Está prevista la conversión de la casa natal de Hitler en una comisaría de Policía. Pero el debate sobre el destino del edificio sigue dividiendo a los austriacos.
Publicidad
Está en la calle Salzburger Vorstadt, número 15. Es una casa de estilo Biedermeier, discreta, de piedra y pintada de un agradable color crema. Las ventanas de la planta baja tienen rejas de hierro. Junto a ella, llama la atención una parada de autobús y, delante, una piedra conmemorativa de granito que llega hasta la cintura. "Por la paz, la libertad y la democracia. Nunca más fascismo, advierten millones de muertos", reza la inscripción cincelada. Es la casa donde nació Adolf Hitler.
Solo por eso, es una casa especial, y la localidad en la que se sitúa, Braunau am Inn, también lo es. Incluso 78 años después del suicidio de Hitler en el búnker de la Cancillería del Reich en Berlín, sigue habiendo discusiones sobre el destino que debe darse a la casa natal del dictador. El Estado austriaco, propietario del inquietante edificio, se debate sobre qué hacer con él. Como quieren deshacerse del lugar de peregrinación de neonazis, piensan convertirlo en comisaría de policía. Pero la idea tropieza con cierta resistencia.
"Una señal completamente equivocada"
"Convertirla en comisaría es una señal completamente equivocada", dice el cineasta Günter Schwaiger, "una bofetada a las víctimas". Este cineasta de 58 años ha realizado un aclamado documental sobre la casa natal de Hitler titulado "¿Quién teme a Braunau?".
"Braunau no es una ciudad marrón", dice a DW Schwaiger, aludiendo al color con el que se conoce a los nazis. "¡Todo lo contrario!", prosigue. El hecho de que Hitler naciera aquí obliga a la gente a enfrentarse al pasado más que en ningún otro sitio. "No hay que tener miedo de Braunau y mucho menos de la gente", afirma el cineasta.
Por su parte, la "Iniciativa Ciudadana Discurso Casa de Hitler" se levanta en armas contra los planes del Ministerio del Interior austriaco. "El efecto simbólico sería catastrófico", dice a DW su portavoz, Eveline Doll, ya que "la Policía desempeñó un papel cuestionable en la época nazi”. "Además, hay muchas buenas ideas y sugerencias sobre cómo utilizar esta casa de forma inteligente y responsable en términos de historia contemporánea".
Publicidad
En busca de una "solución históricamente correcta”
La búsqueda de un uso "apropiado" se remonta a mucho tiempo atrás. Tras la anexión de Austria al Reich alemán en 1938, el partido nazi NSDAP adquirió la casa natal de su "Führer" y creó un centro cultural. Después de la guerra, volvió a manos de sus antiguos propietarios. El Estado se convirtió en arrendatario, y desde entonces sirvió unas veces de biblioteca, otras de escuela y, por último, de taller para discapacitados. Desde 2022, la casa natal de Hitler está vacía. En 2016, Austria la expropió para evitar que los neonazis se adueñaran de ella.
Pero, ¿qué hacer con el edificio? El Estado ha nombrado una "Comisión sobre el Tratamiento Históricamente Correcto de la Casa Natal de Adolf Hitler". En su informe final, la Comisión, que incluía historiadores y políticos, declaraba: "El mito del Führer y el culto al Führer formaban y forman parte de la narrativa central sobre Hitler".
Así pues, es importante "romper el simbolismo del lugar", ya sea mediante un "uso social-caritativo u oficial-administrativo". La Comisión desaconsejó los "proyectos educativos y las exposiciones de historia contemporánea".
El debate continúa
"Siempre se ha tratado de que esta casa no se convierta en lugar de peregrinación para los nazis", explica Oskar Deutsch, presidente de la Comunidad Judía de Viena y también miembro de la Comisión. Deutsch destaca en diálogo con DW que "aquí está prevista una comisaría de policía de un Estado democrático de derecho, cuya tarea es, entre otras cosas, actuar contra la recreación nacionalsocialista".
En marzo de 2023, la "Bürgerinitiative Diskurs Hitlerhaus" encuestó a 1.000 austriacos en el Instituto del Mercado de Linz. Más de la mitad (52 por ciento) estaban a favor de crear una "institución que trate temáticamente el nacionalsocialismo, el recuerdo, el antifascismo, la tolerancia y la paz", el 23 por ciento estaba a favor de la demolición, mientras que solo el 6 por ciento estaba a favor de que la Policía se instalara en el lugar.
Eveline Doll, portavoz de la iniciativa ciudadana, tiene un as en la manga. Su idea es que la asociación vienesa "Amigos austriacos de Yad Vashem" exhiba de forma permanente en la casa natal de Hitler la exposición "Los Justos. El valor es una cuestión de elección".
La muestra, de 400 metros cuadrados, conmemora a valientes personas no judías que arriesgaron sus vidas para salvar a judíos durante el Holocausto. "Esta idea es una base para el debate", dice con cierta cautela el portavoz de la asociación, Georg Schuster. "Si no cuaja, no pasa nada".
