Tras casi seis meses de bloqueo, el gobierno regional catalán tiene nuevo presidente. Con la bendición de Carles Puigdemont, Quim Torra se hace cargo del bastón de mando. La distensión con Madrid no se vislumbra.
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El líder del independentismo catalán, Carles Puigdemont, no esconde su opinión sobre su sucesor: en un video grabado desde Alemania, designó a Quim Torra como nuevo presidente regional catalán, pero para un "período provisional". El mensaje: Puigdemont sigue considerándose el "presidente legítimo" de Cataluña.
Por eso, probablemente, el periódico conservador periódico español El Mundo tilda a Torra de ser "el ventrílocuo de Puigdemont". También el propio Torra lo deja claro: "Nuestro presidente es Carles Puigdemont" dijo el lunes en el Parlamento de Cataluña.
Difícil relación con Madrid
Sobre el papel, sin embargo, el inesperado presidente Torra dirige los designios de los casi 7,5 millones de catalanes. Seis meses después de la partida del líder separatista Carles Puigdemont, Cataluña tiene un nuevo gobierno. Esto termina, en teoría, con la vigencia de la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, que tenía intervenida la autonomía política. Sobre esta base legal, el gobierno nacional en Madrid había tomado el control de las funciones oficiales de la región tras la declaración unilateral de independencia.
Que vaya a resultar más fácil para el primer ministro de España, Mariano Rajoy, con el sucesor de Puigdemont que con este mismo, es poco probable. Porque las palabras de Quim Torra no se puede interpretar que busque una reconciliación con Madrid. Él "trabajará incansablemente para hacer realidad la República", dijo el sábado pasado en el parlamento regional. Rajoy comentó desde Madrid que no les gustó lo que vieron y escucharon, pero que prefería juzgar a Torra "por sus acciones". Si también viola la Constitución, será depuesto inmediatamente.
Nacionalista con experiencia de administrador
Durante casi dos décadas, Torra fue directivo de la compañía de seguros Winterthur, incluidos dos años de trabajo en Suiza. Después de eso, se dedicó a la escena cultural catalana, al igual que Puigdemont. También su discurso político se asemeja al de su predecesor. "Ningún ciudadano europeo debería tener que soportar lo que los catalanes estamos teniendo que soportar en este momento", fueron sus palabras en el Parlamento hace unas semanas. Poco después de su nombramiento, la prensa española citó algunos tuits más antiguos que Torra ya había borrado de su cuenta. "Vivimos bajo la ocupación española desde 1714" o "los españoles solo pueden saquear", había escrito en la red social. Esta parte de la historia catalana tiene un significado especial en Torra: antes de su cruzada política, dirigió el Centro de Cultura y Memoria Born, de Barcelona.
Allí, antiguas ruinas recuerdan el asedio de la ciudad en la Guerra de Sucesión española a principios del siglo XVIII. En ese momento, los catalanes se habían unido a los Habsburgo. Barcelona fue asediada por las tropas comunes de Francia y España y tuvo que capitular el 11 de septiembre de 1714. Esto puso fin a cierto grado de autogobierno catalán. Torra una vez describió su centro cultural como la "zona cero de los catalanes" en referencia a los ataques terroristas en los Estados Unidos en 2001.
Además, fundó una editorial que publicaba literatura en catalán, incluso escribió ensayos políticos y varios libros. Durante un corto tiempo también dirigió la organización separatista Òmnium Cultural.
Torra es el "Plan D"
Torra proviene, como Puigdemont, del bastión separatista catalán de Girona, capital de una de las cuatro provincias de la región. Puigdemont es de Amer, pequeño pueblo de montaña. Torra, de la ciudad costera de Blanes. La carrera política de Torra se inició con las elecciones de diciembre de 2017. Iba en la lista de Puigdemont como candidato independiente y accedió al parlamento regional.
