Río de Janeiro: "Marcha de las Putas" contra el machismo
3 de julio de 2016
Un centenar de feministas participó este sábado (2.07.2016) en la "Marcha de las Putas" en Río de Janeiro, para protestar contra el machismo y pedir respeto y un trato igual a las mujeres.
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La manifestación, en tono festivo, se realizó en el paseo marítimo de la playa de Copacabana y congregó en su mayoría a mujeres y también a activistas homosexuales. Algunas manifestantes mostraron sus pechos y otras muchas marcharon en sujetador, en un gesto de protesta contra los prejuicios sociales hacia la vestimenta que usan las mujeres.
En la protesta también se gritaron consignas contra la "cultura de la violación" que, a juicio de las manifestantes, está extendida en la sociedad brasileña y se manifiesta, principalmente, a través de la "criminalización" de las víctimas.
Las feministas también protestaron contra lo que consideraron el "gobierno ilegítimo" del presidente interino de Brasil, Michel Temer, quien está en el poder desde el pasado mayo, cuando el Senado decidió iniciar un juicio político a la jefa de Estado, Dilma Rousseff, ahora suspendida de sus funciones.
La "Marcha de las Putas" es un movimiento que surgió en 2011 en Toronto (Canadá) y que ha sido replicado en ciudades de todo el mundo.
RML (efe, dpa)
Vacaciones en las favelas
De cara a los Juegos Olímpicos, Brasil se engalana. En Río de Janeiro, los visitantes podrán hospedarse en uno de los numerosos hostales ubicados en las favelas, que hasta hace poco todavía eran consideradas peligrosas.
Imagen: Reuters/P. Olivares
Un ambiente inusual
Cuando comiencen los Juegos Olímpicos en agosto, los cerca de 500.000 turistas extranjeros que viajarán a Brasil no solo se podrán hospedar en uno de los elegantes hoteles de lujo. Aquellos que prefieran un ambiente más inusual, podrán alojarse en un hostal en las favelas de Río de Janeiro.
Imagen: Reuters/P. Olivares
Para amantes de la aventura
Algunas favelas en Río de Janeiro aún son consideradas zonas peligrosas, donde tienen lugar violentos enfrentamientos entre los cárteles de la droga. Sin embargo, en algunas de las más de 1.000 favelas en esta ciudad brasileña también se encuentran hostales que atraen a los vacacionistas amantes de la aventura.
Imagen: Reuters/P. Olivares
Bienvenidos a la "Posada Favelina"
Solange dos Santos dirige el hostal “Posada Favelina” en la favela de Pereira da Silva. El alojamiento, ubicado en los cerros cerca de la selva brasileña, ofrece una espectacular vista sobre el mar. La habitación solo cuesta alrededor de 30 dólares. En cambio, en los hoteles tres estrellas del barrio la noche cuesta cerca de 250 dólares.
Imagen: Reuters/P. Olivares
"Mejor de lo que imaginé"
“Es difícil dirigir un hostal en las favelas por todo lo que pasa acá”, dice Dos Santos. Pese a un programa de pacificación, casi todos los días se registran tiroteos en muchas favelas. No obstante, la turista francesa que actualmente vive en esta habitación dice sentirse a gusto en la “Posada Favelina”: “Es mucho mejor de lo que imaginé.”
Imagen: Reuters/P. Olivares
El canto de la selva
La vista desde la terraza de la “Posada Favelina” viene incluida en el precio. Desde los cerros se puede apreciar el emblema de la ciudad, el Pan de Azúcar. Y en lugar del ensordecedor tráfico de Río de Janeiro se escucha el canto de los pájaros de la selva.
Imagen: Reuters/P. Olivares
La "verdadera" vida brasileña
En cada vez más favelas nacen alojamientos para turistas. En Vidigal, por ejemplo, los vacacionistas pueden alquilar esta suite en el hostal “Mirador de Arvrao” y descubrir la “verdadera” vida cotidiana brasileña. Aproximadamente una quinta parte de la población de Río de Janeiro vive en los barrios pobres de la ciudad.
Imagen: Reuters/P. Olivares
Vientos de cambio
En las favelas soplan vientos de cambio. “La gente viene acá y conoce a la población”, cuenta la dueña del hostal, Solange dos Santos. “Dicen: ‘esto no tiene nada que ver con lo que nos habían contado’.”
Imagen: Reuters/P. Olivares
Una alternativa agradable
Los hostales son ideales para aquellos que no quieren gastar demasiado dinero y desean descubrir Río de Janeiro más allá de la samba y las playas. “Aquí hay paz y tranquilidad”, dice Solange dos Santos. El hospedaje en las favelas podría ser una alternativa agradable durante los Juegos Olímpicos.