De momento, nada se opone a la reconversión, de 20 millones de euros, en comisaría de policía. También está prevista una sala formativa, donde los policías recibirán formación sobre derechos humanos. Las obras empiezan a principios de octubre, pero es probable que el debate sobre la casa natal de Hitler en Braunau continúe. (ms/ers)
"Nunca más": monumentos en memoria del Holocausto
El 27 de enero es el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Los monumentos conmemorativos en toda Alemania garantizan que los millones de víctimas no sean olvidados.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schreiber
Campo de concentración de Dachau
Una gran escultura se alza frente a Dachau. Situado a las afueras de Múnich, fue el primer campo de concentración que abrió el régimen nazi. Pocas semanas después de que Adolf Hitler llegara al poder, fue utilizado por las SS para encarcelar, torturar y matar a los opositores políticos del régimen. Dachau también sirvió de prototipo para los demás campos nazis que le siguieron.
Imagen: picture-alliance/dpa
La villa Wannsee
La villa situada en el lago Wannsee de Berlín fue fundamental en la planificación del Holocausto. Quince miembros del Gobierno nazi y de los escuadrones de las SS se reunieron aquí, el 20 de enero de 1942, para idear lo que se conoció como la "Solución Final", la deportación y el exterminio de todos los judíos del territorio ocupado por Alemania. En 1992, la villa se convirtió en un museo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Monumento a los judíos de Europa asesinados
Situado junto a la Puerta de Brandemburgo, el monumento berlinés a los judíos asesinados en Europa se inauguró el 10 de mayo de 2005, sesenta años después del final de la Segunda Guerra Mundial. El arquitecto Peter Eisenman creó un campo con 2.711 losas de hormigón. Un centro de información subterráneo adjunto incluye los nombres de todas las víctimas judías del Holocausto conocidas.
Imagen: picture-alliance/dpa
Monumento a los homosexuales perseguidos por el nazismo
No muy lejos del monumento a los judíos asesinados de Europa, otro monumento de hormigón honra a los miles de homosexuales perseguidos por los nazis entre 1933 y 1945. El monumento de cuatro metros de altura, que tiene una ventana que muestra alternativamente una película de dos hombres o dos mujeres besándose, fue inaugurado en el Tiergarten de Berlín el 27 de mayo de 2008.
Imagen: picture alliance/Markus C. Hurek
Centro de documentación en el recinto de congresos del partido nazi
Núremberg acogió los mayores mítines del partido nazi desde 1933 hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. El congreso anual del partido nazi, así como los mítines con hasta 200.000 participantes, tuvieron lugar en esta zona de 11 km². En la actualidad, el edificio inacabado del Palacio de Congresos sirve como centro de documentación y museo.
Imagen: picture-alliance/Daniel Karmann
Monumento a la Resistencia Alemana
El edificio Bendlerblock de Berlín fue la sede de un grupo de resistencia militar. El 20 de julio de 1944, un grupo de oficiales de la Wehrmacht en torno al coronel Claus von Stauffenberg llevó a cabo un intento de asesinato de Adolf Hitler, que fracasó. Los líderes de la conspiración fueron fusilados esa misma noche, en el patio del Bendlerblock.
Imagen: picture-alliance/dpa
Campo de concentración de Bergen-Belsen
El campo de concentración de Bergen-Belsen, en Baja Sajonia, se creó inicialmente como campo de prisioneros de guerra, antes de convertirse en un campo de concentración. Los prisioneros demasiado enfermos para trabajar fueron traídos aquí desde otros campos de concentración. Una de las 50.000 personas asesinadas aquí fue Ana Frank.
Imagen: picture alliance/Klaus Nowottnick
Campo de concentración de Buchenwald
Situado cerca de la ciudad de Weimar, en Turingia, Buchenwald fue uno de los mayores campos de concentración de Alemania. Desde 1937 hasta abril de 1945, los nacionalsocialistas deportaron a unas 270.000 personas de toda Europa y asesinaron a 64.000 de ellas antes de que el campo fuera liberado por soldados estadounidenses en 1945. En la actualidad, el lugar sirve como monumento a las víctimas.
Imagen: Getty Images/J. Schlueter
Monumento a las víctimas sinti y romaníes del nazismo
Frente al edificio del parlamento del Reichstag en Berlín, un parque inaugurado en 2012 sirve de monumento a los 500.000 sinti y romaníes asesinados por el régimen nazi. Alrededor de un estanque conmemorativo, se lee el poema "Auschwitz", del poeta romaní Santino Spinelli: "Cara hundida, ojos apagados, labios fríos, silencio, un corazón roto, sin aliento, sin palabras, no hay lágrimas".
Imagen: picture-alliance/dpa
"Stolpersteine", adoquines conmemorativos de bronce
En la década de 1990, el artista Gunther Demnig inició un proyecto para enfrentarse al pasado nazi de Alemania. Unos cubos de hormigón recubiertos de latón colocados frente a las antiguas casas de las víctimas del nazismo proporcionan detalles sobre las personas y su fecha de deportación y muerte, si se conoce. Hay más de 45.000 "Stolpersteine" o "piedras en el camino", en 18 países de Europa.
Imagen: picture-alliance/dpa
La Casa Parda en Múnich
Justo al lado de la "Führerbau", donde Adolf Hitler tenía su oficina en Múnich, estaba la sede del Partido Nazi, llamada la "Casa Parda". Un cubo blanco ocupa ahora el lugar que ocupaba antes. En él, el " Centro de documentación sobre la historia del nacionalsocialismo de Múnich" abrió sus puertas el 30 de abril de 2015, 70 años después de la derrota del régimen nazi.