El ministro alemán del Interior, Horst Seehofer (CSU), se ve agotado y pálido estos días. Este jueves (27.06.2019) dijo en el Bundestag: "Incluso a un ministro le llega esto al alma". Se refiere al asesinato de Walter Lübcke, el gobernador de Kassel, de la CDU, asesinado de un disparo por motivos políticos por un extremista de derecha a principios de junio.

El hecho fue una gran sacudida. La política, alarmada, discute sobre el creciente –y, según muchos, repetidamente minusvalorado–  peligro del radicalismo de derecha. En el pleno del Bundestag alemán, los delegados debaten las consecuencias del caso Lübcke, a iniciativa del Gobierno, que quiere lanzar una señal clara, y no de la oposición. El título del debate es ya una declaración de intenciones: "Por la protección de nuestra democracia, contra el odio y la violencia de extrema derecha".

"Tenemos que luchar contra sus redes"

El visiblemente conmovido ministro del Interior es el primero en tomar la palabra. Quiere una estrategia de "tolerancia cero" hacia las consignas de odio, el antisemitismo y la xenofobia. Habla del extremismo de derecha como "un gran peligro". Pide no usar ningún lenguaje que lleve al "odio y la violencia". Esta demanda se oye una y otra vez este jueves en Berlín.

La recriminación es un descarga contra el partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD). Los demás partidos lo acusan de contribuir a un clima de confrontación con su retórica, con sus redes sociales y discursos, con sus difamaciones hacia los demócratas comprometidos, para preparar el terreno para los radicales de derecha. Algo que Gottfried Curio, el portavoz de la política nacional de AfD, trata de esquivar. "Paren las acusaciones de incitación", se defiende de los ataques de todas las demás partes.

La experta en Interior del partido La Izquierda, Martina Renner, dice que ha llegado el "momento de tratar de otra forma con los agitadores de derecha". Renner señala que el peligro del terrorismo de derecha ha sido minimizado durante demasiado tiempo y solo se ha achacado a "delincuentes individuales" y en su lugar "debemos luchar contra las redes".

"Dar mas peso al Estado de derecho"

El peligro de la derecha no es un problema solo para el Bundestag. Antes de comparecer allí por la tarde, Seehofer ofreció las crudas cifras en la mañana. Frente a la prensa, presentó en Berlín el informe de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV, el servicio de inteligencia de Alemania). En relación con el asesinato de Lübcke, las estadísticas son especialmente explosivas.

En el informe, las autoridades de seguridad enumeran con precisión cómo y por quién están amenazados Alemania y los alemanes. "El año 2018 ha demostrado una vez más que las amenazas a nuestra sociedad abierta se han vuelto más diversas y complejas", dice Seehofer. Y continúa: "Voy a mostrar todos los registros, lo que significa que expondré todas las opciones, todas las posibilidades, no solo para mantener las formas, sino con el objetivo de que podamos dar más peso al Estado de derecho".

La cantidad de extremistas de derecha ha aumentado una vez más en comparación con el año anterior, "así que se ha llegado a un nuevo máximo", apunta Seehofer. Un total de 24.100 extremistas de derecha registraron las estadísticas del año pasado. Un incremento de 100 personas respecto al año anterior. Más de la mitad de los extremistas de derecha son considerados "violentos", dice el ministro del Interior. "Unido a la alta afinidad con las armas del espectro extremista de derecha, estas cifras son extremadamente preocupantes. Por eso digo conscientemente que también tenemos una situación de alto riesgo en este tema".

Los extranjeros, los solicitantes de asilo, los musulmanes y los políticos se cuentan entre los considerados enemigos por los extremistas de derecha. Para Seehofer, el asesinato selectivo de Lübcke es una señal de alarma para el orden básico de una democracia libre. Y él anuncia que hará más contra el peligro de la derecha. En el caso de Lübcke, promete en la televisión pública ARD investigar: "¿Hay alguien que sepa algo, tal vez cómplices? ¿O hay incluso una red, lo que sería lo peor?".

Aún no hay indicios de una red de derecha

Según las declaraciones del fiscal federal, no hay indicios de ello, a pesar de los recientes arrestos relacionados con el asesinato de Lübcke. La policía ha puesto a disposición judicial a dos sospechosos más. Están siendo investigados por colaboración e instigación al asesinato. Habrían ayudado en la adquisición de armas. En una tienda de campaña, la policía encontró el arma homicida, así como otras pistolas y rifles. Stephan Ernst, que confesó el asesinato de Lübcke, había dicho dónde se encontraba el pequeño arsenal. Las autoridades competentes no suponen que Ernst y los recién arrestados hayan unido fuerzas para formar un grupo terrorista de derecha.

Acción contra el odio en internet

A menudo, a las palabras siguen los hechos. El ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, también llama este día la atención sobre esta conexión. Con vistas al supuesto asesinato extremista de derecha de Lübcke, el político del SPD quiere enviar una señal. Bajo el hashtag #DonnerstagderDemokratie ("jueves de la democracia") llamó a recordar a los muchos voluntarios y políticos locales que están expuestos una y otra vez al odio y al acoso en internet.

"No se puede simplemente aceptar eso", dijo Maas en ARD. Para la acción, había invitado a todas las facciones del Bundestag, excepto a la AfD.

(lgc/rrr)

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