Los mandatarios de Rusia, Vladimir Putin, de Francia, Jacques Chirac y de Alemania, Gerhard Schröder, reiteraron que la ONU debe ser protagonista en la reconstrucción de Irak, que evite un nuevo acuerdo de Yalta de reparto del mundo tras la caída del régimen iraquí. Durante la cumbre tripartita celebrada en San Petersburgo, los líderes del los países que más se opusieron a la guerra analizaron el nuevo orden en la postguerra en Irak y coincidieron en que la ONU debe jugar un papel central.

El presidente francés, Jacques Chirac, destacó que sólo las Naciones Unidas tienen la legitimidad para garantizar la soberanía y las transformaciones democráticas en Irak y coordinar la ayuda internacional a su pueblo.

En un tono más conciliatorio, el canciller alemán, Gerhard Schröder, reconoció que los detalles tendrán que ser discutidos con los aliados, pero reiteró que la reconstrucción debe tener como techo a la organización mundial. El jefe de gobierno germano señaló que la crisis iraquí puso de manifiesto la necesidad de reformar la ONU, sin renunciar al sistema legal construido en torno al organismo mundial.

Por su parte el anfitrión del encuentro en la antigua capital imperial, el presidente ruso, Vladimir Putin, criticó duramente a los aliados, diciendo que el desarme de Irak sirvió a Estados Unidos y Gran Bretaña como pretexto oficial para la guerra, pero dijo que la operación militar no ha cumplido este objetivo al no haberse hallado las supuestas armas de exterminio masivo. Putin reconoció que el régimen totalitario no gustaba a nadie, pero condenó la vía militar como método para derrocar y sustituír a regímenes indeseados. "La ofensiva militar en Irak ha conmovido los pilares del derecho internacional", sentenció.

Condonación de deuda

París, Berlín y Moscú dieron señales de estar dispuestos a negociar una condonación de la deuda de Irak, así como ayudas financieras para la reconstrucción, bajo el marco de una resolución de la ONU. Putin dijo que este asunto debe ser tratado en la próxima reunión del G-8, el grupo de países más industrializados del mundo, más Rusia, que tiene lugar en junio en Francia, así como en el marco del Club de París de Estados acreedores. El jefe del Kremlin criticó el patrón estadounidense según el cual ellos disparan y saquean y después pretendan que otros paguen la cuenta. "La responsabilidad sobre la situación en Irak recae sobre la coalición bélica", destacó.

El ‘número dos’ del Pentágono, Paul Wolfowitz, sugirió el jueves a Francia, Rusia y Alemania que perdonaran todo o parte de la deuda que Irak les adeuda. En una intervención en el Senado estadounidense, Wolfowitz dijo que Francia tendrá que pagar un precio por su oposición a la guerra en Irak. Los tres países rechazaron inicialmente la petición argumentando que esta cuestión podía tratarse únicamente con un gobierno legítimo en Irak y bajo la luz de una resolución de la ONU.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snow, abordó el tema de la reconstrucción y la deuda de Irak, en el encuentro del G-7, el grupo de países más desarrollados del mundo, que deliberó a nivel ministerial en Washington. Sin embargo los países miembros acudieron divididos en torno al papel de la ONU y de las instituciones multilaterales en Irak durante la postguerra.

La reunión coincidió con la asamblea de primavera del FMI y del Banco Mundial. El FMI estima que la deuda externa iraquí oscila entre 65 y 100 mil millones de dólares. Irak dejó de recibir créditos de organismos multilaterales en 1973 debido a sus fuertes ingresos procedentes del petróleo y en 1990 dejó de pagar cantidades que aún debía. En el caso del Banco Mundial, el monto pendiente es de 82 millones de dólares.