Quito acoge reunión internacional sobre el éxodo venezolano
7 de abril de 2019
Unos 200 representantes de 14 países, más 22 naciones observadoras, se presentarán en la cita. La Cancillería ecuatoriana también invitó a la ACNUR, la OIM, el Banco Mundial y la Cruz Roja, entre otras organizaciones.
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Representantes de catorce países de Latinoamérica se reunirán en Quito por dos días desde este lunes 8 de abril, y por tercera ocasión, para abordar aspectos técnicos relacionados con la masiva migración venezolana en la región.
Se trata de la tercera reunión de su tipo después de la realizada el 3 y 4 de septiembre de 2018, que tuvo como resultado la Declaración de Quito sobre Movilidad Humana, y la de los días 22 y 23 de noviembre de ese mismo año, que derivó en el "Plan de Quito".
En la cita, que se desarrollará en el Palacio de Najas, sede de la Cancillería, participarán alrededor de 200 representantes de catorce países.
La reunión será la última de este tipo que se realice en Quito pues la cuarta tendrá lugar en Argentina y posteriormente en otras naciones.
Más de 20 países observadores y varias organizaciones internacionales fueron invitados
El canciller de Ecuador, José Valencia, inaugurará el encuentro al que han sido invitados 22 países en calidad de observadores, así como delegados de agencias de la ONU, como la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), además de organismos internacionales y financieros.
La invitación también se cursó a entidades regionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comunidad Andina, el Mercosur, la Cepal y la Cruz Roja Internacional, según el Ministerio de Exteriores.
La ONU presentará en el encuentro el informe de la plataforma regional de coordinación entre agencias para refugiados y migrantes de Venezuela.
En el encuentro se abordarán también asuntos relativos a los documentos de viaje de los ciudadanos venezolanos, especialmente en Argentina, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú.
rrr (efe/cancillería de ecuador)
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El drama diario en Cúcuta
3,4 millones de venezolanos han dejado ya sus hogares debido a la crisis humanitaria y cada día son más. Para muchos, la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta es la primera escala rumbo a un futuro incierto.
Imagen: DW/O. Pieper
El puente como símbolo del conflicto
El "Puente Internacional Simón Bolívar" se hizo conocido en el mundo cuando el autoproclamado presidente venezolano, Juan Guaidó, intentó liderar el transporte de ayuda humanitaria procedente de EE. UU. desde Colombia hacia Venezuela. El presidente Nicolás Maduro ordenó cerrar el puente, en la parte venezolana, por considerar que ese acto respondía a intereses políticos. El puente sigue cerrado.
Imagen: DW/O. Pieper
Bienvenidos a Colombia
Sin embargo, hay excepciones: gente mayor de 55 años, madres con niños, estudiantes y discapacitados pueden cruzar el puente en dirección a Colombia. Entre ellos, hay jubilados que abandonan su país a una edad avanzada. Madres que vacunan a sus hijos en Colombia, y niños que van allí a la escuela. Casi todos necesitan medicamentos y comida caliente.
Imagen: DW/O. Pieper
Las peligrosas trochas
Para los que no pueden usar el puente Simón Bolívar de forma legal, las trochas son la única esperanza. Son caminos ilegales fronterizos, que usan miles de personas diariamente. Quien decida usar estos inseguros senderos, corre un gran riesgo. Los llamados "colectivos", gruposde matones armados, exigen dinero para poder cruzar la frontera. Quien no pague, puede ser víctima de violencia.
Imagen: DW/O. Pieper
Ejército colombiano superado por la situación
El Ejército colombiano solo puede proteger a los venezolanos cuando hayan traspasado la frontera colombiana. Sobre todo para las mujeres, el camino a través de las trochas es mucho más que una tortura. La violencia sexual acecha en cada esquina.
Imagen: DW/O. Pieper
Venezuela y Colombia son países amigos
La Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas evoca la amistad entre los países vecinos, pero es casi innecesario. En Colombia, la gente no ha olvidado los tiempos del conflicto interno, cuando miles de personas emigraron a Venezuela y probaron suerte allí. Ahora, dicen muchos colombianos, es la hora de devolver esa ayuda.
Imagen: DW/O. Pieper
Cola ante las autoridades migratorias
Colombia, que durante décadas fue un país acostumbrado a emigrar, tuvo que adaptarse en poco tiempo a recibir muchos migrantes de Venezuela. El puente Simón Bolívar es uno de los siete pasos fronterizos oficiales entre Colombia y Venezuela. Justo en el puente se halla la oficina de control migratorio.
Imagen: DW/O. Pieper
Animar a llevar una nueva vida
Quien haya solucionado los temas burocráticos, será recibido por la Cruz Roja y el servicio de ayuda a refugiados de las Naciones Unidas. Aquí se presta la atención médica más urgente y se informa a los recién llegados sobre sus derechos. Muchos de los venezolanos desconocen la información, dicen los responsables de ACNUR.
Imagen: DW/O. Pieper
Iglesia abre sus puertas como comedor
La primera pregunta de los refugiados es casi siempre dónde pueden comer algo. Las organizaciones los envían a la Diócesis de Cúcuta, donde se creó en poco tiempo un comedor en el que pueden desayunar y almorzar. Pero solo atiende a gente mayor, discapacitados, mujeres y menores de edad.
Imagen: DW/O. Pieper
Apoyo de todo el mundo
Voluntarios llegados de todo el mundo, incluso de Italia, cocinan, limpian y friegan. 200 ayudantes colaboran en la Diócesis de Cúcuta. 120 son necesarios para que el comedor funcione. La mayoría de los voluntarios son venezolanos que llegaron hace tiempo a Colombia y quieren apoyar a sus compatriotas.
Imagen: DW/O. Pieper
El ultramaratón hacia Bucaramanga
Los primeros que huyeron de Venezuela lo hicieron en avión, la clase alta. La segunda oleada de venezolanos llegó a Colombia en bus. Ahora, los más pobres y débiles llegan a pie. Y siguen su camino porque no todos pueden permanecer en Cúcuta. En la Cruz Roja reciben información sobre la ruta hacia Bucaramanga: cinco horas en auto... pero, ¿a pie?
Imagen: DW/O. Pieper
La esperanza del retorno
Algunos venezolanos no sobreviven ese periplo, ya que subestiman el esfuerzo requerido y el frío imperante en las montañas de Colombia, a 3.000 metros de altura. Los mensajes dejados en Los Patios, cerca de Cúcuta, dan cuenta del sentir de muchos. Todos los que plasmaron aquí su huella manifiestan la voluntad de regresar algún día a su patria.