Río de Janeiro: policías mataron 194 personas durante julio
22 de agosto de 2019
Desde 1998 que las fuerzas de seguridad brasileñas no provocaban tantas muertes en un solo mes.
Publicidad
El Instituto de Seguridad Pública (ISP) de Brasil informó este miércoles (21.08.2019) que las intervenciones policiales en Río de Janeiro provocaron la muerte de 194 personas solo en el mes de julio. Se trata del balance mensual más alto registrado desde 1998, año en que comenzaron a ser contadas estas muertes, y representa un incremento del 49 por ciento en comparación con el mismo período de 2018, cuando se contabilizaron 130 decesos.
En los primeros siete meses del año, 1.075 personas perdieron la vida en intervenciones policiales en el estado de Rio, cuya capital homónima es emblema turístico del Brasil, un incremento de 19,6 por ciento frente al mismo período de 2018. Estos datos se conocieron apenas un día después de que un joven de 20 años, que sufría de depresión, secuestrara un autobús y fuera abatido por un francotirador.
Las autoridades de Río han sido fuertemente criticadas por ONG y por la Defensoría del Pueblo por abuso de poder en las comunidades, donde son acusadas, entre otras cosas, de irrumpir en las residencias sin mandatos de la Justicia y disparar desde helicópteros durante los operativos policiales. Éstas justifican su accionar en la lucha contra la delincuencia.
Balas perdidas y bailes
La polémica intervención del francotirador puso nuevamente sobre el tapete la legitimación de la violencia policial contra la delincuencia, un tema que es avalado por el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y por uno de sus más fervientes seguidores, el gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, quien incluso festejó bailando la muerte del joven con depresión.
En estos meses hubo igualmente intervenciones que se saldaron con varios presuntos delincuentes muertos y varias víctimas de balas perdidas de tiroteos, seis de ellas la semana pasada. Una de las escenas más dramáticas registradas este año en Río fue el fusilamiento con 83 tiros de un músico y colector de papel a manos de militares , en una operación en un barrio de la zona oeste de la ciudad. Los efectivos dispararon más de 240 balas al vehículo donde el músico y su familia circulaban a plena luz del día.
DZC (EFE, AFP)
Okupas en Río: así reclaman sus derechos los pobres
Río de Janeiro enfrenta una grave crisis habitacional. Los pobres son excluidos de la ciudad e incluso quedan fuera de las favelas más céntricas. ¿Alguien hace algo por ayudarlos?
Imagen: DW/S. Derks
Ocupar y jugar
Isabelle juega en un antiguo almacén en la famosa Rua da Lapa, en el centro de Río de Janeiro. Sus abuelos ocuparon la construcción hace más de treinta años. Con el tiempo construyeron muros, habitaciones y un bar, instalándose definitivamente en el lugar.
Imagen: DW/S. Derks
Decadencia colonial
En su mayoría, las viejas casas de estilo colonial que se erigieron en el siglo XIX fueron abandonadas. Muchas de ellas, cuando sus dueños portugueses murieron y no dejaron descendencia. Cada vez más pobres se van a vivir a ellas, mientras que los ricos de Río de Janeiro prefieren los nuevos edificios de apartamentos.
Imagen: DW/S. Derks
Hay que usar cada espacio
Muy a menudo las casas son subdivididas en pequeños compartimentos para acomodar en ellos a la mayor cantidad de personas posible. Este edificio destartalado cerca de la estación de metro Gloria es el hogar de unas 30 personas, que viven en 18 habitaciones que comparten una sola cocina.
Imagen: DW/S. Derks
Buscando un lugar tranquilo
Como consecuencia del aumento de los precios y la prolongada crisis económica que afecta a Brasil, en los últimos años la cantidad de personas sin hogar se ha triplicado en Río de Janeiro. En las noches, buscan un lugar tranquilo donde poder dormir, como vemos acá en Rua da Lapa.
Imagen: DW/S. Derks
Okupas organizados
A veces el acto de tomar u "okupar" un edificio se realiza de forma preparada y organizada, bajo el mando de instituciones sociales como Mariana Crioula, en la zona del puerto. Por más de siete años han estado presionando al gobierno para que construya departamentos para los menos favorecidos.
Imagen: DW/S. Derks
Esperando aprobación
Los 70 miembros de esta iniciativa pagan una contribución y esperan, algún día, obtener una casa propia. Cada dos semanas llevan a cabo reuniones. Sus propuestas, incluidos los esquemas realizados por arquitectos, han sido ya aprobadas por las autoridades, pero el paso final de liberar los fondos para que comience la construcción se está demorando.
Imagen: DW/S. Derks
Partir de cero
Quilombo da Gamboa es otro proyecto social que intenta el mismo proceso. Sin embargo, vivir aquí es estresante. "Hace unas pocas semanas hubo un incendio que destruyó parte del lugar. Vinieron los bomberos e intentaron sacarnos de acá a la fuerza. Como okupa, puedes perder tu casa en cosa de minutos", dijo Roberto a DW.
Imagen: DW/S. Derks
Peligro a la vuelta de la esquina
Roberto enumera los peligros de "okupar" un lugar. "Durante una ocupación anterior, la gente me convirtió en líder de facto. Pero la cohesión social se derrumbó cuando llegaron los traficantes de drogas y se hicieron cargo de todo", cuenta. Tras ser atacado con un arma, Roberto tuvo que escapar y empezar todo de nuevo con el Proyecto Quilombo da Gamboa.
Imagen: DW/S. Derks
Mala reputación
En Brasil, muchos proyectos sociales tienen mala reputación y son vistos por parte de la ciudadanía como organizaciones criminales, por estar relacionadas con gente pobre, ocupantes ilegales de casas, pandillas violentas y narcotraficantes.
Imagen: DW/S. Derks
Siempre atentos
Todos quienes se involucran con estas iniciativas concuerdan en que la vía al éxito está cimentada sobre la base de una estructura fuerte y efectiva. Una de las reglas es monitorear las 24 horas del día quién entra y sale de las casas. Creozlita Silva aparece acá en su turno de puerta en Manuel Congo, donde se construyeron apartamentos después de que los "okupas" tomaran el terreno.
Imagen: DW/S. Derks
10 imágenes1 | 10
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube