¿Qué tiene que ver el cambio climático con el terrorismo?
Klaus Esterluss
30 de octubre de 2017
El terrorismo y el cambio climático son ampliamente considerados como las dos amenazas más importantes de nuestro tiempo, pero de lo que pocos se dan cuenta es hasta qué punto los dos están relacionados.
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Aunque el terrorismo ha desarrollado su crueldad a lo largo del tiempo, la amenaza que representa actualmente ha proyectado una sombra muy larga y sombría sobre el mundo. Al asesinar, violar, perseguir y secuestrar, sistemáticamente, el llamado Estado Islámico y el grupo terrorista nigeriano Boko Haram ha contribuido a la creación de divisiones sociales más allá de los países donde surgieron sus ideologías. Y lo han hecho, en parte, con la ayuda de ese otro tema profundamente inquietante de nuestros tiempos: el cambio climático.
"Como el clima está cambiando, también lo están haciendo las condiciones en las que operan grupos armados no estatales como Boko Haram y el Estado Islámico", dice a DW Lukas Rüttinger, un experto en paz y seguridad y recursos del grupo de expertos "adelphi", con sede en Berlín.
Aunque subraya que el cambio climático "no crea terroristas, rebeldes o criminales", dice que contribuye a crear el tipo de entornos frágiles en los que tales grupos pueden prosperar, al conducir la inseguridad alimentaria y forzar a las poblaciones locales a competir por recursos naturales menguantes como tierra y agua.
El Estado Islámico, dice Rüttinger, ha utilizado la escasez de este último en particular, como arma de guerra y como palanca para reclutar nuevos reclutas entre las comunidades rurales donde la pérdida de cosechas y la muerte del ganado es muy frecuente.
"Estos grupos pueden ofrecer medios de vida alternativos, incentivos económicos y, en algunos casos, pueden responder - así sea temporalmente - a problemas sociales, políticos y económicos reales", dice el experto.
La desertificación es igual a la desesperación
Yahaya Ahmed, fundador de la Asociación de Desarrollo de Energías Renovables de Nigeria (DARE), cita una correlación entre la reducción del Lago de Chad y el surgimiento de Boko Haram como un ejemplo. "Vinieron como una especie de Mesías para las masas".
Alrededor del ochenta por ciento de los que viven en la cuenca del Chad, que incluye Chad, Camerún, Níger y el noreste de Nigeria, dependen del lago para la agricultura y la pesca que forman la base de su existencia. Pero al avanzar su sequía, cada vez más tierra en la región se ha convertido en desierto.
"Descubrimos que a unos diez kilómetros de la frontera con Níger, alrededor de 200 aldeas fueron afectadas por la desertificación", dice Ahmed. "La gente tiene que mudarse, pero no hay un programa de reasentamiento, por lo que se sienten muy frustrados, y muchos fueron adoctrinados para tomar las armas, porque eso es lo único que pueden hacer".
Historia de éxito a micro escala
Ahmed, cuyo trabajo incluye enseñar a las personas a sensibilizar a las comunidades rurales sobre estufas sostenibles, como un medio para reducir la deforestación generalizada -que en sí mismo es un importante contribuyente a la desertificación- tiene una experiencia directa de tales beneficios colaterales.
"El comandante de la policía local nos trajo a cuatro muchachos a los que ya había arrestado 17 veces", explicó. "Debido a que pensó que encerrarlos resolvería sus problemas, preguntó si podíamos entrenarlos". Un "poco escéptico" para empezar, el fundador de DARE finalmente estuvo de acuerdo y dice que presenció en ellos una transformación de 180 grados, y que "el chico más endurecido" se convirtió en uno de sus mejores entrenadores.
"Boko Haram podría haberlo reclutado fácilmente", dijo Ahmed, añadiendo que hay muchos niños y jóvenes como él que andan rondando por la calle mendigando y otras veces robando para poder sobrevivir. Los muchachos ahora ganan un poco y han adquirido una nueva perspectiva para protegerlos de los avances de un grupo terrorista que usa el dinero como un medio de coacción.
"Lo veo como una solución muy simple", dice Ahmed, y agrega que al dar a los chicos entrenamiento, habilidades y perspectivas, los terroristas no tendrían a nadie a quien reclutar. "Pienso que Boko Haram se podría detener por completo en seis meses".
Klaus Esterluss (gg/jov)
ONGs, clave en la lucha contra el cambio climático
América Latina es una de las regiones más vulnerables a los efectos del cambio climático. A pesar de las existentes políticas públicas para afrontar este reto, el papel de la sociedad civil sigue siendo fundamental.
Imagen: Farn Argentina
Argentina, efectos que ya se sienten
El aumento de inundaciones en la provincia de Buenos Aires y el Área Metropolitana, la deforestación en el bosque chaqueño y el retroceso los glaciares son algunos de los efectos del cambio climático en Argentina. La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN: http://farn.org.ar), fundada en 1985, promueve el desarrollo sustentable a través de la política, el derecho y la sociedad.
