Aunque los organizadores temían la falta de público, los cariocas ya han comprado más de la mitad de los boletos.
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Con una colorida gala en el Estadio de Maracaná, fueron inaugurados oficialmente los Juegos Paralímpicos 2016 en Río de Janeiro. Este es el segundo mega evento deportivo internacional que acoge la ciudad carioca.
En el espectáculo de apertura, varios atletas discapacitados trasladaron la antorcha de los Juegos, lo que significó un gran y emotivo esfuerzo para algunos. El mensaje que más resonó durante la jornada fue el de Philip Craven, presidente del Comité Paralímpico Internacional, quien señaló que “en un país que se ha enfrentado a grandes desafíos, los Juegos Paralímpicos les cambiaran el enfoque sobre cómo perciben las limitaciones y los llevarán a un mundo de posibilidades y oportunidades sin fin”.
4.350 deportistas proveniente de 176 países desfilaron por la cancha de fútbol en el arranque del torneo que disputarán atletas con discapacidades físicas hasta el próximo 18 de septiembre. Este evento se celebra tradicionalmente semanas después en la misma ciudad sede de los Juegos Olímpicos de verano.
Los deportistas competirán en 528 pruebas, en las que se cuentan 23 disciplinas. Pese a los temores iniciales, los Paralímpicos generaron en los últimos días bastante interés en el público brasileño. Así lo demuestra la venta de boletos. Hasta hace unos días se vendieron un millón y medio de los 2,5 millones de tickets disponibles.
El Comité Organizador de Río 2016 temía que el torneo se celebrara con las gradas vacías debido a la crisis económica en Brasil y la falta de patrocinadores para apoyar con subvenciones el evento.
MN (dpa, ap)
Río 2016: una inauguración verde
Priorizando la estética sobre la tecnología, la divertida y comprometida ceremonia del director de cine Fernando Meirelles y el productor Marco Balich, reinterpretó la historia de Brasil e hizo un llamado ecologista.
Imagen: Reuters/F. Bensch
Aquel abrazo
Una batucada dio luz verde a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Río en el estadio Maracaná. Tras un preludio de media hora, un video sobre la integración del deporte en la vida cotidiana de los brasileños, la canción de Gilberto Gil “Aquele Abraço” y una cuenta regresiva, músicos golpeando enormes almohadas dejaron oír la batucada.
Imagen: Reuters/P. Kopczynski
Sin (presentar a) Temer
Para evitar los abucheos, los organizadores se abstuvieron de presentar al presidente interino de Brasil, Michel Temer. La megafonía sólo anunció al otro anfitrión de los Juegos Olímpicos, el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, antes de dar paso al espectáculo. El rechazo a Temer se dejó sentir de todas maneras al final de la fiesta.
Imagen: Reuters/S. Wermuth
72 indígenas amazónicos
En sus primeros minutos, la ceremonia cedió el protagonismo a los habitantes originarios de la región, que hoy constituyen una minoría en Brasil. En alusión al período histórico de la Conquista, 72 indígenas amazónicos tejieron redes con hilos de gran longitud, antes de la llegada de los navíos portugueses al escenario del estadio Maracaná.
Imagen: Reuters/S. Alvarado
Los conquistadores portugueses
En el estadio Maracaná, la representación de la llegada de los conquistadores portugueses a las costas de lo que hoy es Brasil, el espectáculo de apertura de las Olimpíadas de Río siguió contando la historia del país...
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
El legado africano
El show continuó con la representación de los africanos, esclavizados y llevados a Brasil por los portugueses, y cuya cultura forma parte significativa del crisol de identidades de la nación brasileña.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
Asiáticos y árabes
La descripción del proceso de integración de árabes y asiáticos al tejido social brasileño también tuvo su espacio en la dramatización de la historia del país anfitrión de los Juegos Olímpicos. Y es que la multiculturalidad es un rasgo nacional celebrado por el Estado brasileño desde hace muchos años.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Thullier
Chica de Ipanema
Las notas de la canción "Garota de Ipanema" provocaron una sonora ovación en el estadio mientras la modelo brasileña Gisele Bündchen avanzaba por el centro del escenario y el público se lanzaba a corear el estribillo del segundo tema más conocido del mundo, compuesto por Antonio Carlos Jobim –cuya efigie fue proyectada en una pantalla gigante–, con letra de Vinicius de Morais.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
Samba, passinho y funk
Los ritmos y bailes contemporáneos de las favelas se apoderaron del Maracaná con los golpes de batería de funk de Cristian do Passinho, de 13 años; el "Rap da Felicidade", un himno de los barrios interpretado por Ludmilla y coreado por el público; el "Canto de Ossanha", de Elza Soares; y éxitos de pop, samba y funk interpretados por el rapero Marcelo D2 y el cantante de samba Zeca Pagodinho.
Imagen: Reuters/I. Alvarado
Rap
Decenas de bailarines vestidos de impecable blanco danzaban entre las pilas de cubos multicolores que emulaban la topografía de las favelas. Las raperas Karol Conka y MC Soffia, de 12 años de edad, hicieron un breve duelo de voces, acompañadas por un bailarín que mezcló movimientos propios del breakdance con los de capoeira.
Imagen: Reuters/L. Nicholson
Carnaval de Río
Varios grupos llenaron el escenario dispuesto sobre el césped del Maracaná para mostrar, simultáneamente, los diferentes bailes típicos regionales de Brasil, como el Maracatú, del noreste del país, o el de los "bate-bolas", los emblemáticos arlequines del carnaval de Río. El ánimo festivo se extendió hasta las gradas.
