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¿Qué significa para la juventud sueca dejar la neutralidad?

Priyanka Shankar
18 de mayo de 2022

La mayoría de los suecos está favor de la incorporación de su país a la OTAN, pero también hay quienes han salido a protestar. Consideran que la decisión es precipitada y quieren mantener su tradición de neutralidad.

14 de mayo de 2022: manifestación en Estocolmo contra el ingreso de Suecia en la OTAN. Imagen: Anders Wiklund/TT/picture alliance

"Lo mejor para la seguridad de Suecia y los suecos es incorporarse a la OTAN”, afirmó la primera ministra Magdalena Andersson, al confirmar la intención de Estocolmo de sumarse a la alianza atlántica.

Mientras que la mayoría de los suecos apoya el paso, que pondría fin a 200 años de neutralidad militar, algunos jóvenes salieron a las calles de Estocolmo, rechazando el anuncio. Consideran que la decisión acarreará más violencia al mundo.

"Unirse a la OTAN derramará más sangre, porque la OTAN es una organización de guerra y no una que trabaja por la paz. Es una alianza militar que genera más guerra y nosotros queremos mantener la paz en Suecia”, dice Ava Rudberg, de 22 años, quien preside la organización juvenil del Partido de la Izquierda.

"Decisión basada en el miedo”

Linda Åkerström, jefa de desarme de la Sociedad Sueca de Paz y Arbitraje, dijo a DW que mucha gente está molesta porque la neutralidad en conflictos militares está muy ligada a la identidad sueca. "Pienso que, para mucha gente, esta decisión supone un gran cambio porque, durante todos estos años, muchos suecos se han visto a sí mismos como voces a favor de la paz en el mundo. Creo que muchos sienten que esta decisión de unirse a la OTAN ha sido precipitada y está basada en el miedo”, explicó.

"Básicamente, tomar una decisión de esta magnitud en una situación muy tensa y en gran medida sobre la base del miedo es como ir a un negocio de alimentos cuando se tiene hambre. Todos sabemos que no es una situación en la que uno toma buenas decisiones. No ha habido suficiente debate, con la representación de ambas partes, como para que semejante decisión esté legitimada”, agregó.

Protesta frente al Parlamento sueco el 16 de mayo de 2022.Imagen: Janerik Henriksson/TT/AFP/Getty Images

Cercanía a la OTAN

Suecia declaró formalmente su neutralidad en conflictos militares en 1834. Aunque el país permitió el tránsito de fuerzas alemanas por su territorio durante la II Guerra Mundial, siguió manteniendo su postura neutral.

Karin Ståhl, de 30 años, trabaja en una organización de derechos humanos en Estocolmo y señala que, si bien Suecia mantuvo su neutralidad en los conflictos y ha promovido la diplomacia y la mediación, al mismo tiempo ha exportado armas al mundo entero. "Es un problema del que creo que más gente debería estar consciente”, dijo a DW.

Por su parte, Alina Engström, analista de política de seguridad en la Agencia Sueca de Investigación de la Defensa (FOI), hizo notar que, desde la década de 1990, Suecia también ha aumentado su interoperabilidad con la OTAN. Explicó que Suecia ya se adhiere a las normas de la OTAN y destacó que el anuncio del país de unirse ahora a la alianza es "un pequeño paso en el plano militar y operativo".

Luchando con la autoimagen

Lisa Nabo, de 27 años, presidenta de la sección juvenil del gobernante Partido Socialdemócrata sueco, piensa que, pese a la cooperación previa con la OTAN, la pérdida oficial de la neutralidad complica a muchos jóvenes. “Mi generación no tiene memoria de una guerra en Europa. La situación en que nos encontramos es muy poco familiar para nosotros y no tenemos la misma historia con respecto a la guerra que muchos de nuestros vecinos, que tomaron parte en la Segunda Guerra Mundial o en la guerra de Yugoslavia”, dijo a DW.

“Como jóvenes socialdemócratas, estamos peleando un poco con nuestra autoimagen, porque muchos iniciamos nuestra carrera política con la idea de que somos una organización pacifista, que lucha por detener la militarización. Es difícil combinar eso con la pertenencia a la OTAN. Pero, por supuesto, respetamos la decisión de nuestro partido”, añadió.

Respaldo a la decisión del Gobierno

No todos los jóvenes suecos se oponen al ingreso a la OTAN. Muchos piensan que, en vista de lo que ocurre en Ucrania, es la decisión correcta en el momento oportuno.

“Estoy contenta con el anuncio del Gobierno”, dijo a DW Martin Aberg. “Con la adhesión de Finlandia, sería raro que fuéramos el único país nórdico que no está en la OTAN. Entonces Rusia podría ver la invasión de la isla más grande de Suecia, Gotland, como una buena opción. Basta con mirar a Ucrania, que no está en la OTAN", observó.

Linn Soderlunds, de 29 años, que se dedica a la asesoría política y vive en Bruselas, piensa que la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN fortalecerá también a la región del Báltico frente a la amenaza rusa. “Sumarse en la actual situación es la decisión correcta. Podríamos habernos incorporado ya en 2014, cuando Rusia anexionó a Crimea”, indicó a DW.

Necesidad de debate

Aunque la decisión de entrar en la OTAN ya está tomada, Ida Jansson, una funcionaria política sueca de 30 años que actualmente reside en Bruselas, dijo a DW que muchos de sus compañeros en Suecia desean que se lleven a cabo más debates a nivel nacional para entender lo que hace la OTAN y lo que esto significa para la nueva identidad militar sueca.

"Personalmente, entiendo por qué necesitamos sumarnos a la OTAN en la actual situación. Pero la historia nos ha enseñado que la seguridad colectiva no detiene los conflictos. Esto forma parte de un debate más largo que hubiéramos necesitado a nivel nacional antes de ingresar, así como comprender las obligaciones y beneficios de la pertenencia a la OTAN", declaró a DW.

(ers/ms)

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