Los padres pueden tener buenas razones para separarse, pero a menudo los hijos sienten que su mundo se desploma. Sin embargo, no tiene por qué ser una tragedia si los adultos no se olvidan de que seguirán siendo padres.
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El psicólogo Harald Werneck recuerda vívidamente al niño de 12 años que no comía el almuerzo que su papá le preparaba para llevar al colegio. Como resultado, su padre se enfureció tanto con él que se divorció de su madre y se fue de la casa. O por lo menos así perciben los niños lo que sucede en su entorno.
Por eso los hijos tienen su propia perspectiva sobre la separación de sus padres. Pueden llegar a ciertas conclusiones que pueden parecer absurdas para una mente adulta, y, sin embargo, tienen sentido para los más pequeños.
Pero, ¿qué pueden hacer los padres para que la separación no sea tan dura para los hijos? ¿Qué son las cosas que nunca deberían hacer, sin importar que estén enojados, tristes, heridos, o si su relación se desploma?
No tiene que ser una mala noticia
Para responder a estas preguntas, hablamos con niños y con psicólogos. Corinna, de nueve años, dijo que estaba disfrutando "de una mañana normal” hasta que su mamá le pidió que viniera al comedor. Ahí es donde le dijo que su papá se iría de la casa. La nena dice que la noticia la tomó por sorpresa, que estaba asustada, y que no entendía qué estaba sucediendo.
Pero, ¿no es eso lo que tenemos que esperar de los niños cuyos padres se separan? ¿No es siempre una mala experiencia?
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"No,” dice Beatrice Wypych, psicóloga y terapeuta familiar. "Si los padres discuten mucho cuando están juntos, al separarse puede que la situación se relaje,” dijo a DW. Los padres que están en una constante lucha hacen que el ambiente en el hogar se vuelva tóxico, explica. Están tan preocupados por sus propios problemas que básicamente se olvidan de sus hijos. Una vez que su relación termina, mamá y papá se pueden concentrar nuevamente en sus hijos.
Sin embargo, los niños no reciben suficiente información sobre lo que está sucediendo. Ellos pueden sentir la tensión y la hostilidad que hay entre sus padres, pero no entienden de dónde vienen. "Si no hay comunicación con los hijos, se quedan solos con sus propios sentimientos y tratan, por sí solos, de encontrar un sentido a las cosas,” dice Wypych.
¡No es tu culpa!
Anica, que ahora tiene 28 años, cuenta que sus padres discutían constantemente. "Mi mamá siempre estaba triste. Cuando uno es niño, piensa que tiene la culpa,” dice.
Al psicólogo Werneck no le sorprende este pensamiento. "Especialmente durante la edad prescolar, los niños piensan de manera egocéntrica,” explica. "Ellos creen que, con su comportamiento, han contribuido a todo lo que sucede a su alrededor”. Muchos padres, añade, simplemente se olvidan de decirles a sus hijos que no son responsables por el fracaso de la relación.
Corinna nunca se ha sentido culpable por la separación de sus padres. Su madre, sin embargo, esperaba que ella tomara partido. "Mi mamá esperaba que me enojara con mi papá. Ese fue su gran error. Ella hizo que su problema con mi papá fuera también mío,” cuenta.
Huérfanos emocionales
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Wypych, que también trabaja como psicóloga jurídica, dice que, en última instancia, los niños cuyos padres permanecen en conflicto, pierden a sus padres. Los chicos, dice, "se convierten en huérfanos emocionales.” La madre habla mal del padre, y viceversa. Mientras tanto, el niño se ve obligado a permanecer en medio de ambos, y esto conlleva a que la relación entre padres e hijos se deteriore, con lo cual se produce un daño severo en la autoestima del niño.
"Lo importante es que los progenitores logren separar su rol de expareja y su rol de padres”, dice Wypych. También añade que es muy importante explicarles a los chicos que ellos están a salvo y que los padres van a estar siempre allí para ellos cuando los necesiten.
Padres y amigos
Para los padres separados que leen este artículo, y que tal vez estén aliviados porque han logrado un vínculo amistoso con su expareja, puede que ese acuerdo también sea complejo para los chicos. "Como adultos, y sobre todo como psicólogos, describimos esta instancia como el mejor punto de partida”, explica Werneck. Pero, "los niños se preguntan: ‘¿Por qué mis papas se separaron?”
¿Los niños de padres divorciados están condenados a la infelicidad? Beatrice Wypych dice que no. Los psicólogos coinciden en que una interpretación negativa o positiva de nuestra propia vida es decisiva para la felicidad. "Por supuesto, esto suena mucho más simple de lo que es," admite Wypych.
Primero y ante todo, los padres que se separan tienen que tratar de ver el mundo a través de los ojos de sus hijos. Entonces, para sus hijos, el divorcio no tiene por qué ser una tragedia.
(bt/cp)
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Así crían a sus hijos los padres alemanes
Aunque en todo el mundo la paternidad enfrenta problemas similares, hay algunas cosas que se deben saber antes de enfrentarse a unos padres "made in Germany".