Imagen: Reuters/D. Sagolj
Apoteósico “país tropical”
La apoteosis de la fiesta, el momento que puso en pie a la gente en las gradas, fue propiciado por Jorge Ben Jor al entonar "País Tropical". Esta oda a la belleza de las distintas regiones de Brasil, suerte de himno nacional en clave de samba, causó tal furor que Jorge Ben Jor siguió cantando el tema a capela, acompañado por todo el público brasileño, que cerró el show con una sonora ovación.
Imagen: Reuters/R. Krause
Más estética que tecnología
Los habitantes originarios de lo que hoy es Brasil, los conquistadores y otros inmigrantes europeos, los esclavos llegados de África, el aeroplano de Santos Dumont (foto), la chica de Ipanema, las escuelas de samba y los niños de las favelas desfilaron con igual brillo por el escenario en la gran fiesta que precedió a la llegada de los atletas.
Imagen: Reuters/D. Sagolj
"Una flor nace en la calle"
Y en medio de la fiesta, un llamado a combatir el calentamiento global: cada atleta plantará un árbol para Río de Janeiro, introduciendo su semilla en cartuchos de tierra de los que crecerán 207 especies, una por delegación participante. El "Bosque de los Atletas" debe ser una herencia positiva que dejen estos Juegos Olímpicos a la megaciudad brasileña, en el Complejo Deportivo de Deodoro.
Imagen: Getty Images/J. Squire
Grecia inició el desfile de países
El desfile de los atletas siguió un orden diferente al de Olimpíadas anteriores: primero salió Grecia, cuna del olimpismo, y luego se prosiguió con el orden alfabético en portugués y no en inglés, comenzando por Afganistán.
Imagen: Reuters/S. Nenov
Argentina abucheada, Alemania celebrada
Cuando desfiló el grupo de atletas argentinos se oyeron abucheos desde las gradas; el público brasileño parecía pasarle factura a su histórico rival por afrentas pasadas en los campos de fútbol. Esa recepción contrastó con la ovación ofrecida antes a los deportistas alemanes, celebrados por su respetuoso comportamiento tras derrotar a Brasil 7-1 en la semifinal del Mundial de 2014.
Imagen: Reuters/S. Nenov
Atletas Olímpicos Refugiados
La tradición que sí se honró en esta ocasión fue la de dejar que los atletas del país anfitrión, Brasil, fueran los últimos en desfilar en el estadio Maracaná. Ellos aparecieron justo después del nuevo y excepcional equipo del COI, los Atletas Olímpicos Refugiados, integrado por diez deportistas de Etiopía, Siria, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
Brasil, abanderada de la inclusión
Nació como Leandro, pero se hizo popular como Lea T. Hija de Toninho Cerezo, jugador de la selección nacional de fútbol entre 1977 y 1985, la conocida modelo brasileña Leandra Medeiros avanzó por el Maracaná en un triciclo con el letrero de Brasil que anunciaba la salida de la delegación del país anfitrión al ritmo de la samba "Brasil" y en medio de una sonora ovación que sacudió al estadio.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Neal
“Para celebrar nuestras diferencias”
El laureado cineasta Fernando Meirelles, director del show, ya había anunciado que el espectáculo cedería el protagonismo a los indígenas, los negros, las mujeres y las personas transgénero, y también al tema ambientalista. "(Jair) Bolsanaro odiará la ceremonia. (Donald) Trump también", dijo Meirelles en alusión a los polémicos políticos de derecha de Brasil y Estados Unidos.
Imagen: Reuters/S. Nenov
Discursos y leyendas
El desfile fue seguido por los discursos inaugurales del voleibolista Carlos Arthur Nuzman, organizador de Río 2016, y de Thomas Bach, presidente del COI; el izado de la bandera olímpica; los juramentos y la música de dos leyendas vivas de la canción brasileña, Caetano Veloso (i) y Gilberto Gil (d), quienes interpretaron el clásico de la samba "Isso Aqui, o que É?" acompañados por Anitta.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Ilnitsky
Laurel Olímpico
En Río, Bach anunció la entrega del primer Laurel Olímpico al keniano Kip Keino, doble campeón olímpico de atletismo en 1968 y 1972. La nueva distinción creada por el COI premia la contribución a la cultura, la educación y la paz mediante el deporte.
Imagen: Getty Images/B. Mendes
El abucheo inevitable
Con una frase, el presidente en ejercicio de Brasil dejó finalmente inauguradas las Olimpíadas 2016, antes de ser abucheado por el público en el mítico Estadio Maracaná: “Después de este maravilloso espectáculo, declaro abierta la XXXI edición de los Juegos Olímpicos”, dijo Temer, lo más rápido que pudo. Su corta alocución fue seguida de sonoros "buuuuh" y gritos de "¡Fuera Temer!".
El exmaratonista Vanderlei Cordeiro de Lima, que ganó la medalla de bronce en Atenas 2004, encendió finalmente el pebetero olímpico. La noticia se adelantó luego de que se reportara y desmintiera que el extenista Gustavo "Guga" Kuerten iba a ser el elegido. La danza de nombres siguió al anuncio de la leyenda del fútbol Pelé de que no iba a participar en la ceremonia por razones de salud.
Imagen: picture alliance/dpa/L. Schulze
En el Maracaná y en televisión
Más de 5.000 voluntarios y 300 bailarines profesionales participaron en el evento de apertura. Más de 10.000 atletas desfilaron por el escenario inigualable del Maracaná. Una veintena de jefes de Estado y más de 70.000 espectadores disfrutaron en directo de la ceremonia, seguida por una enorme teleaudiencia, superior a los 3.000 millones de espectadores.