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¿Qué tan peligroso es el Movimiento Identitario alemán?

14 de julio de 2019

El servicio de inteligencia de Alemania ha clasificado al grupo como una amenaza ultraderechista.

Deutschland die Indentitäre in Berlin 2017 ARCHIV
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Kremming

El líder del Movimiento Identitario de Alemania, Daniel Fiss, se mantiene tranquilo y afable al teléfono. Cuesta creer que este hombre de acento norteño, que suena racional, es de hecho un extremista de derecha.

Después de todo, cuenta el joven estudiante, su movimiento apoya el derecho al asilo, cree en la dignidad humana y en la Constitución alemana. "No discriminamos a nadie por razón de etnia, religión, sexualidad ni nada por el estilo”, defiende.

Pero el periodista Andreas Speit, quien investigó el movimiento para su libro Das Netwerk der Identitären (La red Identitaria), dice que a los identitarios se les da muy bien ocultar su agenda real. "A los identitarios les gusta presentarse como un movimiento tolerante”, explica, señalando que esto contrasta con la imagen que se tiene de los ultraderechistas como skinheads violentos con botas militares negras y bates de béisbol.

Los miembros del Movimiento Identitario no suenan ni parecen a simple vista a la imagen típica del extremista de derechas, pero su ideología sin duda alguna sí se asemeja. Se construye sobre la noción del etnopluralismo, que de acuerdo con Speit "plantea que presuntamente cada grupo étnico tiene su ámbito histórico en el que emergieron su cultura, sus tradiciones y su identidad distintivas”. El Movimiento Identitario sostiene que estas regiones deben ser preservadas y protegidas. "Pero este es un razonamiento erróneo, pues asume que las sociedades homogéneas preexisten al resto”, dice Speit. "En realidad, la interacción constante ha permitido el progreso de la Humanidad”.

Ambigüedad, con propósito

El Movimiento Identitario está activo en Alemania desde 2012. El grupo tiene solo unos 600 miembros, pero están intentando compensar esto con protestas y eventos bien escenificados. Fue en 2016 cuando pasaron a ser conocidos en todo el país, tras ocupar la Puerta de Brandenburgo para mostrar enormes pancartas contra la acogida de refugiados.

Imagen: picture-alliance/dpa/P. Zinken

De acuerdo con la ideología identitaria, la noción de etnopluralismo crea la necesidad de "remigración”, que hace referencia a la idea de que los inmigrantes, así como los nacionales con raíces extranjeras, deberían ser enviados de vuelta a sus "países natales”.

"A este respecto son implacables”, comenta Speit. "Afirman inequívocamente que todo el que no tenga ascendencia alemana no debería estar en este país”.

Preguntado si esto significa que alguien con ascendencia turca y pasaporte alemán debería ser devuelto a Turquía, Fisk responde: "no necesariamente”, para continuar asegurando que su movimiento no tiene nada contra la gente con raíces extranjeras.

Esta ambigüedad es una "táctica discursiva de los identitarios”, dice Speit. "Saben lo que tienen que decir, y en qué circunstancias, para ser percibidos como moderados”. De otra forma, sigue, sus posturas radicales saltarían a la vista. "Por ejemplo, no se han pronunciado por lo general sobre el asunto de cómo debería devolverse a los migrantes a su país. ¿Qué hacemos, los enviamos en trenes?”.

"Tolerancia cero con los extremistas”

La ideología de extrema derecha envuelta de forma elegante para hacer pasar sus ideas por socialmente aceptables es lo que hace al Movimiento Identitario tan peligroso. Por esa razón, el servicio de inteligencia de Alemania (BfV, por sus siglas en alemán) decidió este jueves (11.07.2019) redoblar su vigilancia de este grupo ultraderechista y clasificarlo como "un movimiento de extrema derecha verificado”. Luego de dos años de investigaciones, el BfV llegó a la conclusión de que las opiniones de este grupo no eran compatibles con la Constitución alemana.

Fiss (centro) sostiene que su movimiento no tiene nada contra las personas con raíces extranjerasImagen: picture-alliance/dpa/F. M. Steiner

"No deberíamos que centrarnos únicamente en los extremistas de tendencias violentas, sino también tener siempre un ojo puesto en los que encienden hogueras con sus palabras”, dijo el presidente del BfV, Thomas Haldenwang. El responsable añadió que el Movimiento Identitario cuestiona la igualdad y la dignidad humana y convierte deliberadamente a los extranjeros en enemigos. "No deberíamos tolerar de forma alguna a los extremistas”.

La clasificación de los identitarios como un grupo de extrema derecha permite ahora al BfV supervisarlos usando métodos de vigilancia secretos, así como infiltrarse en sus filas con agentes encubiertos. Speit cree que esto será un escollo para el movimiento. "Esto establece límites sociales. Algunos seguidores verán la clasificación y se lo pensarán dos veces antes de apoyar las opiniones del grupo”, dice. Además, los simpatizantes de otros grupos ultraderechistas quizás duden a la hora de trabajar junto con los identitarios.

El partido político de extrema derecha populista Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) decidió oficialmente en junio de 2016 que no cooperaría con el Movimiento Identitario. Pero esta línea de demarcación ha siempre ha sido tan estricta: entre marzo y mayo de este año Fiss ha tenido un trabajo a tiempo parcial en el Bundestag (el Parlamento alemán), concretamente en la oficina del parlamentario de AfD Siegbert Droese.

En el mundo germanoparlante, el austríaco Martin Sellner es considerado el líder más influyente del Movimiento Identitario. Actualmente está siendo investigado por presunta participación en un grupo terrorista, a raíz de su contacto con el extremista de derechas australiano presuntamente culpable de los ataques a mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda.

"Si prestamos atención a las palabras de Sellner, la relación explícita entre el Movimiento Identitario y la violencia está clara”, concluye Speit. En los vídeos de entrenamiento, los simpatizantes aparecen boxeando y practicando ejercicios de combate. En la ciudad de Halle, en el este de Alemania, donde los identitarios han puesto en marcha un "proyecto habitacional”, atacaron a los agentes de policía con bates de béisbol y espray de pimienta en noviembre de 2017. Supuestamente confundieron a los policías con extremistas de izquierda.

(eal/few)

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