Su gran ventaja al ser nombrado presidente regional fue que, a diferencia de otros candidatos, hasta el momento no ha sido procesado por el sistema judicial español. Sin embargo, los separatistas mencionan a menudo su nombramiento como el "Plan D", debido a que varios políticos prominentes del movimiento independentista se encuentran en la actualidad en prisión preventiva o en el exilio.
Como el "Plan A", Carles Puigdemont. Torra es uno de los correligionarios del partido que han estado visitándolo regularmente en el extranjero. Primero en Bruselas, luego en la prisión de Neumünster y, finalmente, en el Hotel de Berlín-Charlottenburg donde se aloja Puigdemont y donde le ofreció ser su sucesor. Hasta qué punto entiende Puigdemont a Torra como una solución temporal queda también claro en su mensaje de video. En él decía incluso que Torra no podrá usar su antiguo despacho en el palacio presidencial de Barcelona.
Autor: Nicolas Martin (LGC/EL)
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Origen histórico del independentismo en Cataluña
Ante la escalada de tensión en torno al movimiento independentista de Cataluña, repasamos los momentos históricos de esta comunidad autónoma española en los que ha contado con distintos grados de autonomía.
Imagen: Reuters/A.Gea
Cataluña: concentración de población
Cataluña es la segunda comunidad autónoma más poblada de las 17 comunidades autonónomas de España. Situada en el nordeste de la península Ibérica, tiene una población de más de 7 millones y medio de habitantes que viven en las cuatro provincias que la componen: Barcelona, Girona, Lérida y Tarragona. La ciudad de Barcelona, y su área metropolitana, aglutina a dos tercios de la población catalana.
Pasado colonial diverso
Cataluña vivió la colonización de los pueblos fenicio, etrusco y griego. Los griegos se establecieron en Rosas y también en Ampurias (foto), que tuvo una gran influencia en el territorio hasta la llegada de los romanos. Estos levantaron infraestructuras y ciudades, tal como hoy las entendemos. Fue una posesión del Imperio hasta que pasó a manos de los visigodos.
Imagen: Caos30
Condados catalanes, dominio independiente
Cataluña fue conquistada por los musulmanes que fueron expulsados con el apoyo de Carlomagno. Los llamados condados catalanes se convirtieron, con el tiempo, en un dominio independiente y se confederaron en 1137 con la Corona de Aragón, a raíz de una unión dinástica entre Aragón y Cataluña. En el siglo XIII y principios del XIV la Corona se expande con las conquistas de Mallorca (foto) y Valencia.
Imagen: picture-alliance/Prisma Archiv
Conservando autonomía hasta la Sucesión
En el siglo XIII surgen instituciones como la Diputación del General (Generalitat de Cataluña), las Cortes Generales y administraciones locales, como el Consejo de Ciento de Barcelona. La Corona de Aragón se unió a la Corona de Castilla en 1476, pero conservó sus instituciones autónomas de gobierno hasta el final de la Guerra de Sucesión Española (1714), posterior a la de los Segadores (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archivo
Cada 'Diada' se celebra una derrota
Con la caída de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714, el rey Felipe rey promulgó el Decreto de Nueva Planta y se abolieron los privilegios nobiliarios, los fueros locales y las instituciones de autogobierno que eran respetadas por la Casa Austria en todos los reinos declarados austracistas. Cada 11 de septiembre (foto) se recuerda la abolición de las instituciones y libertades civiles catalanas.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Gene
Falta de apoyo a la figura monárquica
El Sexenio Revolucionario trajo el fin del reinado de Isabel II de España y la restauración de la dinastía borbónica en 1875. Con la redacción de la Constitución de 1869 surgió el problema de en qué figura debía recaer la monarquía española. Amadeo de Saboya fue elegido como Monarca constitucional en 1871. Lo fue hasta el 1873, al abdicar por falta de apoyo y la tercera guerra carlista (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archiv
Un federalista al frente de la Primera República Española
Tras la abdicación de Amadeo I, el 10 de febrero de 1873, se proclamó la Primera República Española que apenas duró un año. El republicanismo estaba dividido entre aquellos que querían una República unitaria (con un único gobierno para todo el país) y una federal (en la que los estados autónomos se ponen de acuerdo para crear un Estado de rango superior) como Francisco Pi y Margall (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archivo
Intento de creación de un Estado Catalán
La República tuvo que hacer frente a dificultades como las confrontaciones entre los republicanos unitarios y los federalistas, así como el intento de Cataluña de crear un Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 restableció la Monarquía Española y la dinastía borbónica con el hijo de Isabel II, el rey Alfonso XII de España (foto).
