¿Qué pasaría si India y China dejaran de comprar crudo ruso?
7 de agosto de 2025
India y China reaccionan con determinación ante las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre imponer lo que llama sanciones secundarias por hacer negocios con países sancionados. La advertencia se anunció justo después de que EE.UU. impuso aranceles adicionales de 25% a India por comprar petróleo ruso, una fuente clave de ingresos para Moscú en su guerra contra Ucrania.
Ante el ultimato de Trump, ambos países prometieron proteger su seguridad energética y soberanía económica frente a lo que Pekín calificó como “coacción y presión” por parte de Estados Unidos. Desde 2022, China ha pasado a ser el mayor importador de petróleo ruso desde la invasión a Ucrania.
India, por su parte, acusó a Occidente de hipocresía, señalando que la Unión Europea sigue importando energía desde Rusia a pesar de haber reducido drásticamente su dependencia desde el inicio del conflicto. Nueva Delhi también destacó que Washington había apoyado activamente sus compras de petróleo ruso tras la invasión, con el objetivo de estabilizar los precios globales.
Las exportaciones de crudo ruso a India crecieron casi 19 veces entre 2021 y 2024, pasando de 0,1 a 1,9 millones de barriles diarios. En el caso de China, el aumento fue del 50%, alcanzando los 2,4 millones de barriles diarios.
Petras Katinas, analista energético con sede en Lituania del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), declaró a DW que India es el segundo mayor comprador de petróleo ruso. Además, entre 2022 y 2024 India logró ahorrar hasta 33 mil millones de dólares en costos energéticos gracias a los grandes descuentos ofrecidos por Moscú tras la reducción de la demanda occidental.
Tradicionalmente, India tiende a equilibrar sus relaciones con EE. UU., Rusia y China, sin priorizar a ninguno. Esta política fue clave en la decisión de adquirir crudo ruso con descuento, destacando “la seguridad energética y la asequibilidad”, según Katinas.
Nuevas sanciones de Trump sacuden los mercados
Tras haber impuesto ya un arancel del 25% a las importaciones indias, Trump firmó el miércoles una orden ejecutiva que añade otro 25% sobre los mismos productos, en represalia por las compras de petróleo ruso.
El anuncio provocó un alza de aproximadamente 1% en los precios del crudo, mientras medios indios informaron que la nueva medida podría aumentar la factura petrolera del país hasta 11 mil millones de dólares. Nueva Delhi calificó el nuevo arancel como “injusto, infundado y desmesurado”.
Trump indicó que los aranceles entrarían en vigor en 21 días, dando tiempo a India y Rusia para negociar con su administración. Se espera que el presidente anuncie sanciones secundarias más amplias contra otros países y entidades que comercian petróleo con Rusia. La Casa Blanca señaló que los pormenores se revelarán el viernes, sin ofrecer mayores detalles.
Las sanciones secundarias representarían otro duro golpe para la economía rusa, ya afectada por las medidas occidentales. Con un gasto militar superior al 6% del PIB y una inflación real estimada entre el 15% y el 20%, que es un gran contraste frente al 9% oficial, Rusia enfrenta una grave presión presupuestaria.
Impacto global: precios y comercio en riesgo
Las nuevas sanciones podrían provocar un sacudón en los precios energéticos para los mercados globales, similar al de 2022, cuando el crudo se disparó y Rusia esquivó las sanciones occidentales mediante acuerdos energéticos con India y China.
“Si India no hubiera comprado crudo ruso en 2022, nadie sabe dónde habría terminado el precio del petróleo —¿100, 120, 300 dólares por barril?”, dijo a DW Sumit Ritolia, analista petrolero de la empresa de análisis de datos comerciales Kpler con sede en Nueva Delhi. Durante las semanas previas a la invasión, el crudo WTI ya rondaba entre 85 y 92 dólares por barril.
El nuevo arancel del 25% podría obligar a India a reducir parte de su comercio petrolero con Rusia. Cualquier sanción adicional agravaría aún más la situación.
