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Energías renovables en Alemania: un alto costo

Ralf Fuchs (mb)12 de septiembre de 2012

Un cuarto de la energía consumida en Alemania proviene de renovables. Hasta el 2050 el porcentaje deberá ser de 80 por ciento. La inversión requerida para ello es inmensa; hasta ahora nadie está dispuesto a hacerla.

Parque eólico Alpha VentusImagen: dapd

Más energía de fuentes renovables signfica mayores costos. A este consenso han llegado todos los partidos del Bundestag, el Parlamento alemán. Acerca del cómo financiar el incremento de la presencia de energía solar y eólica en la remodelación del sistema energético alemán aún no hay acuerdo. Claro está que el gobierno de Berlín no asumirá el costo; eso se deduce del presupuesto para el medio ambiente para el 2013 presentado por el ministro Peter Altmaier (CDU).

No hay viento a favor para las renovables

De los 1.650 millones de euros de su presupuesto, sólo 465 millones los destina al fomento directo de las energías renovables (eólica, solar y biomasa). El gasto previsto para el cambio energético se mantiene al mismo bajo nivel del año anterior. Un ejemplo: un solo parque eólico off shore de 50 megavatios de rendimiento costaría 200 millones de euros.

El prometido "Fondo para la energía y el clima" –propuesto por la coalición gubernamental de conservadores y liberales- también está por debajo de toda expectativa. Originalmente, Berlín había prometido concederle un capital de mil millones hasta el 2013. Pero hasta ese momento, sólo habrá en ese fondo 650 millones de euros. Uno de los motivos es la bajada de los precios en el mercado de las emisiones; las ganancias en ese mercado estaban pensadas para el cambio energético alemán.

El ministro alemán de Medio Ambiente, Peter Altmaier ,expone su plan de 10 puntos, en agosto de 2012Imagen: dapd

Los representantes del sector energético advierten de la poca financiación. Los grandes objetivos de ampliación de redes, de investigación de nuevas tecnologías de almacenamiento de energía y de construcción de nuevas centrales de energía ecológica no van a ser posibles en estas condiciones. La oposición socialdemócrata critica al gobierno: la coalición actual pone en peligro el proyecto con sus “promesas de aire”, afirma la diputada Bärbel Köfler.

Parque eólico de Sieversdorf en BrandeburgoImagen: picture-alliance/dpa

Primero las redes, después los molinos

La crítica parece no importar al ministro Altmaier. En su opinión, no tiene sentido invertir en este momento: “Nadie tiene interés en construir molinos de viento y en instalar celdas solares si esa energía no puede ser utilizada porque faltan los colectores y la redes de distribución”. En los próximos meses, así los planes del ministro, se trata de ampliar la infraestructura de redes. “Tenemos que lograr un consenso con los ciudadanos, basados en la legislación actual, acerca de qué redes tienen que ser construidas y hasta cuándo”, afirma Altmaier.

Los conflictos debidos a la construcción de nuevas redes se ven venir. Latente es ya la protesta de ciudadanos que no se sienten consultados o que ven peligrar el medio ambiente. Es más, antes de acometer este tema, el ministro debe esforzarse por bajar el tono al debate por la enorme subida de precios de la energía.

Si los precios siguen subiendo, ¿querrá el ciudadano alemán apoyar el cambio energético?Imagen: AP

¿Por qué suben los precios?

Desde hace semanas, asociaciones de empresarios y consumidores debaten acerca de cómo enfrentar la constante subida de precios de energía. En 2012, el consumidor tiene que desembolsar 26 céntimos por kw/hora, cuando en el año 2000 pagaba 14 céntimos. Unos hacen responsable de esta explosión en los precios a la ampliación de las energías renovables; los que las favorecen, lo niegan. Las energías renovables reducen el precio de la energía en las bolsas, afirma Matthias Miersch, socialdemócrata especialista en el tema; son las grandes empresas de energía alemanas las que no transferirían este ahorro al consumidor.

Así, apasionado es el debate en torno a la nueva ley para las energías renovables (EEG). Ésta regula, desde hace diez años, la captación y el pago de la energía de fuentes renovables. Las centrales ecológicas tienen asegurado un precio fijo por su energía; hasta el momento, éste era superior al del mercado, lo cual la hacía atractiva a los productores. Los costos de esta medida se reparten entre los consumidores. A medida que más se amplía la red, más aumenta el recargo. Se calcula que éste subirá de 3,56 a 5 céntimos en 2013.

“La energía sube sobre todo porque el carbón y el gas aumentaron mucho de precio el año pasado y porque los cuatro gigantes de la energía han ganado mucho dinero”, explica por su parte Sven-Christian Kindler, parlamentario de la bancada de Los Verdes.

Sven-Christian Kindler, miembro del Bundestag de la bancada de Los VerdesImagen: Daniel George/cc-by-3.0

Sea cual fuere el motivo de la subida de los precios, el ministro Altmaier teme que la ciudadanía acepte cada vez menos el cambio energético si el alza continúa. El cambio ecológico es, en su opinión, también una cuestión de justicia social. “No sólo es importante que logremos el cambio energético; es importante, cómo lo logramos”, sentencia Altmaier.

Autor: Richard Fuchs (mb)
Editor: Enrique López

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