Le Progrès, de Lyon, Francia: "¡Vive la Pologne! Si no fuera miembro de la Unión Europea, se le debería invitar urgentemente a la Cumbre de Bruselas. Pues Polonia asegura, con los hermanos Kaczynski, el espectáculo. (...) Polonia es indispensable (para los franceses), especialmente porque se nos parecen. Consume subvenciones agrarias, envidia la potencia alemana y es muy sensible en lo tocante al orgullo nacional. Nuevo en el club de los europeos, Polonia, sin embargo, exagera: no cuenta con las fórmulas diplomáticas de nuestro Ministerio del Exterior. Junto a Polonia, Francia parece moderado, sensato y cooperativo, en una palabra: europeo. Y todo el mundo olvida que Europa se encuentra sumergida en este agujero por el "no" de los franceses a la Constitución de la UE."

Sin argumentos sensatos

Lidove noviny, de Praga: "Nadie duda seriamente que Polonia haya sido víctima de la Segunda Guerra Mundial. ¿Pero por qué debe ser precisamente la UE la que calme las demandas hipotéticas de Varsovia, tomando en cuenta que en esta alianza hay una serie de estados que han tenido el mismo destino? ¿Por qué el jefe de Gobierno, Jaroslaw Kaczynski, no se dirige a Rusia, que anexionó parte de Polonia? ¿Y entonces no deberían ser "indemnizadas" con votos otras naciones de la UE? ¿A costo de quién? ¿A costo de Alemania e Italia, a costo de Hungría y Eslovaquia? ¿A costo de la coalición antihitleriana? No, el disparate de las demandas polacas es evidente. Demuestra sobre todo una cosa: a Varsovia se le han acabado los argumentos."

Prisioneros de su historia

Corriere della Sera, de Milán: "Mientras que están reunidos en Bruselas para discutir sus futuras ambiciones, los europeos descubren que son prisioneros de su historia, una historia que no quiere pasar. Polonia exhorta a Angela Merkel a pagar las cuentas pendientes de Hitler, Gran Bretaña demanda una soberanía que nadie en el continente ha puesto en duda jamás, y la Unión de hoy corre así el peligro de ser aplastada por la Historia. (...) La historia de Polonia y Gran Bretaña es muy distinta y sin embargo ambas tienen el poder de bloquear la historia de Europa. Por lo menos de la Europa de 27 naciones."

Muerte lenta

Die Presse, de Viena: "En Polonia se muere tantas veces que poco a poco resulta inverosímil. (...) La batalla a muerte podría parecer simpática si no es que se tratara de una extraña demostración de poder nacionalista. De revanchismo histórico contra Alemania y de un esfuerzo peligroso para la totalidad de la comunidad. 25 países de la Unión Europea aceptan sin problema el reparto de poderes acordado, tanto viejos como nuevos, tanto grandes como pequeños. Sólo Polonia y en su bagaje la República Checa se oponen. Esto parece extraño y hace sospechar que realmente no se trata de un par de porcentajes de influencia en el caso de resoluciones de por sí aprobadas por unanimidad en la mayoría de los casos, sino de una neurosis de protagonismo. (...) Si el gobierno de Polonia realmente hace fracasar la Cumbre de la UE morirá lentamente otra cosa: el de por sí ya mancillado espíritu de comunidad en la Unión Europea. Varsovia amenaza con darle una estocada decisiva".