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¿Qué riesgos entraña el maíz transgenético "SmartStax"?

Martin Koch/Peter Eßer19 de agosto de 2013

Parece un milagro de la naturaleza: un tipo de maíz resistente contra pesticidas e insectos. Pero, en realidad, la naturaleza tiene poco que ver con este nuevo producto de la ingeniería genética que causa polémica.

Imagen: picture-alliance/AP

La Comisión Europea quiere legalizar la importación del maíz “SmartStax” de la empresa Monsanto. “La decisión se tomará en octubre a más tardar”, dijo un portavoz de Tonio Borg, comisario europeo de Salud y Política de Consumidores a la edición online del periódico Die Zeit.

El maíz “SmartStax” es una combinación de dos tipos de maíz genéticamente modificados. Produce venenos contra varios tipos de insectos, por ejemplo el Taladro del maíz, y es resistente contra dos herbicidas. ¿Un milagro científico o más bien un peligro para la salud humana y animal? El asunto es objeto de polémica.

Críticos exigen más tests

Organizaciones ambientalistas consideran tanto el producto final como sus componentes potencialmente peligrosos. En un experimento de 90 días, se utilizaron las plantas de base de SmartStax como alimento para animales y no se detectó nada anormal. Sin embargo, Martha Mertens, de la organización no gubernamental alemana BUND, opina que el experimento no prueba la ausencia de posibles efectos secundarios: “Sirve para comprobar efectos tóxicos inmediatos, pero no a largo plazo”, explica.

Christoph Tebbe: No hay indicio de posibles peligros para la salud.Imagen: Thünen Institut

Por otra parte, Christoph Tebbe, profesor del Instituto Thünen de Biodiversidad, argumenta que los permisos que concede la UE están limitados en el tiempo y que los productos siempre son sometidos a más controles. “Así se detectan efectos no deseados aunque el producto ya esté en uso”, dice el microbiólogo.

Expertos: no hay peligro

Hasta ahora, ni los tests necesarios para la admisión en Europa realizados por Monsanto, ni los análisis de institutos científicos independientes dieron alguna indicación de posibles riesgos para la salud. Además, “en muchos países, los componentes de SmartStax ya se dan de comer al ganado –hasta el momento sin problemas”, destaca Tebbe.

Pero hay todavía otro riesgo inherente a las plantas genéticamente modificadas: la posibilidad de cruce con otros cultivos de la misma especie. La mezcla genética incontrolada puede conllevar problemas graves. Tebbe, sin embargo, no ve motivo de mayor alarma: “El potencial de cruce del maíz no es muy grande en Alemania. Basta con distancias de aislamiento suficientes entre plantaciones con y sin ingeniería genética.”

El maíz transgénico de Monsato se defiende contra insectos dañinos mediante proteínas producidas por bacterias. “Estas proteínas perjudican solo a unos insectos particulares y son inofensivas para los animales que comen el maíz y para los seres humanos”, dice el experto. Por cierto, el empleo de proteínas como medio contra insectos no se desconoce en Alemania: es uno de los pocos insecticidas orgánicos, por lo que está permitido en la agricultura ecológica.

Autor: Martin Koch/Peter Eßer

Editora: Emilia Rojas

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