Imagen: picture-alliance/Quagga Illustrations
El catalanismo republicano en lucha
Entre 1923 y 1930, la dictadura del General Primo de Rivera se instauró en España, con el apoyo del rey Alfonso XIII, el Ejército, de la burguesía, los terratenientes y la Iglesia. No obstante, Cataluña se convirtió en uno de los focos más activos de oposición a la dictadura con el crecimiento del catalanismo republicano cuyo líder, Francesc Macià, (foto), fue el luchador más comprometido.
Guerra Civil, consecuencia de poner fin a la Segunda República
En la Segunda República, diputados catalanes elaboraron el Estatuto de Núria que fue aprobado en las Cortes Españolas en 1932. Ese año, Macià fue ratificado como presidente en las elecciones al Parlamento de Cataluña. Luego fue sucedido por Lluís Companys en el cargo hasta el final de la Guerra Civil (1936-1939) que se produjo tras el golpe de Estado de 1936 contra el Gobierno de la II República.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Pérdida de libertades
El franquismo (1939-1975) supuso en Cataluña la anulación de las libertades democráticas, la prohibición y persecución de los partidos políticos no afines al régimen, la supresión del Estatuto de Autonomía (que ya había sido suspendido por el Gobierno de España entre octubre de 1934 y febrero de 1936) y sus instituciones derivadas y la persecución de la lengua y la cultura catalanas.
Imagen: picture alliance/AP Photo
Recuperando autonomía con un nuevo estatuto
Después de las primeras elecciones generales tras el término de la dictadura, en 1977, se restauró provisionalmente la Generalitat con José Tarradellas al frente. Este formó un gobierno de concentración (1977-1980) con doce consejeros para redactar el estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979 y convocó elecciones al Parlamento de Cataluña (foto) donde fueron elegidos los primeros 135 diputados.
El nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, que define a Cataluña como nacionalidad y reconoce el catalán como lengua propia, era superior al de 1932 en aspectos como enseñanza y cultura, pero inferior en otros, como justicia, finanzas y orden público. Tras su promulgación, se celebraron las primeras elecciones catalanas en 1980. Jordi Pujol estuvo al frente de la Generalitat hasta el 2003.
Imagen: Jose Gayarre
El auge de una reivindicación
El independentismo creció en los últimos años debido a los recortes del Tribunal Constitucional al nuevo Estatuto aprobado en 2006 y que establece una nueva
relación prácticamente federal con España, y al rechazo del gobierno de Mariano Rajoy al pacto fiscal, la promesa electoral de Artur Mas, que pretendía acabar con el déficit fiscal que sufre Cataluña con un sistema similar al concierto vasco.
Imagen: Reuters/A.Gea
Primer intento: 9N
Las manifestaciones multitudinarias a favor de la independencia siguieron creciendo en 2013 y 2014 y forzaron a Artur Mas, que firmó un acuerdo de gobernabilidad con ERC, formación política que quedó segunda en escaños por primera vez en la historia posfranquista, a convocar una consulta sobre la independencia en el 2014. La votación se llevó a cabo finalmente el 9 de noviembre de 2014.
Imagen: Reuters/G. Nacarino
Duelo de titanes
En enero de 2016, a raíz del acuerdo entre Juntos por el Sí (formado por Convergencia Democratica de Cataluña y Esquerra Republicana de Cataluña, entre otros) y la CUP, Mas fue sustituido por Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. Puigdemont ha continuado el proceso independentista convocando un nuevo referéndum para el domingo 1 de octubre, rechazado por el gobierno de Rajoy.