La situación "habla del desinterés de la clase política por proteger los derechos de los ciudadanos", sostiene el titular de Poder Ciudadano ante DW
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"Alarmante", "muy grave", "deuda con el sistema democrático", "violación al mandato constitucional" son algunas de las expresiones elegidas por los entendidos para calificar el hecho: desde hace más de una década la Argentina no tiene Defensor del Pueblo. La figura, incorporada a la Constitución Nacional en el año 1994, tiene una importancia clave en la vida institucional del país.
Sin embargo, desde el año 2009 se encuentra vacante, ya que el Congreso Nacional no cumplimenta su designación. "Es muy grave. La ausencia de un Defensor del Pueblo de la Nación priva a la sociedad argentina de contar con un órgano de control estatal muy poderoso", sostiene el abogado Isaac Basaure, en diálogo con DW. "Su función es garantizar que la población, en un sentido colectivo, acceda a la Justicia", explica.
Esta vacancia "habla del desinterés de la clase política por proteger los derechos de los ciudadanos", entiende por su parte, Pablo Secchi, director de Poder Ciudadano, consultado por DW. "Es una deuda muy grande con el sistema democrático", completa el politólogo, cuya organización, junto a otras de la sociedad civil, lleva adelante una causa judicial en la que exigen al Congreso la efectivización de este nombramiento.
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Situación inédita en el continente
La irregular situación es inédita en el continente, y afecta nada menos que a la única Institución Nacional de Derechos Humanos reconocida por la ONU.
De hecho, al Ombudsman -figura inspirada en el derecho escandinavo- le compete "la defensa y protección de los derechos, garantías e intereses ante hechos, actos u omisiones de la administración pública y el control del ejercicio de las funciones del Estado".
"El Defensor del Pueblo tiene la legitimidad para promover amparos, y puede iniciar de oficio investigaciones que tengan por fin esclarecer cualquier tipo de irregularidad cometida por una repartición pública o por las empresas prestadoras de servicios públicos", remarca Basaure.
Grave carencia institucional
"La falta de un Defensor del Pueblo en Argentina impide a la población en general acceder a la justicia, ya que este es el único órgano que puede representar sus intereses colectivos a nivel nacional en sede judicial", advierte el letrado. En este sentido, basta tener en cuenta que, de haber existido un Defensor del Pueblo, el mismo hubiera tenido la posibilidad de accionar judicialmente en el marco del denominado vacunagate, con vistas a esclarecer las responsabilidades de los funcionarios implicados.
¿Cómo se llegó hasta aquí? En 2009 renunció el titular del órgano Eduardo Mondino. Luego lo sucedieron los adjuntos que lo secundaban, y desde hace cuatro años la Defensoría está a cargo del subsecretario de la entidad, Juan José Böckel. Lo cierto es que, sin titular, las funciones de la institución quedan esencialmente afectadas, puesto que, al carecer de legitimidad procesal, queda imposibilitada de iniciar acciones legales contra el Estado.
"Se reduce la Defensoría a una mera entidad administrativa que formula recomendaciones", critica Basaure. A punto de cumplirse 12 años de la vacancia del puesto, solo ha habido un intento -infructuoso- de cubrirlo. Y esto, luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación exhortara al Congreso a hacerlo.
Así y todo, nada hace pensar que la situación vaya a cambiar en el corto plazo. Para subsanarla "en primer lugar se necesita que a los principales partidos políticos de Argentina les interese que exista un Defensor del Pueblo", sostiene Secchi. Y este interés "no parecería estar en la agenda de ninguno de ellos", concluye.
(lgc)
Transparencia Internacional; décadas de lucha contra la corrupción
Transparencia Internacional es la única organización no gubernamental a escala mundial dedicada a combatir la corrupción y está presente en más de 100 países.
Imagen: Transparency International
“Hoy no coimeo, mañana tampoco”
La frase puede leerse en la camiseta del participante del Festival Anticorrupción organizado por el capítulo de TI en Perú, Proética. El país se ubica en el puesto número 96 del ranking sobre percepción de corrupción elaborado por TI (sobre un total de 180 países analizados).
Imagen: Transparency International
Corrupción en ascenso en América Latina
Cerca de 90 millones de personas pagaron sobornos en América Latina y el Caribe en el lapso de un año. Así lo consignan las conclusiones del Barómetro Global sobre la Corrupción confeccionado por Transparencia Internacional.
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América Latina en rojo
América Latina constituye una zona roja, es decir, es percibida como “altamente corrupta”, según el Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por TI.
Buenos y malos alumnos
En América Latina la mejor nota se la lleva Uruguay, y la peor, Venezuela, en el Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por TI. En la imagen, ciudadanos y autoridades locales en Bogotá, Colombia, simbolizan con pintura en sus manos la lucha contra la corrupción. El país comparte con Perú, Panamá y Brasil el puesto número 96 del ranking de TI.
Imagen: Transparencia por Colombia
A mayor corrupción, menor nivel de desarrollo
Existe una correlación entre altos niveles de corrupción y bajos niveles de desarrollo y bienestar en las sociedades. En la imagen, una niña realizando tareas de reciclado de plástico en Daca, capital de Bangladés, país que presenta altos índices de empleo informal infantil.
Imagen: Transparency International Bangladesh/AM Ahad
Gran corrupción: Brasil
Lava Jato se ha convertido en el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil, y ha dejado al descubierto estas prácticas sistemáticas y a gran escala en el país y en el continente. En la imagen, habitantes de zonas desfavorecidas del norte de Brasil, en marcha pueblo por pueblo en procura de transparencia en los proyectos de la región.
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Partidos políticos: ¿los más corruptos?
Los partidos políticos son percibidos como los más corruptos alrededor del globo, según los análisis de TI. Pero asimismo, en el mundo se verifica una tendencia creciente de toma de conciencia de la población en relación a los efectos de la corrupción.
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Fenómeno estructural
En América Latina existe una situación de corrupción estructural e histórica que dificulta los avances a mediano y largo plazo en la materia. En la foto, “Participación Ciudadana” marcha contra la corrupción en República Dominicana, país ubicado en el puesto número 135 del ranking elaborado por TI.
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Reclamo de voluntad política
“Los países del G 20 se mueven demasiado lento para combatir el crimen financiero” sostiene un reciente documento de TI. Y esto, a más de dos años de revelado el caso de los “Papeles de Panamá” (“Panama Papers”). En la foto, el Dr. Naser al Sane en un encuentro de la Organización Mundial de Parlamentarios contra la Corrupción (GOPAC, por su sigla en inglés)
Imagen: CC BY Gordon Welters 2.0
Un cuarto de siglo contra la corrupción
Por iniciativa de Peter Eigen, y con sede central en Berlín, Transparencia Internacional fue fundada en 1993. Desde entonces lidera la lucha contra la corrupción a nivel mundial. En la imagen, los miembros fundadores de la organización.
Imagen: Transparency International
Cambio de mentalidad
“Hay que terminar con la impunidad y la tolerancia social al respecto”, afirmó a DW la Presidenta de la ONG, la argentina Delia Ferreira Rubio. En la foto, junto al Vicepresidente de TI Rueben Lifuka, de la República de Zambia.
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Antídoto sociedad civil
El último Índice de Percepción de la Corrupción muestra una fuerte presencia de este fenómeno en más de dos tercios de los países. La clave del cambio está en el accionar de la sociedad civil. En la foto, miembros de Transparencia Internacional de 60 países dan forma al logo de la organización en un seminario internacional organizado en Lituania.