Imagen: Farn Argentina
Bolivia, capacitando a la sociedad
Creada en 1985, la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema: www.lidema.org.bo) es una institución ambientalista que ha desarrollado acciones de capacitación de actores sociales mediante distintos programas y ejes como la reducción de la vulnerabilidad frente a los fenómenos del cambio climático a través de la gestión de recursos hídricos, manejo y conservación de bosques y suelos.
Imagen: Imago
Chile, respuestas locales al cambio climático
Con el objetivo de acercar el conocimiento científico en materia de cambio climático a los tomadores de decisión municipal, se fundó hace tres años Adapt-Chile (www.adapt-chile.org). Así, se han desarrollado diálogos de ciencia-política. Igualmente, se ha creado la Red Chilena de Municipios ante el Cambio Climático, cuyos miembros quieren fortalecer la gestión territorial para enfrentar este reto.
Imagen: Euroclima
Colombia, empoderando a la 'Generación del cambio'
La Klimaforum Latinoamérica Network (KLN: http://klnred.ning.com/) es una red de investigación que propone nuevos patrones de producción y consumo y que se aumente la resiliencia de las comunidades más vulnerables a los efectos del cambio climático. Para ello, realizan estudios y actividades educativas con las que pretenden incidir en la transformación de la sociedad entre el periodo 2020 y 2050.
Imagen: KLN
Costa Rica, pura vida libre de emisiones
Aunque Costa Rica es el paraíso de las energías renovables, el observatorio ciudadano Costa Rica Limpia (http://costaricalimpia.org) vela por el cumplimiento de las promesas (electorales y en negociaciones internacionales) en materia de energía renovable y cambio climático. Así, monitorea, analiza e impulsa propuestas de desarrollo urbano bajo en emisiones y resiliente al cambio climático.
Imagen: Costa Rica Limpia
Guatemala, adaptándose al cambio
Debido al incremento de las plantaciones de caña de azúcar y de aceite de palma, actualmente solo queda un tercio de la selva del país. La Fundación Defensores de la Naturaleza (www.defensores.org.gt) participó en el programa “Clima, Naturaleza y Comunidades en Guatemala (CNCG)” que ha apoyado a 10 municipalidades del Altiplano Occidental para elaborar planes de adaptación al cambio climático.
Imagen: CNCG
Honduras, reduciendo emisiones y pobreza
La Fundación de Iniciativas de Cambio Climático de Honduras (http://fundacioncambioclimatico.hn) impulsa el desarrollo económico sostenible y la reducción de la pobreza con iniciativas que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), minimizando los aspectos de adaptación y vulnerabilidad al cambio climático a través de capacitación y promoción de la inversión pública y privada.
Imagen: Fundacion cambio climatico
Nicaragua, ciudadanos impulsando cambios
Nicaragua fue el cuarto país más afectado por el cambio climático en el período de 1996 a 2016. Como el gobierno se negó a firmar el Acuerdo de París, la Alianza Nicaragüense ante el Cambio Climático (www.anacc.org.ni/) hizo una consulta con las comunidades más vulnerables al cambio climático. El resultado ha sido la ley de adaptación y mitigación al cambio climático que se presentó el mes pasado.
Imagen: ANACC
México: defendiendo a los perseguidos
En América Latina, cada diez días se asesina a un defensor ambiental, según Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA). Los megaproyectos agravan el cambio climático, destruyen ecosistemas y amenazan culturas indígenas. La AIDA ofrece apoyo legal gratuito a comunidades, organizaciones y gobiernos. El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), colabora con ella.
Imagen: CEMDA
Perú, presionando a los políticos
Debido a que el 89% de la infraestructura vial del país se encuentra riesgo por los efectos del cambio climático, el Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (www.mocicc.org), impulsa la creación de huertos comunitarios en Lima, Huancayo y Cusco. También lleva a cabo la campaña 'Habla candidato!' que pide a los candidatos presidenciales que expresen públicamente sus compromisos climáticos.
Imagen: MOICC
Uruguay, mitigando daños
El año pasado apenas el 4% de la generación de electricidad en Uruguay fue de origen fósil. Amigos del viento (http://amigosdelviento.webs.com/) es un grupo profesional y técnico que estudia e investiga la Meteorología y otras disciplinas para contribuir a los esfuerzos de los diferentes actores sociales y gubernamentales en la mitigación de los daños ocasionados por los fenómenos climáticos.
Imagen: picture-alliance/landov
Venezuela: el cambio climático como oportunidad
La asociación Provita (www.provita.org.ve) lanzó la campaña educativa "Yo Cambio" para promover la idea de que, si se toman los pasos necesarios para mitigar el impacto del cambio climático, una mejor calidad de vida es posible. A través de videos didácticos, propone un enfoque local que permite destacar las acciones necesarias para que la población venezolana se prepare y se adapte a los cambios.