Paula cumplió 50 años. Y eso la convierte en la más longeva de los perezosos conocidos. Todo un récord, digno del libro de Guinness. Pero ese no es su único mérito. También es un ejemplo en cuanto al ahorro de energía.
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La vertiginosa vida de hoy tiene sin cuidado a Paula y los de su especie. Los perezosos viven a su ritmo: duermen hasta 20 horas al día y parecen no exaltarse con nada. Pero su fama de holgazanes no es justa. Los que los conocen, subrayan que no son haraganes, sino solo muy lentos. No solo parecen moverse en cámara lenta, sino que todo su organismo funciona así. También su digestión, que solo los obliga a bajar de sus árboles para hacer sus necesidades una vez a la semana. Se trata de una de sus pocas actividades, aunque por cierto peligrosa: una vez en el suelo, son presa fácil para sus enemigos. Escapar no es su principal habilidad.
Pero a Paula eso no le ha impedido llegar a cumplir medio siglo, en el mes de junio. Quizás se deba, entre otras cosas, a que habita en un zoológico, a salvo de depredadores. Procedente de Guyana, esta perezosa llegó al Bergzoo de la ciudad alemana de Halle en 1971. Desde entonces ha contemplado impasible los vuelcos de la historia, nacional y personal. No se inmutó con la caída del Muro de Berlín, ni con la constatación de que no era un macho, como se creyó hasta la década del 90, sino una hembra.
Hogar latinoamericano en peligro
Ahora, con 50 años a cuestas, los encargados del zoológico pidieron su registro en el Libro de los Récords de Guinness, honor que se concretará el 20 de octubre, en el Día Internacional del Perezoso. La fecha fue instituida en 2010, para llamar la atención sobre el peligro que corren estos animales debido a la destrucción de su hábitat natural en las selvas tropicales de Centro y Sudamérica.
En la actualidad solo existen seis especies conocidas de perezosos que viven en los árboles, colgados boca arriba de sus ramas. Según Camila Mazzoni, del Instituto Leibniz de Investigación de Animales Salvajes y en Zoológicos, se trata de los sobrevivientes de las más de 100 especies que hubo algún día. "La mayoría se extinguió a fines del último período glacial, hace entre 10.000 y 12.000 años”, explica la investigadora. Y agrega que, actualmente, hay dos especies en peligro: el perezoso de collar (Bradypus torquatus), que habita en Brasil, y el perezoso pigmeo (Bradypus pygmaeus), de una isla panameña.
Un ejemplo ecológico
Ciertamente, los incendios y la tala de bosques amenazan también a otros animales. Pero escapar es imposible para los perezosos. Por otra parte, esa lentitud que los caracteriza, tiene también sus ventajas. El hecho de contar con un metabolismo muy lento, les permite ser verdaderos campeones del ahorro de energía. De hecho, su dieta, a base de hojas, tiene muy pocas calorías. Pero bastan para sus escasas actividades físicas. Además, pueden mantener su temperatura interna a un nivel más bajo que otros mamíferos y regularla recurriendo al sol y la sombra de los árboles.
Todo un ejemplo de bajo consumo energético. Y también de desaceleración. Suponemos que Paula no tiene apuro, ni por entrar en el libro de Guinness. Quizá ni se despierte para la ocasión.
er (con información de dpa) jov
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Aumenta el peligro para la fauna del Amazonas
Los incendios del Amazonas destruyen la selva, y con ella, el hábitat de muchos animales en peligro de extinción. Su grito no se escucha, pero sufren. Hay especies que desaparecen y que ni siquiera conocemos.
Imagen: CLT/The Conservation Land Trust
El jaguar vive amenazado
El Amazonas es una de las regiones con la mayor biodiversidad del planeta. Más de 3.000 especies de peces viven allí. Además, hay mamíferos como el jaguar o la nutria gigante, y miles de especies de aves. Pero hay muchas especies que aún ni siquiera han sido descubiertas. Una cosa es segura: su hábitat desaparece cada vez más rápido.
Imagen: Alianza WWF-Fundación Telmex Telcel
El hogar de los animales se quema
Debido a los incendios en el Amazonas disminuye el territorio en el que viven los animales. Pero su hábitat ya había sido destruido antes de los incendios, por la deforestación para el cultivo. Los animales perdieron la base de su sustento y su hogar, y los fuegos aumentan esa destrucción. No se sabe exactamente cuántas especies están en peligro de haberse extinguido.
Imagen: Reuters/B. Kelly
Mariposas e insectos en extinción
Innumerables especies de animales invertebrados están en peligro de extinción. Según expertos en biodiversidad, aproximadamente la mitad de las poblaciones de todas las especies del planeta están disminuyendo. En el Amazonas, sobre todo los animales que para sobrevivir se especializaron en plantas, territorios o alimentos específicos están en peligro.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Sarmiento
El tití de Milton se queda sin hogar
Una de las especies en peligro de extinción es el tití de Milton (callicebus miltoni). Este primate fue descubierto en 2010. Vive en un hábitat muy pequeño y aislado en la selva amazónica brasileña. Casi no hay alternativas para los primates cuando sus territorios son talados o quemados, según el Fondo Mundial Para la Naturaleza (WWF).
Imagen: picture-alliance/dpa/WWF
Si su hábitat se quema, no tienen otro
Este primate es un ejemplo representativo de muchas especies de monos en el Amazonas que tienen un hábitat muy pequeño e individual. Los animales no pueden buscarse una “nueva casa”, porque en la vecindad ya viven otros animales en sus territorios, y no pueden compartir ese hábitat.
Imagen: picture-alliance/dpa/WWF
Manatí amazónico
Otro animal específico del Amazonas que está en peligro es el manatí amazónico. Los manatís viven en lugares de agua dulce, únicamente en el amplio ecosistema del río Amazonas. Si su hábitat se destruye, tampoco les quedarían alternativas.
Imagen: Imago/Danita Delimont
Águila arpía
El águila arpía que es una de las aves de presa más grandes del mundo, de hasta 250 centímetros de envergadura, y otro de los animales en peligro de extinción. El águila habita los territorios de la selva profunda latinoamericana. Necesita áreas suficientemente boscosas y extensas para poder sobrevivir. Pero la deforestación y los incendios están devastando su hábitat.
Imagen: picture-alliance/blickwinkel/E. Hummel
Caimán negro
Según el WWF, el caimán negro está en peligro de extinción, al menos en parte. Es uno de los carnívoros más grandes de Latinoamérica y solo se encuentra en distintos lugares de agua dulce de la selva de Brasil, Ecuador, Bolivia, Guyana, Colombia, Perú y Surinam. Aunque su población se estableció allí en el siglo pasado, se está reduciendo actualmente por la destrucción de su hábitat.
Hay muchísimas especies más en el Amazonas que están en peligro de extinción, afirma el WWF. Un problema enorme para los animales es que no pudieron desarrollar estrategias para sobrevivir en los incendios, porque en el Amazonas esos fuegos no son parte del ecosistema natural. Por eso, los animales no se pueden adaptar y es posible que no sobrevivan. Una pérdida inconmensurable para el planeta.