Ines Pohl, corresponsal de DW en Washington19 de enero de 2016
Las promesas de salvación de Donald Trump encuentran eco entre los estudiantes evangélicos, a quienes necesita para ganar las primarias republicanas, observa Ines Pohl, desde Virginia.
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En la Liberty University, en Virginia una banda de pop cristiano anuncia como un santo al candidato actualmente más popular de los republicanos: “Jesús es el más grande", gritan. “Él es nuestro Salvador”, insisten. Con frases por el estilo aluden a Trump.
Liberty University es una de las universidades privadas cristianas más conocidas en Estados Unidos. Fue fundada en 1971 por el bautista Jerry Falwell, el predicador televisivo que 30 años más tarde culparía a gays, lesbianas y organizaciones de derechos humanos de la decadencia de “América”. Ellos deberían, según él, responder por los atentados terroristas del 11 de septiembre.
Entretanto, Jerry Falwell Jr.se ha hecho cargo del negocio. Tras los atentados de París, llamó a los estudiantes a traer armas a la universidad: “para que podamos defendernos de los musulmanes en caso de un atentado”, argumentó. Su hijo, Falwell nieto, celebró recientemente su boda en uno de los viñedos de Trump, a quien el propio Falwell Jr. invitó a Liberty University como orador. En realidad, él no apoya activamente a ningún político, comenta durante la presentación, mientras elogia desmedidamente al multimillonario. Este buen cristiano, padre de hijos maravillosos, le recuerda a su padre, afirma.
Show de Trump
Antes de que el show de Trump hubiese comenzado, Joshua Winzrey estaba aún visiblemente molesto por el hecho de que lo hubiesen invitado justo el Día de Martin Luther King Jr. “Este día se celebra la igualdad entre las personas. No debería hablar alguien que no valora a los musulmanes”, se quejaba Joshua, que viene de Atlanta y estudia Música y Religión.
Tras el show de Trump, el joven de 19 años, que este año votará por primera vez, ha cambiado de opinión. Trump lo ha convencido. “Es sincero. Eso es muy importante para mí como cristiano, más importante que estar de acuerdo con todos sus puntos de vista”, asegura Joshua, que ahora cree en las promesas redentoras de Trump.
Las reacciones a su alrededor son muy parecidas. No importa que el discurso de Trump no haya tenido ni un momento culminante, fuese de un tema a otro, confundiera hechos y datos, y no transmitiera sino un mensaje: “Yo, Trump, soy el único que puede volver a hacer grande a 'América'“. Sus torpes chistes caen bien entre los estudiantes. “No solo los chinos pueden construir un muro. Yo también puedo”, afirma. Claro que tendrá que verse bien, “pues en algún momento pasará a llamarse ‘El muro de Trump'”, fanfarronea.
Risas y aplausos
“Nos gusta Trump porque realmente ha logrado algo. Es multimillonario. Él puede volver a hacer grande a 'América'”, dice Maribeth Harrington, de Carolina del Norte. “No sé mucho de él. Pero ha donado mucho dinero a las iglesias. Eso es bueno”, concluye.
Muchos de los 10.000 asistentes votarán por primera vez en 2016. Aplauden especialmente cuando Trump despotrica contra el establishment, se queja de Obama, o suelta sus chistes baratos. Es difícil encontrar voces críticas. Menos aún entre sus seguidores de fuera de la universidad, que han acudido a verlo en vivo. Entre ellos hay hombres como Tim Beverley, un convencido, aún más convencido tras escuchar a Trump: “Es el único que dice lo que piensa. Todos los demás mienten”, afirma.
Tim trabaja en la construcción. Vive a 20 millas de la universidad. Se tomó el día libre y es, como él mismo dice, “un verdadero cristiano”. Es indulgente con Trump cuando se trata de religión: “Sus valores cuentan. Él quiere hacer de 'América' otra vez lo que era”. Y eso incluye que al país solo puedan venir quienes demuestren que no son terroristas, aunque Tim no sepa muy bien cómo puede demostrarse algo así: “Ya Trump encontrará un modo cuando sea presidente”.
Andrew Reichman diferencia un poco: “Tenemos lo que nos merecemos”, dice. Las visiones de política exterior de Trump no lo han convencido. No será tan fácil bombardear al EI hasta borrarlo de la faz de la tierra, o construir un muro en la frontera con México. Pero “eso tampoco es tan importante. Él es un buen hombre de negocios, sabrá pagarse buenos asesores”. A Andrew y a su novia Sara Swaly les procupa más bien otra cosa: “No lo he oído ni una vez pedirle perdón a Dios. Cuando lo haga, podrá ser un buen líder”.
Los rostros del 2015
Estas personas dieron forma al año 2015. Nos impactaron, conmovieron o afectaron. Políticos, artistas y niños nos han sorprendido con su poder o nos han sacudido con su impotencia. Algunos se han ido para siempre.
