1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

¿Quién es Marcos Jr., presidente electo de Filipinas?

Leah Carter | Ana P. Santos
10 de mayo de 2022

Ferdinand Marcos hijo ganó la carrera para suceder a Rodrigo Duterte, controvertido presidente de Filipinas. Se cree que su nueva popularidad se debe a una campaña de décadas para mejorar la imagen pública de la familia.

Ferdinand Marcos Jr., presidente electo de Filipinas.
Ferdinand Marcos Jr., presidente electo de Filipinas.Imagen: Bongbong Marcos Facebook/AP/picture alliance/dpa

Casi 50 años después de que su padre y difunto presidente declarara la ley marcial en Filipinas, Ferdinand Marcos Jr. ganó la carrera para convertirse en el próximo presidente del país.

Tras conseguir más de 30,8 millones de votos en las elecciones celebradas el lunes 9 de mayo, con más del 97% de las papeletas escrutadas en un recuento no oficial, Marcos fue llamado a sustituir al actual presidente, Rodrigo Duterte, a finales de junio.

La candidata más cercana a Marcos, la aspirante a la vicepresidencia Leni Robredo, obtuvo 14,7 millones de votos. 

Una victoria de Marcos Jr. supondría un asombroso regreso político para su familia, que se ha convertido en sinónimo de la acumulación masiva de riqueza mal habida y de violaciones de los derechos humanos. Su difunto padre, Ferdinand Marcos, fue derrocado en una sublevación en 1986, tras mantener el poder con mano de hierro durante dos décadas.

La compañera de fórmula para la vicepresidencia de Marcos Jr. es Sara Duterte, hija del actual presidente Duterte.

¿Extensión de la mano dura de Duterte?

Marcos, de 64 años, no ha revelado muchos detalles sobre sus planes políticos, pero se espera que siga el mismo enfoque que su predecesor, Duterte, persiguiendo una despiadada consolidación del poder.

Hay críticos que dicen que Marcos está intentando reescribir la controvertida historia de su familia para un electorado joven, aunque creen que es poco probable que reproduzca el estilo autoritario de su padre a la hora de gobernar.

"Hizo promesas [en su campaña] que son bien recibidas por el público, pero que no son especialmente viables. Así que su campaña se ha centrado en temas que afectan directamente al ciudadano, como el aumento del costo de vida y la necesidad de reducir las tarifas de la electricidad. Pero solo está dando una idea vaga de lo que puede conseguir, haciendo que parezca más sencillo de lo que es en realidad, y la gente parece creérselo", dice Janelle Dumalaon, corresponsal de DW en Asia suroriental.

"Esta es la batalla del corazón y el alma del país", dice, por su parte, Nicole Curato, socióloga y analista política.

"No quiero sugerir que Marcos Jr. vaya a imponer la ley marcial como hizo su padre, pero tendrá el poder ejecutivo de socavar las instituciones que se crearon en respuesta al abuso de poder de Ferdinand Marcos", dijo a DW.

Imelda Marcos y sus cientos de zapatos: una demostración de derroche en medio de la pobreza en FilipinasImagen: DPA

Regreso, reconquista del poder y pulida de imagen

Marcos padre gobernó Filipinas desde 1965 hasta 1986, y rigió el país como dictador bajo la ley marcial desde 1972 hasta 1981. Durante esos años, más de 60.000 personas fueron detenidas, más de 30.000 torturadas, y se calcula que 3.000 fueron asesinadas, según organizaciones de  derechos humanos. Fue derrocado en una revolución pacífica en 1986, y murió en 1989 durante su exilio en Hawai.

Después de que se permitiera a la familia Marcos regresar a Filipinas, en 1991, Marcos Jr. y su madre, Imelda, volvieron rápidamente a la política. Imelda Marcos fue elegida diputada durante cuatro mandatos.

Marcos Jr. pasó 21 años en cargos públicos, sirviendo en la legislatura y como gobernador del bastión de la familia en la provincia de Ilocos Norte. Se presentó sin éxito a la vicepresidencia en 2016.

Observadores coinciden en que el ascenso de Marcos al poder es el resultado de un intento de décadas de mejorar la imagen de la familia, también a través de las redes sociales. Una campaña en internet a través de YouTube y Facebook ha intentado enmarcar la época de Marcos padre, no como un período plagado de abusos de los derechos humanos y corrupción, sino como una época de baja criminalidad y prosperidad.

Una serie de videos de dudosa edición también ha intentado convencer a los filipinos de que las historias de corrupción de la familia Marcos eran falsas. Marcos Jr. también ha visto extendida su popularidad entre los jóvenes que no recuerdan el gobierno de su Ferdinand Marcos.

(jov/cp)

Leah Carter Periodista de DW
Ir a la siguiente sección Descubra más
Ir a la siguiente sección Tema del día DW

Tema del día DW

Ir a la siguiente sección Más de DW