Ramzan Kadyrov, quien se autodenomina "soldado de a pie", es conocido como un aliado incondicional del presidente ruso, Vladimir Putin. Sin embargo, hace varias décadas, su lealtad no se dirigía a Rusia, sino a Chechenia. 

Nació el 5 de octubre de 1976, en la República Autónoma Socialista Soviética de Chechenia e Ingusetia, y se unió a los separatistas islámicos que buscaban la independencia de su región, a principios de la década de 1990, tras el colapso de la Unión Soviética. La primera guerra chechena terminó en 1996, tras la intervención de las fuerzas rusas, para evitar la separación de esta república.

Tras una segunda guerra, el nuevo presidente de Rusia, Vladimir Putin, puso a Chechenia bajo el control directo del Kremlin, instalando al padre de Ramzan Kadyrov, Akhmad Kadyrov, al frente de la administración. 

Para entonces, a finales de la década de 1990, Akhmad Kadyrov y su hijo Ramzan habían abandonado el movimiento separatista de Chechenia, cambiando sus lealtades hacia Rusia. En 2003, Akhmad Kadyrov se convirtió en el presidente de Chechenia, con su hijo Ramzan como jefe de seguridad.

Desde entonces, Ramzan Kadyrov ha controlado un ejército de chechenos prorrusos, la llamada Kadyrovtsy, aparentemente comprometida con la supresión de cualquier elemento separatista. Se cree que esta milicia ha cometido violaciones de los derechos humanos, tales como secuestros, torturas, extorsiones y asesinatos. 

Ascenso al poder 

Tras la muerte del presidente Akhmad Kadyrov, en un atentado terrorista, en mayo de 2004, asumió el primer ministro en funciones, que a su vez nombró a Ramzan Kadyrov como su adjunto. Poco después, Kadyrov fue ascendido a primer ministro y, al alcanzar la edad mínima de 30 años en 2007, Putin lo nombró presidente de Chechenia, un cargo que ostenta hasta el día de hoy. 

Kadyrov ha gobernado Chechenia con mano de hierro. Cualquiera que se perciba como crítico con las autoridades corre el riesgo de ser detenido, procesado, condenado por cargos falsos, secuestrado o incluso asesinado. 

Por este motivo, disidentes, personas LGBTQ, activistas de derechos humanos, periodistas, y sus familias, corren continuamente un grave riesgo. En su Informe Mundial 2022, Human Rights Watch escribió que, "Ramzan Kadyrov ha seguido reprimiendo sin piedad toda forma de disidencia". 

El hombre útil de Putin 

Putin ha confiado en Kadyrov para mantener estable la república chechena del Cáucaso Norte y reprimir cualquier disturbio. De hecho, Kadyrov se ha comprometido a, "cumplir cualquier orden militar del comandante en jefe de Rusia, Vladimir Putin".

Por esta inquebrantable lealtad, Kadyrov ha disfrutado de considerables libertades, gobernando Chechenia y diciendo lo que piensa a su antojo, incluso en contra de los altos mandos rusos, por los recientes contratiempos militares en Ucrania. También pidió el despliegue de armas nucleares. 

Aunque algunos chechenos llevan años luchando junto a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, supuestamente como voluntarios, no fue hasta finales de febrero de 2022 cuando Kadyrov declaró formalmente el envío de militares chechenos a ese país. Ha sido un firme partidario de la guerra contra Ucrania, e incluso se ha comprometido a enviar a sus propios hijos adolescentes a combatir. 

Recientemente, Kadyrov anunció que el presidente ruso, Putin, le ascendió al rango de coronel general. Así que parece que el autoproclamado "soldado de a pie" de Putin no deja de escalar posiciones. (ng/rml)