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Rolando Villazón en Berlín

7 de junio de 2010

El tenor mexicano Rolando Villazón habló con DW-WORLD sobre su nuevo disco consagrado a la música mexicana y sobre la admiración que siente por sus compatriotas, que siempre tienen un chiste en la boca.

El tenor incansable: Rolando Villazón.Imagen: EMI Classics

Tras una pausa de un año provocada por una operación de un quiste en las cuerdas vocales, el tenor mexicano Rolando Villazón (Ciudad de México, 1972) ha vuelto a los escenarios europeos provocando furor a su paso. Su retorno triunfal fue celebrado en marzo pasado en la Staatsoper de Viena, en donde fue aclamado sin cesar por uno de los públicos más difíciles del mundo. Durante los meses de abril y mayo el artista considerado sucesor del español Plácido Domingo realizó presentaciones en Baden-Baden, Hamburgo, Londres, París y Múnich.

En Berlín Villazón brilló con una presencia viril sobre el escenario y un ardor y un tono ligeramente más bajo en su timbre de voz que el público honró con una larga ovación. "Estoy muy contento de estar aquí esta noche tan especial en un teatro sobre el que tengo muchos recuerdos hermosos", dijo Villazón en conversación con DW-WORLD. El cantante recordó que en la Staatsoper de Berlín es donde ha estrenado el mayor número de producciones y en suma en donde más producciones ha cantado en el mundo y reconoció que seguramente eso se debe a la relación que tiene con la gente del teatro. "Muy especialmente por haber podido conocer a un gran amigo y maestro, a Daniel Baremboim", destacó.

Rolando Villazón dio autógrafos a sus numerosos aficionados que aguardaban su salida.Imagen: DW

Trabajos de remodelación

La Staatsoper de Berlín se despidió este fin de semana de su emblemático edificio que será resanado durante los próximos tres años y lo hizo con un festival musical superlativo, que incluyó la actuación de Villazón en el papel de "Lenski" en la ópera Eugenio Onegin, de Tchaikovsky. Las principales arterias de Berlín quedaron cerradas al tránsito y un enjambre de bicicletas invadió la ciudad.

En la Bebelplatz -al lado del edificio de la Staatsoper- fue instalada una pantalla gigante desde donde fue transmitida en vivo la puesta en escena de la ópera de cuatro horas de duración con la actuación de soprano rusa Anna Samuil (Tatiana), la mezzosoprano rusa María Gortsevskaya (Olga) y el barítono Artur Rucinski en el papel de Eugenio Oneguin. La puesta en escena estuvo acompañada por los músicos de la Staatsoper bajo la conducción del director musical, Daniel Baremboim.

El tenor mexicano bromeó con un perfecto alemán con un público que lo conoce desde hace años. Interrogado sobre las dificultades técnicas de la obra, el cantante dijo que Eugenio Onegin es una puesta en escena sumamente difícil que obliga a los cantantes a tener una presencia constante aunque no canten. "Hay que estar en escena todo el tiempo y muy concentrado, físicamente es una obra muy exigente", dijo Villazón. "Requiere de una tensión física y a la vez hay que relajarse para poder cantar bien". Pese a que es necesario esperar en silencio hasta 40 minutos antes de cantar, el tenor destacó que al mismo tiempo es una obra que quiere mucho porque es muy física y poética. "Obliga a decir las cosas con la voz", dijo.

Aficionados de todas las edades.Imagen: DW

Sus aficionados esperaron sin chistar

Muchos de sus aficionados aguardaron durante más de una hora hasta que el cantante saliera del camerino. Villazón habló sobre su nuevo álbum consagrado a la música mexicana que se rumora incluirá canciones de Agustin Lara, María Greever y la inolvidable pieza "Bésame mucho" de Consuelo Velázquez. "Voy a presentar mi disco de música mexicana en el marco del bicentenario, quiero llevar esta música hermosa con estos arreglos fantásticos que me hicieron estos extraordinarios músicos que son los Solistas Bolívar", dice.

Villazón dice querer llevar el disco al mundo entero para mostrar la parte luminosa, alegre y musical, y a la vez poética, soñadora y profunda que tiene México. Aludiendo a la criminalidad que empaña la imagen del país en el exterior, el cantante, que reside en París, destacó que las noticias que se escuchan a veces son verídicas y no son nada agradables. El exaltado artista de melena rizada subrayó que el mundo entero atraviesa por dificultades, y que México no es sólo ese lado duro. "Los mexicanos desde mi punto de vista son heroicos. Yo admiro a mis compatriotas porque a pesar de las dificultades, a pesar de los problemas, siempre tienen una sonrisa y el chiste en la boca, siempre tienen la música en el corazón y el sol en las miradas. Para mí son motivo de inspiración", exclamó efusivo.

El cantante, que viajó desde Berlín a México en donde dará tres conciertos, (17, 23 y 26 de junio en la Ciudad de México, Guadalajara y Acapulco, respectivamente), se muestra sencillo al afirmar que no puede juzgar qué es necesario para impulsar en su país más la música clásica entre los jóvenes. "Es para mí muy difícil juzgarlo, a mi me ha ido muy bien, yo represento la música que se entrega de corazón".

Cincuenta mil personas disfrutaron de los conciertos de cierre de temporada 2009/2010 con los que la Staatsoper de Berlín, bajo la dirección del músico argentino israelí, Daniel Baremboim, se despidió este fin de semana de su edificio en la calle Unten den Linden (Bajo los Tilos), que será remodelado durante los próximos tres años bajo un costo estimado en unos 240 millones de euros.

Autora: Eva Usi

Editor: Enrique López

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