La última ola de protestas en Irán fue aplastada con una violencia brutal. Sin embargo, el coraje para resistir y la solidaridad han aumentado, y pueden reavivar la revuelta en cualquier momento.
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Los funcionarios de la República Islámica de Irán enfatizan en público que todo está bajo control. El ayatolá Alí Jamenei incluso decidió indultar a decenas de miles de prisioneros, incluidos muchos de los encarcelados por las protestas contra el Gobierno. No se ha anunciado oficialmente cuántos manifestantes hay en las abarrotadas prisiones del país. Según organizaciones de derechos humanos, a mediados de diciembre se detuvieron a más de 18.000 personas por protestar en todo el país. Más de 500 manifestantes fueron asesinados, entre ellos, al menos 63 menores, la mayoría por disparos en la cabeza.
La última ola de protestas se desencadenó por la muerte de la iraní de origen kurdo Jina Mahsa Amini, de 22 años, a mediados de septiembre en manos de "la policía de la moral". A pesar de la violenta represión, estas protestas continuaron al menos 100 días, según el renombrado sociólogo Saeed Madani.
Su análisis de 44 páginas se extrajo a escondidas de la prisión, la semana pasada, y se publicó en las redes sociales. El profesor de la Universidad de Teherán, de 61 años, está tras las rejas desde mayo de 2022, porque habló ya entonces en duros términos en una entrevista sobre las protestas contra la inflación y la escasez de alimentos: "Estas protestas están dirigidas a todo el sistema político y volverán a suceder", dijo.
"La última ola de protestas, llevada a cabo por diferentes capas de la sociedad y minorías étnicas y religiosas, ha dejado profundas cicatrices y ha cambiado la sociedad. El coraje para resistir y la solidaridad entre los oprimidos ha crecido a lo largo de todas las generaciones. El cambio también transformará la actitud de los responsables y de los que están en el poder", escribe ahora el profesor.
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¿Demasiado optimismo?
Jannis Grimm, investigador de protestas y revoluciones, del Centro para la Investigación Interdisciplinaria de Paz y Conflictos de la Universidad Libre de Berlín, no comparte este optimismo. "Después de fases revolucionarias como esas o, en general, después de las fases de movilización de masas en los regímenes autocráticos, la represión a menudo aumenta considerablemente", explica Grimm a DW.
En las provincias de Sistán y Baluchistán, en el sureste de Irán, se puede apreciar mucha movilización. La capital de provincia Zahedán se ha convertido en un bastión de las protestas; la situación ha sido tensa durante cinco meses.
"Las fuerzas de seguridad están por todas partes. Se establecieron al menos 15 controles de carretera en la ciudad e internet sigue muy restringido", dijo a DW la activista de derechos humanos Fariba Balouch. Vive exiliada en Londres desde hace tres años, pero sigue en contacto con su ciudad natal: "Desde la masacre del 30 de septiembre, la gente protesta todos los viernes". Allí, fueron asesinadas más de ochenta personas por las fuerzas de seguridad. Abrieron fuego contra la gente reunida tras la oración del viernes.
Movilización de mujeres
Entre los asesinados había niños pequeños y ancianas. El "viernes sangriento" movilizó a muchas mujeres en las provincias tradicionalmente conservadoras de Sistán y Baluchistán para unirse a las protestas, asegura Fariba Balouch:
"Muchas mujeres han quemado sus largos chadores negros y visten sus tradicionales vestidos coloridos, que usaron hasta la Revolución Islámica. Incluso las mujeres de orientación religiosa están mostrando solidaridad en las protestas de los viernes y apoyando las demandas de igualdad de derechos para las mujeres en Irán".
Los manifestantes cuentan con el apoyo del influyente clérigo sunita Maulawi Abdulhamid, el predicador de los viernes en la capital provincial. Los musulmanes sunitas son mayoría en la provincia, a diferencia del resto del país. Sufren discriminación sistemática por parte del gobierno central. Esta provincia en la frontera con Pakistán y Afganistán es considerada una de las regiones más pobres de Irán. "La gente exige justicia. Quiere libertad y un sistema político diferente. El lema principal de la protesta es 'Muerte al dictador'", explica Balouch.
"Una vez derribado el muro del miedo, se necesita mucho tiempo para reconstruirlo", reconoce el investigador Grimm. Muchas personas, sobre todo mujeres, oponen ahora resistencia civil. Según Katajun Amirpur, profesora de estudios islámicos especilizada en Irán, "lo principal que ha cambiado es que hay una mayor sensación de solidaridad. Esto se refleja en el llamado: 'De Zahedán a Kurdistán, mi corazón pertenece a Irán'".
(rmr/rml)
Cronología de tres meses de protestas en Irán
La violenta muerte de Jina Mahsa Amini desató el mayor movimiento de protestas de las últimas décadas contra el represivo régimen de Irán. El Estado ha reaccionado con la máxima dureza. Una cronología.
