1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Los comisarios y América Latina

9 de febrero de 2010

El nuevo colegio de comisarios, los ministros de la UE, ha sido aprobado en el Parlamento Europeo. ¿En qué medida es esto importante para América Latina?

"La relación UE-América Latina no ha sido lo que debería ser"Imagen: cc-OpenStreetMap-sa-2.0 / DW-Montage

“Es muy importante. En todos estos años he percibido que mucho de la política europea está unida a las personas y a la concepción y perfiles de los comisarios. Si su percepción de América Latina no tiene el valor que debería tener, la presencia de la UE en ese continente no es la que debería ser. América Latina ha sido los últimos años sólo un hijastro para la UE”, dice a DW la política alemana Erika Mann poco después de que el Parlamento Europeo aprobara el nuevo colegio de comisarios. Éste puede comenzar oficialmente su período de funciones 2009-2014, en la segunda presidencia del portugués José Manuel Durao Barroso.

Cambios en la Comisión

La cúpula de la Comisión Europea –el ejecutivo del bloque comunitario- está compuesto por 27 miembros: uno por cada país. Es nombrada por el Consejo de la Unión Europea –formado por los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países. Y es aprobada –para un mandato de cinco años- por el Parlamento Europeo. A cada país miembro se le otorga una cartera y el nombramiento de su titular viene de casa. No obstante, se supone que los comisarios –especie de ministros- ejercen su labor en pro del conjunto del club europeo.

¿Relevante fuera de la UE?

La comisión Barroso IIImagen: picture-alliance / dpa

El poder de la Comisión no es ilimitado y muchas competencias siguen en manos de los países miembros. Con todo –supervisisada por el Parlamento- la Comisión es el único organismo de la UE que tiene poderes para poner en marcha leyes. Tanto las que regulan la vida comunitaria como las relaciones del conjunto con el exterior. ¿Relevante para América Latina?

“Claro”, responde a DW una asesora política de Los Verdes en el Parlamento Europeo –que votaron en contra del nuevo colegio de comisarios. “En América Latina –tanto la gente como algunos Gobiernos- ven a la Unión Europea como una agrupación de Estados. Sin embargo, ningún Gobierno europeo puede cerrar un acuerdo de comercio u asociación individualmente. También el asunto de las inversiones –desde que entró en vigor el Tratado de Lisboa- es un asunto del conjunto de la UE”, puntualiza.

También en opinión de Mann, quien fuera miembro del Parlamento en la bancada socialdemócrata por 15 años, es mucho lo que puede hacer un comisario: “Empezando por los acuerdos bilaterales que están en curso desde hace años: es casi ridículo continuarlos. Habría que pensar entre todos por qué no se avanza; plantear expectativas realistas y abandonar los planes sumamente ambiciosos como los de la UE”.

En manos del comisario está también mejorar los acuerdos existentes: “el acuerdo con México –cuando se ve el balance comercial- no es excelente. Ahí hay una obligación de la UE: siempre habla de barreras comerciales de los otros países y nosotros tenemos muchas”, dice Mann.

Benita Ferrero-WaldnerImagen: picture-alliance/ dpa

Nuevo período

El período 2009-2014 empieza con grandes cambios: el Tratado de Lisboa prevé dos figuras nuevas en la política europea: los “rostros” de la UE que son el presidente, el belga Herman Van Rompuy, y la Alta Representante para la Política Exterior, Catherine Ashton. Ésta asume parte de la cartera que llevó hasta el 1 de diciembre la austriaca Benita Ferrero-Waldner. Encargada de Relaciones Exteriores y Comercio, la comisaria Ferrero-Waldner fue la cara de la UE. “En la nueva constelación tenemos a algunos cuyo interés en América Latina tiene que ser ganado aún”, comenta Mann.

Karel De Gucht, comisario de ComercioImagen: picture-alliance/dpa

Comercio

Como fuere, el rostro más o menos cercano de la comisaria Ferrero-Waldner se divide entre la baronesa Ashton –cuya falta de experiencia en el parqué internacional es la base de las críticas a su persona- y el belga Karel De Gucht, quien fuera Primer Ministro suplente de Bélgica. A De Gucht, comisario para Desarrollo y Ayuda Humanitaria desde julio de 2009, le tocó decidir y actuar en la crisis de Haití. Y le tocará –junto con la comisaria Ashton- firmar el acuerdo con Centroamérica en la Cumbre UE-Latinoamérica y Caribe en mayo de 2010.

Ahora, encargado de Comercio, De Gucht hace hincapié en que sus temas deben estar acoplados con muchos otros como derechos humanos, clima, medio ambiente y asuntos sociales, pero que a él le toca el comercio. “No se ha distanciado de una agenda neoliberal y tampoco ha mostrado mucha voluntad de incluir derechos humanos en la agenda de comercio o la ecológica o de protección climática. El Parlamento va a tener que empujarle mucho, también en los tratados con América Latina”, dice a DW Ulrike Lunacek, miembro de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo.

Andris Piebalgs, comisario de DesarrolloImagen: AP

Ayuda Humanitaria

La cartera de Ayuda Humanitaria y Desarrollo –que ocupó hasta julio el belga Louis Michel- se divide también: Ayuda Humanitaria estará en manos de la búlgara Kristalina Giorgeva, vicepresidente del Banco Mundial desde 2008. Giorgeva fue nominada a toda prisa por la Comisión después de que el Parlamento Europeo rechazara a Ruminana Jeleva por la falta de transparencia en su historial.

Giorgeva, en su obligatoria audiencia previa ante el legislativo europeo, resaltó la importancia de la tarea que se le encomienda y como ejemplo citó a Haití “que empieza de cero, pero no está sola”. La agencia europea de Ayuda Humanitaria, ECHO, estará a su cargo. A este respecto, "es necesario que esta comisaria empiece ya a formar un equipo europeo de protección civil, porque es imprescindible que la UE actúe en común, y que no sea como en Haití que hay que ver primero quién manda qué”, acota Lunacek.

Desarrollo

Por otra parte, el lituano Andris Piebalgs –comisario de Energía en la legislatura anterior- asume Desarrollo. Ésta, una de las carteras menos vistosas, tendrá a su cargo Europaid, la agencia europea ejecutora de proyectos en toda América Latina: como Eurobrasil, la modernización del aparato estatal brasileño; la Oficina para la Prevención de Desastres en la Comunidad Andina; un sello de comercio justo para productores en México o aprovechamiento de energía solar en algunos países latinoamericanos.

¿Es bueno que haya ahora tantos rostros donde antes había uno solo? Difícil decir; en todo caso ““no mantener bajo una sola mano la ayuda en crisis con la cooperación al desarrollo no tiene sentido, pues muchas catástrofes no golpearían tan fuerte –el huracán Mitch, Katrina y el mismo terremoto de Haití- si la infraestructura estuviese adaptada”, opina la asesora ecologista y concluye: “a los proyectos les beneficiaría que un comisario supiera que tiene que pagar la reconstrucción de aquello que ha hecho mal”.

Autora: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz

Ir a la siguiente sección Descubra más
Ir a la siguiente sección Tema del día DW

Tema del día DW

Ir a la siguiente sección Más de DW