Con mi marido nos conocimos un 5 de septiembre. El fue a Nueva York para ver los conciertos de Michael Jackson. El último fue el día 10 de septiembre. El me comentó que el día del atentado se encontraba dormido junto con sus amigos en el hotel. Naturalmente lo vieron todo por televisión. Lo más extraño del asunto es que, debido al nerviosismo, todos bailaban música del cantante mencionado, tal vez para animar a la gente en el lobby del hotel. Su lema siempre ha sido: ''Heal the World' (Sanar al mundo). ¿Una ironía de la vida? Un día anterior hizo una broma: junto con sus amigos visitaron el WTC, y, como 'actor' que es, comenzó a imitar a Nicolas Cage en la pelicula Angels City, fingiendo que caía al precipicio para convertirse en ángel. El jamás se imaginó que al siguiente día la gente saltaría del WTC también para convertirse en ángeles. Coincidencia cruel. Siempre recordaremos que debido al 11 de septiembre nos enamoramos.
Gabriela Hernandez

Ya en el ocaso de mi vida, ésta me ha enseñado a reconocer quiénes son los incitadores que se benefician de las grandes tragedias. Esta vez no es distinto. George Bush, y quienes lo necesitan para defender sus intereses corporativos, fueron los grandes beneficiarios del derrumbamiento de las Torres Gemelas. Por ello, no me parece objetivo ni posible que talibanes en EE.UU. hayan sido los autores del acto terrorista que consolidó a un presidente cuestionado con un juicio electoral en Florida. Ni que estos talibanes terroristas hayan pensado ayudar a los grandes consorcios petroleros que necesitaban transitar por Afganistán e Irak. Finalmente, sólo hay terrorismo cuando se gobierna a través del miedo y del terror, todo lo demás es subversión al poder establecido. Por tanto, el mayor terror está dentro de los habitantes en los EE.UU. En Afganistán e Irak no hay terror, hay guerra ocupacional por parte de un país extranjero. Y para terminar, el avión que se estrelló en el Pentágono fue bastante especial, no tenía alas ni motores en ellas, ya que dejó tan sólo un hoyo minúsculo comparado a las máquinas que se estrellaron en las Torres. ¿Dónde estaba yo en ese momento? Mirando la televisión y escuchando los primeros comentarios de pilotos profesionales entrevistados, donde decían que era imposible que una nave pilotada pudiera hacer lo que se veía allí. Obviamente, tras las primeras horas, nunca más entrevistaron a pilotos. Qué pena me dan los habitantes de EE.UU., aterrados por su propio gobierno con la complicidad de todos los medios de comunicación, y siento indignación por el poder corporativista estadounidense que amplía cada vez más guerras y genocidios sin que ningún país occidental abogue por los derechos humanos de las víctimas de los países en invadidos.
Anónimo, Chile.

Salía para mi trabajo y recién como a las diez de la mañana, hora de mi país, me di cuenta de lo que había pasado. Sólo recordé que el 11 de septiembre de 1973 Allende fue derrocado con la participación y financiación de diversos estamentos del gobierno de EE.UU., y que los estadounidenses, así como los chilenos, también tenían su 11 de septiembre. El primer 11-S ocurrió en Chile cuando el presidente Salvador Allende, elegido legítimamente por el pueblo chileno, fue derrocado y llevado al suicidio por las fuerzas militares de su país, instigadas, patrocinadas y dirigidas por el Secretario de Estado de EE.UU., el Sr. Kissinger, la CIA, la ITT y podríamos decir, para resumir, por el Gobierno y la élite de los Estados Unidos. ¿Fue eso terrorismo? ¡Claro que sí! De un Estado contra otro. ¿Por qué hoy no lloramos la cantidad de asesinatos cometidos por la dictadura de Pinochet? ¿Por la cantidad de torturados, desplazados y exiliados chilenos? ¿Por qué hoy sólo nos tienen que doler los ataques del 11-S contra EE.UU. ? Lo que le pasó a Estados Unidos en el 2001 es apenas una mínima parte de lo que su Gobierno ha hecho y patrocinado en países como los latinoamericanos a lo largo de toda su historia.
María Cristina Quiroga

Yo llegaba del trabajo. Ese día salía más temprano de lo acostumbrado. Cuando llegué a mi casa, todos estaban al frente del televisor absortos y atónitos ante lo que estaba pasando. Mi madre creía que era una película, y reaccionó cuando vio el segundo avión en una de las torres. Realmente espeluznante. Mis oraciones para todos aquellos que han fallecido.
Bibiana Ordinola

Me preparaba para ir al trabajo, y, por alguna razón, no encendí el televisor ni la radio hasta las 10 AM, más o menos. Cuando sintonicé CNN me quedé pegado y me olvidé de todo lo demás. Un amigo que hacía el turno de la mañana me llamó suplicándome cambiar el turno, pero me negué rotundamente pues no quería perder detalle de las noticias. Al llegar al lugar donde trabajaba como vendedor vi las caras de la gente llena de asombro, pesar y desconcierto. Ese día nadie vendió nada y las tiendas grandes cerraron poco despues del mediodía. Las pequeñas las imitaron poco después. Fueron mucha emociones, y unas cuantas lágrimas. Fue realmente impactante.
Angel

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