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¿Nombres tradicionales o inusuales?
¿Quiere que su hijo destaque o sea uno más del montón? La elección del nombre del bebé es como decidirse por el diseño de un tatuaje, salvo que la elección la hacen los padres, pero el que cargará con las consecuencias será el hijo. En todo caso, nunca ha sido una buena idea criticar la elección del nombre de una persona. Marie y Elias fueron los favoritos en Alemania en 2016.
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Amamantar en público
Aunque por diversos factores no todas las madres pueden hacerlo, amamantar es una práctica muy extendida en Alemania. Los alemanes no tienen problemas con los desnudos, así que en general dar pecho en público no genera conflictos. Sin embargo, no existe una ley que proteja a las madres lactantes. Cada dueño de tienda puede decidir que no se dé pecho en su local, y algunos pocos lo hacen.
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Amamantar a niños creciditos
Este es otro tema en el que a nadie le gusta ser juzgado. Es posible ver a madres amamantando a niños de tres años en un parque. Sí, es una excepción, pero puede ocurrir. Como el permiso maternal se paga durante 12 meses en Alemania, y hasta 14 meses si es compartido por ambos padres, muchas madres tratan de cortar la lactancia antes de volver al trabajo, pero no existe una norma al respecto.
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Cuidado de los niños
Y ya que estamos en eso de volver al trabajo, la organización del cuidado de los niños es otro asunto estresante. Si bien muchos se sienten felices con hallar un lugar cerca de casa, para algunos padres alemanes esta decisión es crucial para la formación académica de los chicos. Por ejemplo, si buscan alguna "filosofía" de educación alternativa; deben buscar bien dónde comenzar la vida preescolar.
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Vacunación
Algunos padres rechazan las vacunas, que no son obligatorias en Alemania. Según la OCDE, el 96 por ciento de los niños están cubiertos por este prodigioso avance de la ciencia, aunque otros estudios sostienen que la cifra es menor. Esta creencia irracional solo funciona si hay suficiente gente vacunada. Sin ir más lejos, gracias a los antivacunas Berlín enfrentó una epidemia de sarampión en 2014.
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El arte de llorar
Los niños se despiertan varias veces en la noche y los padres se agotan. Siguiendo el llamado "método Ferber", muchos se han hecho seguidores del libro "Jedes Kind kann schlafen lernen" ("Los niños pueden aprender a dormir"), que recomienda dejar que los niños lloren sin prestarles atención hasta que se cansen y vuelvan a dormirse. Algunos lo encuentran excelente; otros lo califican de tortura.
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Dormir con mamá y papá
Aquellos que se oponen a ese método para dormir prefieren la paternidad cercana, un sistema promovido por el pediatra estadounidense William Sears. Éste recomienda, entre otras cosas, dormir cerca del bebé, el llamado "colecho", otro tema que genera controversia. Alemania organizó su primer Congreso de Paternidad Cercana en 2014, con el respaldo del Ministerio Federal de Asuntos Familiares.
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Pañales de tela, desechables... o sin pañales
Los pañales son otro asunto difícil para los padres. Pese a que hay muchos modelos de uso sencillo en el mercado, algunos padres optan por los pañales de tela. Si parece trabajo extra, piense en quienes prefieren la versión que se hace llamar más "ecológica". Se trata de quienes no ponen pañales a sus hijos. Es un método poco extendido, pero cada vez gana más adeptos.
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¿Comida casera o envasada?
Para algunos, es posible saberse excelente padre por la forma en que, amorosa y esforzadamente, preparan la comida de sus pequeños. Todo orgánico, por supuesto. Y los accesorios donde se sirve el puré que alimentará al rey del hogar deben ser comprados en tiendas de comercio justo. Por cierto, mirarán con malos ojos a los que compran comida envasada, aunque cuando hay que viajar... igual sirven.
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Educación alternativa
En los 60 del siglo pasado, los alemanes reflexionaron sobre la educación y llegaron a usar conceptos como "formación antiautoritaria", que busca promover la libertad de pensamiento de los niños. La influencia de estos movimientos se siente en el país hasta hoy. Más allá de las teorías populares, cada padre desarrolla su propio estilo de crianza, y nadie quiere escuchar que está equivocado.
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TV y otros aparatos electrónicos
Hay aplicaciones y programas de TV extraordinarios a la medida de los niños. Muchos chicos de un año son más hábiles con un smartphone que sus abuelos. Aunque no hay consenso entre los padres germanos sobre el uso de los medios digitales en los menores, la mayoría se sentirá mejor si restringe el contacto de sus bebés con una pantalla, aunque disfruten del descanso que otorgan estos aparatos.
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Azúcar
Otra forma que tienen los alemanes de demostrar cuán buen padres son es a través del número de años que vivieron sus hijos sin haber entrado en contacto con los dulces. Y esto en un país donde el helado diario es casi un ritual en verano. Por cierto, el segundo hijo suele gozar de los malvados caramelos antes que su predecesor... los padres, tras un tiempo, pierden sus estrictos principios.