El Mundial del 2006 ya comenzó. Y comenzó mal para los tradicionales baluartes del rey de los deportes: Europa y Sudamérica. El primer partido del que hablamos no tuvo lugar en Alemania, donde se desarrollará el campeonato, sino en Madrid, en un elegante salón donde sostuvo su cónclave la máxima organización del fútbol mundial. Pese a la nobleza de la cancha, no faltaron los airados enfrentamientos, según se filtró del selecto círculo.

Doble castigo

La votación fue reñida y, al final, el resultado dejó con el ánimo por los suelos a la federación sudamericana. Sin importar que el continente haya sido la cuna de Pelé y Maradona, la Fifa redujo sus cupos para el próximo Mundial a míseras 4 plazas, negándole la posibilidad de conquistar una quinta en el "repechaje" o "repesca" con Oceanía, como lo hiciera Uruguay, país que consiguió pasajes para el campeonato de Japón y Corea del Sur, al vencer a Australia.

"¡Injusticia!", claman a coro los hinchas de América del Sur, castigados esta vez por partida doble, considerando que Brasil ya no tendrá un cupo asegurado en Alemania, pese a haber conquistado la Copa del 2002 y a que su goleador estrella, Ronaldo, fue coronado este mismo martes como el mejor futbolista mundial del año que termina. La decisión de la Fifa de asignar una sola plaza "de gracia" -destinada al país anfitrión-, reduce aún más las posibilidades de llegar a las canchas teutonas para muchos equipos, que se verán forzados a competir nada menos que con el actual Pentacampeón. Pero al menos esta nueva regla ahorrará en lo sucesivo a los fervorosos hinchas del planeta las penurias de presenciar los bochornos de colosos venidos a menos, como los que sufrió Francia en tierras asiáticas este año.

Oceanía se impone

Oceanía, por su parte, proclama que por fin ha triunfado la equidad: a partir del Mundial de Alemania, tendrá garantizada su presencia en el máximo torneo del fútbol internacional. Australia asegura que el cupo no será para ella, pero aparte de Nueva Zelanda difícilmente alguien se lo dispute en la región; de momento, no se ha sabido al menos de los goleadores de Naurú, Fiji u otros paraísos insulares.

Entre los ganadores del cambio de reglas también figura la Concacaf, que agrupa a los países de Norteamérica, América Central y el Caribe: sus plazas aumentan de 3 a 3,5. Europa, en cambio, se inscribe en la lista de los que salieron perdiendo y quedará con 13 cupos, más el asignado a Alemania como dueño de casa. Pero, al fin y al cabo, fueron los europeos los que querían introducir cambios, así es que sus lamentos ahora no conmueven mayormente.

La ola de cambios impulsados por la Fifa presumiblemente no se detendrá aquí, aunque será muy difícil dejar contentos a todos. A fin de cuentas, la justicia suele ser asunto engorroso en asuntos futbolísticos; si no, que lo digan los árbitros.