Katinas advirtió que las sanciones secundarias “elevan significativamente el riesgo”, amenazando el acceso de empresas indias al sistema financiero estadounidense y exponiendo a bancos, refinerías y navieras a graves consecuencias por su integración en los mercados globales.
Alza del petróleo podría disparar la inflación
Si los cinco millones de barriles diarios de Rusia desaparecieran repentinamente del mercado, los analistas prevén un nuevo repunte en los precios mientras los países afectados buscan proveedores alternativos. Incluso con el reciente aumento de producción de la OPEP, reemplazar ese volumen sería extremadamente difícil a corto plazo.
“No hay forma de conseguir esos cinco millones de barriles lo suficientemente rápido para evitar un alza de precios”, dijo Alexander Kolyandr, del Center for European Policy Analysis, al diario británico Independent.
Ritolia señaló a DW que a las empresas indias les podría tomar hasta un año reducir su dependencia del crudo ruso, si fuera necesario.
El aumento del precio del petróleo provocaría una fuerte subida de la inflación tanto en EE. UU. como a nivel mundial. La Reserva Federal estima que cada incremento de 10 dólares en el crudo añade 0,2 puntos porcentuales a la inflación estadounidense. El banco central de India llegó a una conclusión similar.
En el peor de los casos, si el precio subiera, de los actuales 66, a 110 o 120 dólares por barril, el aumento de la inflación en torno a un punto porcentual elevaría los costos para consumidores y empresas, especialmente en energía, transporte y alimentos.
¿China exenta mientras India sufre?
Katinas sugirió que China, cuyo comercio total con EE. UU. es más de cuatro veces mayor que el de India, “podría quedar exenta” de las nuevas medidas. Con más de 580 mil millones de dólares en comercio bilateral, la escala económica de China le otorga un poder de negociación que India no posee.
El dominio chino sobre los minerales de tierras raras —un punto de fricción constante en las relaciones con EE. UU.— podría ser otra palanca que Pekín utilice para suavizar la postura de Trump.
Sin ese tipo de influencia, Trump redobló su presión sobre Nueva Delhi esta semana, afirmando que el impacto de sus nuevas sanciones sobre Rusia e India “hundiría sus economías muertas juntas”.
Consultado el miércoles sobre por qué apuntaba a India y no a China, Trump respondió: “Han pasado solo 8 horas. Así que veamos qué pasa. Van a ver muchas más… muchas sanciones secundarias.”
India pierde su “bote de oro” petrolero
India ya no obtiene los mismos beneficios del petróleo ruso que en 2022, cuando los descuentos alcanzaban entre 15 y 20 dólares por barril. Según Ritolia, ese margen se ha reducido a unos 5 dólares.
Con la intención de reforzar sus finanzas, Rusia está maximizando sus ingresos energéticos, impulsado por la creciente demanda de Turquía —ahora su tercer mayor cliente— y de países asiáticos, donde el crudo ruso se reetiqueta y es revendido para burlar las sanciones estadounidenses.
Aun así, las refinerías indias siguen comprando. Las importaciones alcanzaron un máximo de 11 meses en junio, con 2,08 millones de barriles diarios, representando el 44% del total de crudo adquirido por India, un repunte impulsado por estrategias de cobertura ante tensiones geopolíticas y la competitividad de precios.
Más allá de la retórica, la respuesta de China parece guiada por su reacción previa a las sanciones secundarias. Los bancos chinos están rechazando cada vez más transacciones rusas, incluso en yuanes, obligando a Moscú a recurrir a intermediarios opacos y rutas alternativas.
Sin embargo, Pekín considera las importaciones de petróleo como una prioridad protegida de la presión política, mientras que India se percibe como más propensa a ajustar: reducir compras si se le presiona, pero sin abandonar por completo el crudo ruso con descuento.
Ritolia concluyó: “India podría reducir sus importaciones de petróleo ruso, pero no creo que vayamos a llegar a cero en el corto plazo.”