Imagen: Kenzo Tribouillard/AFP
El rostro de una revolución
El 13 de septiembre de 2022, Jina Mahsa Amini fue detenida en Teherán por la Policía de la Moral, porque su atuendo no se atenía a las estrictas reglas de la República Islámica. Tres días después, la joven kurda murió. Con mucha probabilidad fue asesinada por las fuerzas de seguridad. Su muerte ha desatado una revolución en Irán.
Imagen: Kenzo Tribouillard/AFP
"Mujer, vida, libertad"
El 17 de septiembre comienza el levantamiento contra el régimen iraní. Durante el entierro de Amini en su ciudad natal, Saghes, las mujeres se despojan de sus velos, ondeándolos en el aire, y entonan el grito: "Mujer, vida, libertad", que se convierte en el eslogan de la nueva revolución iraní.
Imagen: UGC/AFP
Rebelión contra los ayatolás
La muerte de Amini es el arranque de un movimiento histórico. Desde entonces, las protestas sacuden todas las regiones de Irán. Como la de la imagen, que tuvo lugar a finales de septiembre en Teherán. No solo las mujeres participan, sino personas de todos los sexos, etnias y edades. Es el levantamiento más grande desde la proclamación de la República Islámica, en 1979.
Imagen: AFP
Sin yihab y sin miedo
La de la imagen es solo una de las muchas mujeres que, cada vez más, salen a las calles de la ciudad kurda de Sanandaj sin el yihab obligatorio. Con esta actitud demuestran un enorme valor, ya que se arriesgan a ser castigadas con latigazos o prisión.
Imagen: SalamPix/abaca/picture alliance
Mostrar el cabello como signo de rebelión
Pero las mujeres no se dejan intimidar: estas escolares se han quitado el velo y piden la "muerte del dictador". Se refiern al ayatolá Alí Jamenéi. En las universidades ha habido protestas masivas y huelgas de profesores, de estudiantes, e incluso de trabajadores en el sector del petróleo. A principios de diciembre hubo una huelga general en todo el Kurdistán.
Imagen: SalamPix/abaca/picture alliance
Violenta represión contra los manifestantes
El régimen reacciona violentamente: la Policía trata de reprimir las protestas con dureza. En la foto se observa como unos policías se acercan, con sus porras en la mano, hacia un grupo de manifestantes que sale huyendo. Organizaciones de derechos humanos calculan que más de 400 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad, entre otros, niños y jóvenes.
Imagen: AFP
Cárcel para quien ofrezca resistencia
Arbitrariedad y brutalidad: según testigos oculares, la Policía y los militares golpean con dureza a los demostrantes, algunos de los cuales incluso son baleados por la espalda. Además, se han producido detenciones masivas: unas 14.000 personas podrían haber sido encarceladas por su participación en las protestas.
Imagen: SalamPix/ABACA/picture alliance
Escalar sin velo
Famosos del mundo del arte, la cultura y el deporte se han unido a las protestas. La selección nacional de Irán se negó a cantar el himno nacional de su país en el Mundial de Qatar. La escaladora iraní Elnaz Rekabi compite sin velo en Seúl, y las imágenes dan la vuelta al mundo. Pero rápidamente se le impone el silencio. La deportista debe, además, pedir disculpas.
Imagen: Rhea Kang/AFP
Mi pelo, mi vida
El movimiento de protestas recibe apoyo procedente de todo el mundo. Miles de personas se manifiestan desde París hasta San Francisco, pidiendo un cambio de régimen en Teherán. La mujer de la imagen es una iraní en el exilio que se corta el cabello frente al consulado de Irán en Estambul, en solidaridad con las mujeres de su país. Personas famosas de todo el mundo copian su gesto.
Imagen: YASIN AKGUL/AFP/Getty Images
Luminosa solidaridad
El destino de las iraníes conmueve al mundo, y el levantamiento de la población recibe numerosas muestras de solidaridad. En la imagen, la berlinesa Puerta de Brandeburgo aparece iluminada con las palabras en kurdo "Mujer, vida, libertad". La revista estadounidense "Time" nombra a las mujeres iraníes "Heroínas de 2022".
Imagen: Markus Schreiber/AP/picture alliance
Horca para los "enemigos de Dios"
Teherán reacciona con más dureza aún. Dos manifestantes han sido ahorcados: el rapero Mohsen Shekari y Majidreza Rahnavard, cuya imagen aparece en este celular. La ejecución podría ser el destino de al menos 38 manifestantes más, acusados de ser "enemigos de Dios". En Irán, incluso los niños pueden ser ejecutados.
Imagen: AFP/Getty Images
"Quien siembra vientos, cosecha tempestades"
Lágrimas de sangre: una mujer protesta en Qatar antes de un partido de fútbol de la selección iraní. La comunidad internacional está horrorizada por las recientes ejecuciones. La UE ha impuesto nuevas sanciones a Irán, donde las protestas continúan: "Quien siembra vientos, cosecha tempestades", anuncian los opositores al régimen: la muerte de Jina Mahsa Amini no será en vano.