Imagen: GettyImages/A. Koerner
El canciller eterno
Aunque falleció a los 96 años, Helmut Schmidt parece inmortal. Como político fue una institución y el canciller más querido por los alemanes. Expuso el mundo a los alemanes y los alemanes al mundo. Nadie encarnaba el concepto de estadista como él. El pesar por su muerte, ocurrida el 10 de noviembre en Hamburgo, fue enorme.
Imagen: GettyImages/A. Koerner
La mujer del año
¿Podrá Merkel alcanzar los niveles de respeto que despertaba Schmidt cuando termine su mandato? Al menos este año, el poder de Merkel en las encuestas se vio menguado. Muchos alemanes se muestran insatisfechos con su política para los refugiados, aunque a nivel internacional su decisión sobre este tema ha generado respeto. La revista Time, sin ir más lejos, la nombró "Persona del año".
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Time Magazine
La niña llorando
Antes de que el número de refugiados en Alemania aumentara tanto, Merkel trató en televisión de consolar a Reem Sahwill, una chica de origen palestino preocupada por la posibilidad de que sus padres fueran deportados. "Muchos tendrán que irse", le dijo Merkel. "La política es a veces difícil", ante lo que la joven comenzó a llorar. Merkel dijo posteriormente, sin embargo, haberla escuchado.
Imagen: picture-alliance/dpa/NDR
El niño ahogado en la playa
Miles de personas murieron este año en su huida de la guerra o la miseria. Hombres, mujeres y niños. Aylan Kurdi tenía tres años de edad cuando se ahogó en una playa turca a principios de septiembre en su camino hacia Europa. La imagen del niño sirio conmovió a medio mundo. Pero todavía meses después, cada semana siguen ahogándose refugiados que tratan de cruzar el mar en busca de una vida mejor.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/DHA
Los ojos del dibujante
Stéphane Charbonnier, más conocido como Charb, era el editor y dibujante jefe al frente del periódico satírico Charlie Hebdo. Así homenajeaban los manifestantes en París a Charb y sus colegas asesinados. Un total de 17 personas murieron en sendos ataques de terroristas islamistas a mediados de enero contra la redacción de ese periódico y contra un supermercado judío.
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El superviviente
Tan sólo diez meses después de los ataques de enero, 130 personas murieron en varios restaurantes, una sala de conciertos y un estadio de París, otra vez convertida en el objetivo de los terroristas islamistas. El hombre de la camilla sobrevivió. En el funeral en Los Inválidos, el presidente Hollande prometió a los familiares y supervivientes hacer todo lo posible para acabar con los responsables.
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El más buscado
Es este hombre: Abu Bakr al-Baghdadi, desde 2014 autoproclamado califa de su propio y mal llamado "Estado islámico". Con decapitaciones y secuestros consolida su imperio del terror. Y trata de utilizar la religión para justificar ataques terroristas y animar a realizarlos. Una y otra vez ha habido rumores sobre su muerte, que hasta el momento nunca han sido confirmados.
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El padrino
La comparación con 'El padrino' la hizo él mismo. Se mostraba como un promotor del fútbol, si bien todo el mundo le veía como el jefe de la mafia de la película de Coppola. Finalmente Blatter ha sido incriminado en un gran caso de corrupción. En junio fue reelegido como presidente de la FIFA, anunció su próxima retirada y, en octubre, fue suspendido por el comité de ética de la institución.
Imagen: Reuters/A. Wiegmann
La bisabuela
Ningún monarca británico ha portado la corona durante tanto tiempo: desde hace 64 años Isabel II es reina. Cuando llegó al trono, el primer ministro se llamaba Winston Churchill. Ella le daba audiencia cada semana (y, desde entonces, a sus once sucesores). En 2015 celebró la marca de reinado más longevo con el nacimiento de su quinto bisnieto: la princesa Charlotte de Cambridge.
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El golpista redimido
A mediados de los ochenta, gobernó como dictador militar. Ahora quiere cambiar Nigeria, como demócrata. Desde mayo, Muhammadu Buhari es presidente del país más poblado de África. Quiere luchar contra la corrupción en este estado petrolero y derrotar al grupo terrorista Boko Haram. Las expectativas son grandes, pero aún es pronto para valorar el cumplimiento de sus promesas.
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Donald
Su presencia domina los titulares, al igual que en las encuestas. ¿Se convertirá el racista e islamófobo candidato republicano en el hombre más poderoso de la Tierra? Algo así no quiere nadie en Europa ni imaginarlo. Pero también aquí ejerce fascinación el multimillonario de tupé rubio. Se busca su nombre en Google cuatro veces más que el de su rival demócrata, Hillary Clinton. En 2016, más.