Después que el año pasado dejara plantado al "Rey Momo” en la tradicional entrega de las llaves de la ciudad para dar inicio al carnaval brasileño, este año el alcalde evangélico de Río se quedó en la ciudad y cumplió con el rito que marca el comienzo de las festividades en  ese país.

Crivella se hizo conocido en todo el mundo el 2017, cuando no participó en dicha ceremonia  e incluso viajó fuera de Río para evitar estar presente en el carnaval. Este año, y después de meses en pie de guerra con los "carnavalistas" y juerguistas, el polémico alcalde cedió, pero no sin antes reclamar.

"Este asunto de la entrega de llaves se esta convirtiendo en un dogma religioso. Una vida entera se le han entregado las llaves al Rey Momo y ¿ha mejorado la educación?, ¿mejoró la salud?” preguntó el alcalde pocas horas antes de cumplir con el ritual en su visita al Sambódromo. "No veo la importancia tan grande que se le da a la entrega de unas llaves. En la escala de prioridades esto es sólo una fiesta”, dijo.

Guarderías en lugar de diversión

El inicio del embrollo entre Crivella y el mundo carioca de la samba fue el  anuncio del recorte a la mitad en la asignación que destina la alcaldía de Río de Janeiro a las escuelas de samba. Anuncio que se hizo a mediados del año pasado y que se tradujo en que ya no recibirían dos millones, sino un millón de reales al año.

Crivella argumentó que el dinero ahorrado podría ser utilizado en la alimentación de los niños de las guarderías del municipio durante todo el año, en lugar de gastarse en una fiesta que dura solo tres días. Pero los carnavaleros y sambistas vieron otra intención detrás de la decisión del alcalde, que es un obispo evangélico: el carnaval, después de todo, es la fiesta de la inhibición y no combina con las prédicas de Crivella.

Como reacción al recorte del financiamiento, la Liga de las Escuelas de Samba (Liesa) amenazó incluso con cancelar el desfile del Carnaval, una de las principales atracciones turísticas de Río. La amenaza no se concretó porque fondos de patrocinadores privados cubrieron lo que hacía falta y así garantizaron el desfile.

"A quien no le gusta la samba, buen alcalde no es”

La fama del "alcalde contrario a la samba” le afectó a Crivella. Tanto, que a principios de este año, en un intento por apaciguar los ánimos, hizo su propia versión de una tradicional samba de Dorival Caymmi. Jugando, señaló que "a quien no le gusta la samba, buen alcalde no es”.

"No existe aquello de que el alcalde no apoya el carnaval por una cuestión religiosa, el alcalde necesita enfrentar dificultades, priorizar recursos”, reiteró.

El mundo de la samba, sin embargo, no parece estar convencido: Crivella debe ser el principal tema del Carnaval de este año, principalmente en las calles donde se ven banderas con la frase: "fuera Crivella”.

El bloque "Simpatía es casi amor”, uno de los más tradicionales del carnaval callejero, creó hasta una samba en homenaje al alcalde. Una marcha llamada "Samba de adivinación” y dice algo como esto: "¿Rueda de samba? Atropella/ ¿Macumba? No tolera/ ¿Él no cuida? Ni vela/ ¿Casa de juego? Cancela/ ¿En nombre de Dios? Apela/ ¿Cuál es su nombre?”

"Con dinero o sin dinero, yo juego”

La pelea parece haber influenciado también a las escuelas de samba. Entre las 13 del Grupo Especial, la elite del carnaval carioca, siete tuvieron respuestas de tipo político y social a la situación. El más destacado es el caso de Mangueira que se burló de las dificultades impuestas con el lema "con dinero o sin dinero, yo juego”.

El "carnavalista" Leandro Vieira dijo a DW que ve un avance del pensamiento conservador en la política nacional. "Esto se hizo evidente en Río con la llegada de Crivella al municipio; hay un intento de debilitar las manifestaciones culturales en la ciudad, y como respuesta hay un posicionamiento político en las escuelas de samba que desfilan este año”, afirmó.

Crivella, a su vez, sigue dispuesto a apaciguar los ánimos. Después de entregar las llaves de la ciudad al Rey Momo, el debería ir nuevamente al Sambódromo. La fecha de la visita no ha sido anunciada, aunque lo cierto es que no irá a bailar samba, tal como dijo el alcalde, pero si "verificará la infraestructura” del lugar. 

Autor: Alexandre Schossler (MN/ER)

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