Friedrich Wilhelm Zachow fue el primer y único profesor de Georg Friedrich Händel. Zachow apuntaló los cimientos musicales de su discípulo de tal manera, que no abandonarían nunca al célebre compositor, a pesar de sus influencias internacionales y su larga estancia en Inglaterra.

Es muy curioso escuchar la cantata de Zachow titulada Lobet dem Herrn. Hay momentos que recuerdan al más conocido oratorio de Händel, El Mesías. O, más bien, y para no cometer un anacronismo, deberíamos decir justo al contrario, ya que la obra de Händel es posterior a la de su maestro. El discípulo no plagió al profesor, tan solo evocó algunas de sus melodías melodías, pero en estos detalles puede observarse de qué manera tan profunda el compositor afincado en Londres atesoró los recuerdos de sus años de formación en Alemania.

Un compositor reconocido en su época

Nacidos ambos en la pequeña ciudad sajona de Halle, Zachow fue un compositor reconocido en su época. En su producción destacan las cantatas. Los archivos de la ciudad mencionan unas 70, además de varias misas, pero no nos ha llegado todo lo que escribió. No faltan en su catálogo notables obras para el instrumento que le llevaría a ganarse la vida: el órgano.

Nacido en el último tercio del siglo XVII, estudió muy probablemente la Escuela de Santo Tomás de Leipzig, de la que tiempo más tarde se haría cargo Johann Sebastian Bach. Tanto su padre como su abuelo materno eran ministriles altos, es decir, músicos al servicio de la ciudad que tocaban instrumentos de viento madera, como flautas diversas y chirimías. Su propio padre le instruyó en este arte, pero la formación de Zachow fue mucho más profunda: órgano, contrapunto, latín, literatura.

A los 21 años de edad, logró un puesto que conservó durante toda su vida, cumpliendo así el sueño de todo músico de la época: servir a un patrón que le proporcionara estabilidad y un sueldo fijo. La iglesia Marienkirche de su ciudad natal, Halle, le ofreció un contrato como organista. Además de tocar, sus obligaciones incluían dirigir los servicios musicales que tenían lugar cada tercer domingo del mes, para lo cual contaba a su disposición con el coro y los instrumentistas de la ciudad. Desde su puesto en la Marienkirche, Zachow se convirtió además en eminente profesor de niños y jóvenes.

La importancia de Zachow como músico

Zachow fue un importante precursor de la música de Johann Sebastian Bach y un excelente contrapuntista con un don especial para los efectos sonoros. Es decir, era capaz de pintar con singular habilidad el significado de un texto por medio de sonidos. Por ejemplo, el ascenso de Jesucristo al cielo mediante jubilosas escalas ascendentes de violín y contralto.

Hermann Max, director y fundador de los conjuntos “Die Rheinische Kantorei” y “Das Kleine Konzert”, considera que Zachow compuso “maravillosa música retórica”. Integraba texto y música para construir un discurso que llegara al oyente de la manera más coherente posible.

Max y sus dos conjuntos tuvieron oportunidad de demostrarlo en la propia Marienkirche de Halle, en la que tuvo lugar un concierto dedicado a distintas piezas de maestro y discípulo con motivo de los 300 años de la muerte de Zachow, en el marco de la más reciente edición del Festival Händel que anualmente se celebra en la ciudad sajona. "Su obra es la de un auténtico maestro y merece ser tocada con más frecuencia", concluye Max.

Autora: María Santacecilia
Editor: Enrique López