados.
Así, Frederiksen logró conquistar a muchos electores que antes habían optado por un partido populista de ultraderecha. El exlíder del SPD alemán, Sigmar Gabriel, aconsejó a sus correligionarios germanos seguir el camino de Dinamarca, pero fue rechazado fuertemente.
Gran Bretaña: con el "brexit” vino el fracaso del laborista Corbyn
Irónicamente, Jeremy Corbyn, de 70 años, era, hace no mucho, el gran portador de esperanza del Partido Laborista. Especialmente los jóvenes estaban entusiasmados con las ideas izquierdistas de la redistribución de la riqueza propuestas por Corbyn. Muchos jóvenes se sumaron al partido. Pero el sueño se ha derrumbado. Y el "brexit” fue el detonante. El veterano Jeremy Corbyn siempre ha tenido reservas sobre la UE, que él considera "demasiado capitalista”. Por lo tanto, nunca ha defendido la membresía de su país en la Unión Europea.
Ahora, poco antes de las elecciones del 12 de diciembre, no se compromete más. Muchos votantes se preguntan: ¿Qué es lo que realmente representa Jeremy Corbyn frente al "brexit”? El que quiere permanecer en la UE, preferirá elegir a los demócratas liberales o los Verdes; y los que quieren salir, prefieren a los conservadores. Muchos de los que quieren una política de izquierda y permanecer en la UE no saben a qué atenerse con los laboristas.
(jov/er)
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Hace 100 años nacía Willy Brandt
La genuflexión del excanciller Willy Brandt ante el monumento a las víctimas del nazismo hizo historia y lo hizo merecedor del Premio Nobel de la Paz. En el 100 aniversario de su nacimiento les ofrecemos estas imágenes.
Imagen: WBA im AdsD der FES
Cuando sobran las palabras
Corre el año 1970. El canciller Willy Brandt se arrodilla ante el monumento a las víctimas del terror nazi en el Gueto de Varsovia. Ese gesto no es sólo un homenajea a los asesinados por el régimen nazi. Es también un acto mudo de súplica de perdón por los crímenes cometidos por Alemania durante la II Guerra Mundial. Este 18 de diciembre, Brandt hubiera cumplido 100 años.
Imagen: picture-alliance/dpa
Resistencia desde el exilio
El nombre de Willy Brandt, hijo de madre soltera, era Herbert Frahm. Cuando Hitler llega al poder, en 1933, toma el nombre de su madre. Ya era socialdemócrata por convicción, y por miedo a la persecución, se oculta y huye hacia Oslo. Allí trabaja como periodista y organiza la resistencia contra Hitler con los socialistas exiliados.
Imagen: WBA im AdsD der FES
Alcalde de Berlin
Tras el fin de la guerra, en 1945, Willy Brandt regresa a Alemania. Pasa a formar parte del primer Parlamento alemán como diputado por Berlín. A partir de 1957 se desempeña como alcalde de la capital germana. En 1961 se empieza a construir el Muro de Berlín, que divide a la ciudad. Brandt se esfuerza para que Berlín siga siendo parte de la República Federal de Alemania, es decir, de Occidente.
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Kennedy visita Berlín
Dos años después de la construcción del Muro de Berlín, el presidente estadounidense John F. Kennedy visita Berlín. Junto al alcalde, Willy Brandt, y al canciller Konrad Adenauer, Kennedy viaja por la ciudad. Más tarde, el presidente de EE. UU. pronuncia un apasionado discurso sobre el valor de la libertad, y anuncia su solidaridad con los alemanes del oeste diciendo “Ich bin ein Berliner”.
Imagen: dpa
Canciller en 1969
Luego de dos campañas perdidas, en 1961 y 1965, Brandt no llega a ser canciller, sino ministro de Relaciones Exteriores. Pero en 1969 llega su momento al ser elegido como el primer canciller socialdemócrata de la historia de Alemania. Y eso, a pesar de que los democristianos obtuvieron la mayoría de votos. Por medio de una coalición con los liberales, Brandt se asegura la mayoría en el Parlamento.
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Premio Nobel de la Paz
El 10 de diciembre de 1971, Willy Brandt recibe el Premio Nobel de la Paz en Oslo. Según el jurado, el canciller “extendió la mano en nombre del pueblo alemán hacia una política de reconciliación entre países que habían sido enemigos”. Así, Brandt es homenajeado por su visión política, que había contribuido a distender las relaciones entre el Este y el Oeste durante la Guerra Fría.
Imagen: picture alliance/dpa
Voto de confianza
Varios miembros de su coalición pasan a la oposición a modo de protesta contra la política de Brandt para el este de Europa y la renuncia a los territorios que habían sido parte de Alemania. En 1972, la oposición lo enfrenta a un voto de confianza con la intención de destituirlo. Pero la maniobra fracasa y Brandt permanece en el puesto de canciller.
Imagen: picture-alliance/AP
El caso Guillaume
Se supone que el motivo del retiro de Brandt, en 1974, es la revelación de que Günter Guillaume, un estrecho colaborador, había sido espía de la RDA. Guillaume y su esposa habrían estado espiando a ciudadanos de la RFA durante 20 años.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Eternos rivales
Después del retiro de Willy Brandt, Helmut Schmidt es el nuevo canciller federal. Aunque Schmidt había sido ministro de Defensa y luego de Finanzas bajo el mando de Brandt, los compañeros de partido siempre fueron rivales debido a su estilo político: Brandt era el gran visionario, amado u odiado. Schmidt, por el contrario, un pragmático.
Imagen: picture-alliance/dpa
Un socialista internacional
En 1976, Brandt es designado presidente de la Internacional Socialista, una función que también desempeñaron Fidel Castro, Michail Gorbachov y Yaser Arafat. Willy Brandt contribuye a que dicha organización vuelva a tener peso en la política internacional.
Imagen: picture-alliance/dpa
Cae la Cortina de Hierro
El 9 de noviembre de 1989 cae el Muro de Berlín, que dividió la ciudad durante 28 años. A la mañana siguiente, Willy Brandt vuela hacia Berlín y expresa su agradecimiento por estar viviendo esos momentos históricos en un emocionante discurso. Con respecto a la reunificación de Alemania, Brandt dice: “Ahora crece junto lo que pertenece a un mismo tronco”.