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¿Qué hacer frente al flujo migratorio hacia Canarias?

Mirra Banchón5 de septiembre de 2006

El flujo de migrantes frente a las costas españolas aumenta. España desespera, Europa acusa. Al respecto, DW-WORLD conversó con Axel Kreienbrink, especialista en el tema.

En lo que va del año, 21.500 personas han llegado "sin papeles" a las Canarias.Imagen: AP

"España asiste impotente a la llegada masiva de inmigrantes", dicen los diarios. DW-WORLD conversó al respecto con Axel Kreienbrink, experto en migración, autor del libro: "España, país de migración - Política de migración entre la europeización y los intereses nacionales".

¿Es verdad que España es impotente frente a la llegada de los inmigrantes de África?

Como Estado individual, sí, bastante, porque tiene unas fronteras muy grandes y largas que no puede vigilar completamente. Y porque lo que tenemos ahora en las Canarias es que cuando una medida de política de migración funciona mejor, como es el caso de Marruecos, los migrantes toman un desvío. Por eso llegan desde Mauritania, desde Senegal o desde Cabo Verde.

¿Cree usted que se exista una medida para frenar esta ola de migrantes?

A corto plazo se puede intentar, como lo exigen las fuerzas políticas, más seguridad, más control, más marina, más barcos que intercepten los botes frente a las costas de Senegal y Mauritania. Pero, ésa es una medida que depende de ponerse de acuerdo con esos países. Como Marruecos, con quien está funcionando todo mucho mejor que en los años anteriores, y sin embargo, a través de esa ruta en lo que va del año han llegado más de 6.000 personas a la Península Ibérica. Es decir, es difícil impedir el fenómeno a corto plazo.

¿Y una medida a largo plazo?

Dependiendo de cuán largo sea el plazo. La respuesta clásica a largo plazo es que si solucionara los motivos de la emigración de África, la gente ahí tendría menos motivos para irse. El problema de ello radica en que si se empieza a hacer una buena ayuda al desarrollo -y es cuestionable la calidad de la actual política de desarrollo y cooperación- a corto plazo, el fenómeno de incremento de la emigración, porque en el momento en que se incrementan los medios económicos de una región, la gente de pronto tiene los recursos para abandonar su país. Y lo hacen. Esto sólo puede ser visto como una estrategia a muy largo plazo.

Entonces, ¿existe alguna posibilidad de solucionar el asunto?

Preguntar si se puede solucionar el asunto en total, sugiere que uno puede supresionar las migraciones per se. Sin embargo, los estudios demuestran que la migración es un fenómeno que es parte de la condición humana. El problema se plantea cuando tenemos un flujo incontrolado en una región específica, como es el caso de España en este momento. Sin embargo, comparado con los verdaderos flujos migratorios a nivel mundial, es relativamente poco. Las verdaderas corrientes migratorias se dan ahora en África. Y la pregunta es si, de verdad, la mejor estrategia consiste en cerrar fronteras. La única estrategia puede hacer algo en contra de la pobreza, de la destrucción del medio ambiente y de la guerra.

¿Ha dejado Europa sola a España con el problema?

No, existe un paquete de medidas a nivel europeo que son válidas para todos los miembros de la Unión Europea. Los Estados europeos las han acordado juntos y hay que tener en cuenta que hay muchos ámbitos de la migración en que los miembros de la UE han dicho: "no queremos que eso sea decidido por Bruselas". Todos los Estados nacionales tienen competencias individuales en el ámbito de la migración. Sobre todo en cuanto a la migración de fuerza laboral. En ese sentido no se puede decir que Europa haya dejado sola a España. Además los Estados nacionales no le han dado el poder a Europa para actuar en el asunto.

La alternativa sería una fuerza a nivel europeo que pueda impedir la migración. Sin embargo, una fuerza como tal empieza apenas, con Frontex. Básicamente esta operación que apenas empieza, una test, habrá que ver si funciona. Si Frontex existiese ya desde hace veinte años y tuviese sus propios efectivos, pero no los tiene; hay que ponerse de acuerdo, con mucho trabajo en quién ofrece qué y para qué.

El comisario Franco Frattini ha acusado al gobierno español de fomentar este fenómeno con su política de amnistías. ¿Cree usted que el gobierno de Zapatero se ha equivocado?

El fin de semana anterior se ha registrado el mayor flujo en lo que va del añoImagen: AP

El señor Frattini ha utilizado el argumento que utiliza el Partido Popular. Pero ésta no es la política del gobierno de Zapatero, es la política de España desde 1985. Ha habido siete regularizaciones, la última se ha llamado normalización. Es una receta que ha sido utilizada por todos los gobiernos, sean del PP o sean del PSOE. Se puede discutir si una política de regularización es una buena política o no. Pero una respuesta definitiva creo que no existe.

Además la regularizaciones no las ha utilizado solamente España, también lo han hecho los portugueses, los italianos, los griegos. Incluso se habla de un modelo de política migratoria de Europa del sur. Así que yo no creo que se pueda decir que el gobierno de Zapatero se ha equivocado.

El otro asunto es si con la última regularización del 2005 no hay suficientes estudios que indiquen si hubo el "efecto llamada". Me acuerdo de un estudio de la Fundación Jaime Bofill de Barcelona, en la que se aseveraba que la regularización no había tenido el efecto llamada. Y sobre todo a corto plazo, no creo que lo tenga. Porque las personas que han conseguido un permiso de residencia tienen su derecho a residir en España y por eso no van a irse a otros Estados, lo que teme Europa. También debido a que las condiciones de vida y de trabajo en Europa del sur son más fáciles y hay menos controles que en el norte.

Más allá del manejo político y las posibilidades a mediano y largo plazo, los migrantes son reales y están ahora en las Canarias…

La regla en este momento es llevarlos a la Península, a centros de internamiento y después de cuarenta días, según la ley desde 1985 hay que dejarlos libres. La posibilidad de retornarlos a su país de origen se acaba cuando ellos rompen sus pasaportes y no se sabe de dónde vienen y no los puede expulsar. Ese es el problema central. Se les manda a la calle y se quedan en España.

El exigirle a los países de origen, como ahora Senegal, que ponga fin a los cayucos, se hace a través de la diplomacia bilateral. Y en ello tiene que intervenir la Unión Europea.

Eso termina en un juego que se mueve a través de dinero y ayuda al desarrollo. Es decir, yo creo que si la oferta es suficientemente grande, Senegal, estará dispuesto a frenar las cosas como lo ha hecho Marruecos. Pero no hay que olvidar que con Marruecos ha tardado bastante, el primer convenio de readmisión fue en 1992 y no funcionó bien. Sólo a partir del 2003 y 2004 ha comenzado a funcionar, a pesar de que el Gobierno de Canarias diga que no. En relación con otros tiempos sí. El problema es que ahora la dimensión de la migración es mucho mayor.

La situación frente a las costas españolas, ¿toca de alguna manera a Alemania?

A mediano plazo, en la medida en que podría pasar lo que dije hace un momento que no sucede. Que las personas que entran a Europa por el sur, es decir por España e Italia, se distribuyan por Europa, con lo cual tendríamos migración ilegal.

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